Lucrecio

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NombreTito Lucrecio Caro
Nacimiento99 a.C.
Roma, Bandera de Italia Italia
Fallecimiento55 a.C.
Otros nombresLucrecio Caro
OcupaciónPoeta y filósofo.
Obras destacadasSobre la naturaleza

Tito Lucrecio Caro. Poeta latino. Aunque se tienen pocos datos de su vida, se sabe que pertenecía a una familia aristocrática y que murió en torno a los cuarenta años, al parecer por un suicidio. Fue autor de uno de los poemas didácticos más valorados de la tradición latina, titulado "Sobre la naturaleza de las cosas".

Un poema en seis libros

Es autor de un largo poema didáctico en algo más de 7400 hexámetros, De rerum natura (Sobre la naturaleza de las cosas) distribuidos en seis libros, acaso la mayor obra de la poesía de Roma, en el que se divulga la filosofía y la física atomista de Epicuro y la física atomista de Demócrito.

El único texto que poseemos del poema se ha transmitido gracias a Cicerón, quien preparó su edición a la muerte del poeta, y al humanista Poggio Bracciolini, que lo copió en 1418 del único códice conservado.

En deliberado contraste, se inicia con un himno a la diosa Venus generatriz y termina con una descripción de la peste de Atenas.

Algunos datos biográficos

Son pocos y dudosos los datos biográficos que se conservan de Lucrecio y fundamentalmente recogidos por San Jerónimo. Según ellos, enloqueció al beber un filtro de amor y se suicidó; pero esta información tiene todo el aspecto de haber sido compuesta ad hoc para explicar la sombría visión que ofrece del amor en su célebre poema. La tradición ha defendido que padecía algún tipo de enfermedad mental, que podría ser o no de origen físico (como la epilepsia), tratando de desprestigiar así una visión de las cosas tan alejada del dogma de fe.

Su tercer nombre, Caro, era propio de las clases bajas, pero Lucrecio tenía una extensa cultura, que no era fácil de adquirir para las clases desfavorecidas. Se ignora si era originario de la misma Roma o de alguna provincia, pero es indudable que Lucrecio vivió en Roma y resulta evidente, por la franja de fechas en que se desarrolló su vida, que debió asistir a las guerras civiles romanas, a las revueltas de Mario y Sila, a la conjuración de Catilina y a la ascensión de Julio César.

Concepciones filosóficas

Lucrecio fue un célebre filósofo materialista y poeta romano. En su obra "De la naturaleza de las cosas", Lucrecio expone, bajo una forma poética, la filosofía del materialismo atómico. Continuando a los filósofos griegos Demócrito y Epicuro, Lucrecio proclama los principios fundamentales del materialismo: en el mundo no existe nada salvo la materia eterna compuesta de partículas indivisibles, los átomos. El universo es infinito y está formado de mundos innumerables que nacen, se desarrollan y desaparecen perpetuamente. Lucrecio refuta la teoría de los idealistas y de los sacerdotes, que pretenden que el mundo es obra de Dios.

“Nada puede ser creado de la nada por la voluntad de Dios”.

Según Lucrecio, toda la diversidad de las cosas se explica por las diferentes combinaciones de las partículas materiales, los átomos. La desaparición de las cosas no es más que la desagregación de los átomos. Ni un átomo puede ser destruido. El vacío es la condición principal del nacimiento de las cosas. La materia y el vacío forman una unidad sin la cual el movimiento es imposible y, por consiguiente, son imposibles la combinación y la dislocación de los átomos. Lucrecio estimaba que el mundo objetivo es cognoscible. La fuente del conocimiento del mundo exterior son las sensaciones. De formas diferentes (redondeadas o angulosas, lisas o rugosas), los átomos actúan sobre diversas percepciones. Los sentidos sirven, por así decir, de instrumentos al pensamiento; sin ellos, el conocimiento es imposible.

