Liborio

Liborio
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Datos Generales
Año:1904
País:Bandera de Cuba Cuba
Género:Humor



Liborio. Es una caricatura que representa al pueblo cubano luego de finalizada la guerra independencia, consumarse la ocupación norteamericana e instaurarse los gobiernos neocoloniales.

Antecedentes

Entre los pioneros del dibujo humorístico en Cuba, cuando se dan los primeros pasos en el camino de transformar el humorismo gráfico en arte independiente, hay que citar al español Víctor Patricio Landaluze (1828-1889), conocido como dibujante costumbrista y pintor, y a quien se debe la creación del cínico Guajiro, figura representativa del pueblo cubano, al cual, sin rubor ni escrúpulos, echó mano y modificó años después el matancero Ricardo de la Torriente (1867-1934) para nombrarlo Liborio, aunque no logró incorporarle el aliento psicológico que este exigía.

En 1897 Ricardo de la Torriente emigra a los Estados Unidos, donde colabora en las publicaciones de los emigrantes independentistas “Cuba” y “América”. En los dibujos aparecen José Martí, Antonio Maceo y otros patriotas, también la imagen del “Tío Sam”, este como símbolo de la poderosa nación del norte.

Concluida la guerra, Torriente regresa a Cuba, donde la intervención norteamericana es una trágica realidad, aquí el caricaturista colabora La Discusión, publicando los dibujos contra la intervención yanqui, y donde comienza a perfilarse la figura de Liborio. Posteriormente en 1904 es que en La Política Cómica, aparece el nombre de Liborio, como símbolo del pueblo cubano.

Caraterísticas

De la Torriente, periodista y pintor además de caricaturista, concibió a Liborio con la apariencia de un sitiero socarrón y cuarentón, con gran bigote y largas patillas, a la usanza de la época. En muchos dibujos aparecía acompañado por un perro, sato y juguetón.

Desde las páginas de La Política Cómica, popular semanario humorístico y satírico, del cual el caricaturista fue fundador y propietario, Liborio fue, a lo largo de algo más de las dos primeras décadas republicanas, el comentarista bien enterado del acontecer político cubano, y el fustigador constante de la presencia estadounidense en la Isla.

Liborio, el primer símbolo republicano de los cubanos, representó al pueblo trabajador e identificó al país en el enfrentamiento a las apetencias extranjeras, particularmente estadounidenses. El tema de las elecciones fue utilizado con

especial atención, reflejando los vaivenes de los candidatos y presidentes, a quienes lo mismo apoya que combate, según el comportamiento cambiante de estos. Los grandes fraudes de la época también estuvieron en la agenda de Liborio. Pero el personaje caricaturesco llevado al papel por el autor no pasó de ser un pobre diablo sumiso y llorón, que llevaba a cuestas un bulto repleto de leyes antipopulares e impuestos que la ciudadanía rechazaba enérgicamente.

Luego, en la revista La Semana, Liborio perdió las patillas y apareció mejor ilustrado, pero seguía con la combatividad castrada. Los dibujos en que se veía a Liborio habían perdido la fuerza inicial desde hacía años, cuando La Política Cómica desaparece, en 1931. La figura y el nombre de aquel representante del pueblo cubano fueron empleados hasta la década de 1950 del pasado siglo por varios caricaturistas cubanos, con personajes como el Liborito Pérez, de Zig Zag, donde este aparece con los pantalones remendados y pesimista ante los males nacionales.

En el libro Caricatura de la República, la escritora Adelaida de Juan, platea que El Liborio de Torriente siempre es un personaje pasivo que mira socarrón o triste, los acontecimientos: es un reflejo de la vida política nacional, de la frustración de los ideales independentistas.

Fuente