Literatura colombiana

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Concepto:El escritor colombiano Álvaro Mutis ha sido galardonado, entre otros, con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, en 1997, o con el Premio Cervantes, en 2001

Literatura colombiana. Recorrido histórico a través de los autores y las obras literarias (narrativa, poesía, ensayo, teatro) escritas en la República de Colombia.

Empezó a ser una realidad en crónicas como la Historia de las conquistas del Nuevo Reino de Granada, del clérigo bogotano Lucas Fernández de Piedrahita, y Conquista y descubrimiento del Nuevo Reino de Granada, más conocida por el extraño título de El carnero, de Juan Rodríguez-Freyle. En la producción poética temprana destacan el largo poema épico Elegías de varones ilustres de Indias (1589, primer volumen), de Juan de Castellanos, y la obra de Hernando Domínguez Camargo, destacado seguidor de Luis de Góngora. También merece mención la Madre Castillo (Francisca Josefa del Castillo y Guevara), prosista y poeta de inquietudes religiosas. La cultura colonial contó con algunas manifestaciones teatrales, que permiten anotar los nombres de Fernando Fernández de Valenzuela y Juan de Cueto y Mena.

El siglo XIX

Los años de la independencia coincidieron con los gustos neoclásicos, que representó sobre todo el poeta y dramaturgo José Fernández Madrid. Sobre esos gustos se superpuso el romanticismo de poetas como José Joaquín Ortiz, José Eusebio Caro, Julio Arboleda, Gregorio Gutiérrez González, Rafael Pombo y Rafael Núñez (1835-1894).

En la novela sobresalieron Eugenio Díaz Castro, con Manuela (1866), y sobre todo Jorge Isaacs, que conMaría (1867) consiguió una obra maestra. Ya al final del siglo el modernismo encontraría representantes muy destacados en los poetas José Asunción Silva y Guillermo Valencia. Silva escribió también la novela De sobresemesa, aunque como narrador no pudo competir con el hoy casi olvidado José María Vargas Vila. Los estudios lingüísticos se desarrollaban gracias a Miguel Antonio Caro y Rufino José Cuervo, mientras en el ensayo Baldomero Sanín Cano y Carlos Arturo Torre iniciaban una indagación en la identidad propia que habían de continuar más tarde Germán Arciniegas y otros escritores.

El Siglo XX

Los gustos poéticos finiseculares habían de mantenerse firmes por mucho tiempo, a pesar del acercamiento irónico al entorno que pronto llevó a cabo Luis Carlos López, de la parodia que intentó León de Greiff y de los matices que en la década de 1920 incorporaron Porfirio Barba, Luis Vidales y otros poetas conocidos como “los novísmos”. El ambiente tampoco se alteró a partir de 1939 con Eduardo Carranza, Jorge Rojas, Arturo Camacho Ramírez y demás miembros del grupo Piedra y cielo. Frente a su esteticismo, Aurelio Arturo incorporaba territorios próximos al surrealismo, y por esa vía y otras avanzan los poetas de la revista Mito, fundada en 1955 por Jorge Gaitán Durán (1924-1962) y Eduardo Cote Lamus (1928-1964). De ahí surge Álvaro Mutis (1923), que a través de Maqroll el Gaviero creó una de las voces más personales de los últimos tiempos.

Las inquietudes relacionadas con el triunfo de la Revolución Cubana potenciaron el nadaísmo de Gonzalo Arango, Mario Rivero y Jaime Jaramillo Escobar. Más tarde el desencanto ganó progresivamente a la promoción de Giovanni Quessep, Jaime García Maffla, Juan Manuel Roca y Juan Gustavo Cobo Borda, poetas de calidad ya contrastada.

En cuanto a los narradores, la tradición del siglo XIX se prolongó con Tomás Carrasquilla y otros autores mientras José Eustasio Rivera daba a conocer La vorágine (1924), la famosa novela de la selva devoradora. Aunque posteriormente destacaron Eduardo Zalamea Bordá y José A. Osorio Lizararo, el desarrollo de la ficción se produjo en la década de 1950. La violencia fue el tema fundamental de Eduardo Caballero Calderón, Manuel Mejía Vallejo, Álvaro Cepeda Samudio y otros novelistas entre los que pronto había de destacar Gabriel García Márquez, después el representante por excelencia del realismo mágico con Cien años de soledad (1967). Tardíamente se incorporaron al género Héctor Rojas Herazo y Pedro Gómez Valderrama, mientras los jóvenes buscaban nuevos caminos. Óscar Collazos, Albalucía Ángel, Fanny Buitrago, Gustavo Álvarez Gardeazábal, Rafael Humberto Moreno-Durán, Marco Tulio Aguilera Garamuño y Andrés Caicedo (1952-1977) figuran entre los más destacados.

Desde la década de 1950 el teatro también ha experimentado gran auge, sobre todo gracias a los esfuerzos de Enrique Buenaventura y el Teatro Experimental de Cali. Como dramaturgos destacan Gustavo Andrade Rivera, Carlos José Reyes, Jairo Aníbal Niño, Esteban Navajas y José Manuel Freidel.

Fuentes

  • Bloom, Harold (editor). Gabriel García Márquez. Nueva York: Chelsea Books, 1989. El gran crítico americano recopila aquí 18 importantes trabajos críticos que analizan al novelista desde diversos ángulos metodológicos.
  • Cebrián, Juan Luis. Retrato de García Márquez. Barcelona: Círculo de Lectores, 1989. Biografía del periodista y del escritor, realizada por otro periodista y escritor.
  • Collazos, Óscar. García Márquez, la soledad y la gloria. Panamá: Printer Internacional de Panamá, 1983. Ensayo sobre la obra del escritor colombiano, realizada por otro escritor colombiano.