Lorenzo Padilla

Lorenzo Padilla Díaz
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. Notable pintor, artista plástico, coleccionista de obras de arte y grabador cubano
Nacimiento18 de septiembre de 1931
Matanzas Bandera de Cuba Cuba
ResidenciaFrancia
OcupaciónArtista plástico, pintor, grabador, coleccionista de arte.
PremiosDistinción por la Cultura Nacional

Lorenzo Padilla Díaz. Notable pintor, artista plástico, coleccionista de obras de arte y grabador cubano residente en Francia. Se ha destacado a través de más de 40 años por el trabajo remarcable de su producción artística y la colección de obras de arte, a través de un riguroso sentido de la selección con la finalidad de donarlas al Museo de Arte de su ciudad natal, Matanzas.

Nacimiento

Nació en Matanzas un 18 de septiembre de 1931.

Aficiones

Música

Desde niño descubrió su pasión por la música, afición que no pudo abrazar de manera profesional debido a los prejuicios de la época. Con el tiempo, sin embargo, llegó a cantar por afición en la orquesta de Rafael Somavilla, hijo.

Pintura

Posteriormente se inclina por la pintura e ingresa, hacia 1957, en la Academia de Alberto Tarascó, donde se formaron todos los artistas notables de su generación en Matanzas.

Poco tiempo después se gana una beca en el Museo del Prado, Madrid, donde estudia a los viejos maestros flamencos, en la mejor colección que se conoce de estos artistas. Su paso ligero lo conduce por galerías y exposiciones. Queda impresionado con la vastedad y la riqueza de cuanto se presenta a su mirada. Viaja a París y el encantamiento se reafirma.

Arte universal

Su contacto con lo mejor del arte universal lo remite a sus años de estudiante. Matanzas carecía de un museo y las posibilidades de contactar con los originales de los máximos creadores de la Isla eran mínimas. En su afán por descubrir ese universo visual viaja constantemente a La Habana, donde tiene oportunidad de conocer las obras de las figuras emblemáticas del arte cubano. Toma de la academia, pero queda subyugado ante los creadores de la vanguardia. Carlos Enríquez, Fidelio Ponce de León y Wilfredo Lam se transforman de inmediato en sus paradigmas. En ellos piensa, mientras observa en el museo madrileño algún cuadro de Goya, El Greco o del inglés Turner, protagonistas todos de una monumental obra plástica que marcará en varios sentidos su propia poética.

Nacimiento del Museo de Arte de Matanzas

El contacto directo con los originales de sus predecesores de todos los tiempos, lo conllevan a reafirmar su idea de dotar a su ciudad natal de un museo de arte, donde los estudiantes pudieran apreciar de cerca a los grandes maestros del arte universal. Una vez establecido en Francia pinta y graba constantemente, contacta con los artistas contemporáneos y casi al unísono comienza a comprar piezas artísticas a marchantes que a menudo desconocen el verdadero valor de las mismas.

Sueño hecho realidad

El viejo sueño de crear en Matanzas una institución dedicada a exponer obras de arte cobró fuerza y comenzaron las gestiones para que el proyecto deviniera realidad. Las colecciones debían estar en esa ciudad, en un lugar donde pudieran ser admiradas por todos, en especial por las nuevas promociones de estudiantes de artes plásticas.

Descubrimiento

Padilla descubrió, hace más de dos décadas, en los anaqueles de un almacén una figura de negro semiolvidado. Le impresionó de tal forma que la adquirió inmediatamente sin entrar en más averiguaciones, así comenzó a coleccionar las piezas que fueron llegando a sus manos. Y hoy esta forma plástica representa el núcleo fundamental de su notable colección de arte de los pueblos primitivos en el museo yumurino.

Arte africano

Máscaras africanas

La Colección de Arte Africano donada por Lorenzo Padilla al Museo de Arte de Matanzas constituye uno de los más amplios repertorios del acervo cultural africano de que se tenga conocimiento en el continente hispanoamericano. Con un total preliminar de 309 piezas correspondientes a catorce países y a setenta y dos etnias, posee varios conjuntos, que por su organicidad, funciones y valores estéticos, son dignos de mención. Sobresalen en este sentido las más de setenta máscaras que integran la Colección y cuya diversidad da muestras de una región con características comunes, pero signada por disímiles cosmogonías y maneras de crear, de acuerdo a la gran diversidad de grupos étnicos y naciones que lo conforman.

Las máscaras, también conocidas como “disfraces”, son manifestaciones artísticas primarias de numerosas culturas, lo que explica que muchos coleccionistas de arte aprecien las que proceden de África, Oceanía y de las culturas indígenas americanas. En tanto reflejan costumbres, tradiciones y creencias, las máscaras - desde las más sencillas hasta las de elaboración más compleja- devienen uno de los exponentes materiales de mayor expresividad artística de la llamada África negra. Además de su consabida carga espiritual, ellas son portadoras de los rasgos físicos y espirituales de las distintas etnias, a las que pertenecen.

Primera gran donación

La primera gran donación de Padilla se realizó en 1998, al Museo Provincial Palacio de Junco.

Segunda donación

La segunda entrega es recibida por la nueva institución en el año 2001.

Tercera Donación

La tercera donación fue realizada en el año 2006, la cual incluyó más de trescientas piezas de varias naciones africanas, entre las que se encuentran ídolos religiosos, instrumentos musicales, textiles, máscaras, tallas y esculturas de terracota, algunas con cuatro siglos de antigüedad.

Se trata de piezas de artistas tribales de Nigeria, Angola, Malí, de esta cultura exhibe una buena cantidad de piezas del Dogún, una de las más misteriosas etnias africanas; así como del Congo, Liberia, Burquina Faso y de Costa de Marfil, entre otras.

Distinciones

Fuentes