“No sólo la razón se desplomaría enteramente, sino la vida misma perecería sin dilación, si no nos atreviéramos a fiarnos de los sentidos...”
Lucrecio

Lucrecio criticaba los prejuicios religiosos: la religión, según él es la fuente de los crímenes humanos. Las raíces de la religión residen en el temor de los hombres ante los fenómenos naturales cuyas causas ignoran: el temor ha creado los primeros dioses sobre la tierra. Estimaba que bastaría hacer comprender al hombre las verdaderas causas de los fenómenos naturales para que los prejuicios naturales desaparecieran de inmediato. En su poema "De la naturaleza de las cosas", Lucrecio reserva un gran lugar a la descripción del trueno, del rayo, de la lluvia, etc.

La filosofía materialista de Lucrecio y su ateísmo contribuyeron al progreso de la ciencia y ejercieron una gran influencia sobre todo el desarrollo del materialismo. Giordano Bruno, Vanini, Gassendi, retomaron el materialismo atómico de Epicuro y de Lucrecio. Los filósofos materialistas franceses del siglo XVIII asignaban una gran importancia a la filosofía materialista de Lucrecio. Chernishevski apreciaba en alto grado al filósofo romano. Lucrecio era un ideólogo de la democracia esclavista, enemigo de la aristocracia, aunque no por ello dejaba de llamar a la sumisión de los esclavos. Según Lucrecio, el desarrollo de la sociedad sigue una curva ascendente, y ve la fuente de este ascenso en la fuerza de la razón, lo que convierte en idealistas sus concepciones sociales. La obra de Lucrecio "De la naturaleza de las cosas", refleja el nivel de los conocimientos y las ideas materialistas de la época; su poema ejerció una influencia inmensa sobre el desarrollo de la filosofía materialista del Renacimiento.

Datos del poema

Afirma San Jerónimo que Cicerón ordenó el texto en seis libros y editó el poema.

  • El primer libro comienza con una invocación a Venus como fuerza germinadora de la naturaleza y trata de cómo todo está compuesto de átomos y de vacío.
  • El libro segundo trata del movimiento y agrupaciones de los átomos.
  • El tercer libro habla sobre el alma, que es mortal.
  • El cuarto sobre la teoría de la sensación.
  • El quinto sobre el mundo y el sexto sobre diversos fenómenos atmosféricos y las enfermedades, terminando con un sombrío panorama sobre los estragos de la peste en Atenas, en deliberado contraste con el inicio.

Los análisis a la obra de poetas posteriores demuestran que le habían estudiado a fondo. A él alude Virgilio cuando escribe:

Felix qui potuit rerum cognoscere causas

atque metus omnes, et inexorablile fatum

subiecit pedibus, strepitumque Acherontis avari!
(Geórgicas, lib. II)

Utiliza comparaciones para aliviar la árida materia abstracta de la obra, mezclando, con una imagen que más tarde tomará Horacio, lo útil con lo dulce de la misma manera que un médico mezcla dulce miel en las agrias medicinas que administra. También es citado en numerosas ocasiones por Montaigne a lo largo de sus Ensayos.

Mensaje científico de la obra

La intención de Lucrecio, como ya señaló Virgilio, es liberar al hombre del miedo a los dioses y a la muerte, causas, según él, de la infelicidad humana. ("Está bien ver al navegante lejano luchar contra la borrasca y naufragar, no porque nos alegremos del mal ajeno, sino porque es bueno hallarse libre de tormentos"). Representa el cosmos como un conjunto fortuito de átomos que se mueven en el vacío ("Nada nace de la nada, nada vuelve a la nada"). El alma es material y no sobrevive al cuerpo. Los fenómenos tienen todos causa natural. Si existen los dioses, estos no intervienen en los asuntos de los mortales. Por otra parte, ofrece una triste visión del amor humano que ha intrigado a los especialistas. En general, Lucrecio es considerado uno de los tres grandes poetas del ateísmo, junto a Ludwig Feuerbach y Thomas Hardy.

Traductores de la obra

La obra, materialista e irreligiosa, fue traducida por el español José Marchena a principios del siglo XIX en endecasílabo blanco con la intención de combatir el catolicismo de sus compatriotas. También es importante por sus méritos filológicos y por sus caudalosas notas la versión bilingüe del humanista inglés John Mason Good, (Londres, 1805, 2 vols.) y, por fin, la edición filológicamente impecable de Carl Lachmann (Berlín, 1850).

Fuentes