Masacre de San Juan Bosco
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Masacre de San Juan Bosco. Hecho Histórico ocurrido en Puerto Príncipe, Haití., en la iglesia de San Juan Bosco es una construcción precaria, pequeña para los doscientos mil habitantes del barrio.
Sumario
Historia
Su párroco
Su párroco es un sacerdote enjuto, negro y de ojos vivaces, con un corazón que palpita con los latidos de sus fieles con hambre, maltratados cada vez que levantan la voz reclamando libertad y justicia. La misa de cada domingo es un diálogo del pastor, Jean Bertrand Aristide su pueblo. Hay denuncias y propuestas alternativas desde el Evangelio. Hay cánticos, consignas desde los que se sienten interpretados en sus sufrimientos y esperanzas. El diálogo transcurre entre el pequeño profeta y cuatro, cinco mil personas que se hacinan en el templo o en torno a los altavoces del patio.
Símbolo de Resistencia
La iglesia de San Juan Bosco fue un símbolo de resistencia pacífica de los haitianos, que molestaba a las fuerzas represivas que presionaban a la jerarquía para que sacara de allí al padre Aristide.
Huelgas
Cada intento fue impedido por una movilización popular. La más significativa fue la huelga de hambre que doce muchachos hicieron en la catedral, con dos objetivos: que la jerarquía católica se pronunciara sobre la reciente Masacre de Jean-Rabel y que el padre Aristide permaneciera en San Juan Bosco. Millares de personas pasaron por la catedral para solidarizarse con los huelguistas durante ocho días. Mientras la conciencia crecía, la Iglesia cedió a las dos demandas. No quedó más que la fuerza de las armas para acallar la voz de Aristide.
Hecho
Como ocurrió la Masacre
El 11 de septiembre de 1988, durante la misa, y en el marco de una represión generalizada del ejército, un grupo de civiles con armas largas prendieron fuego al templo y dispararon contra la multitud aterrorizada. Un grupo enfrentó a los asesinos con la sola fuerza de sus puños.
El padre Aristide se salvó milagrosamente, pero quedaron tendidos los cuerpos de doce feligreses -consta que los asesinos retiraron muchos más- y setenta heridos. Se sabe después que el nuncio apostólico está cerca de la parroquia San Juan Bosco cuando ocurre la masacre y no interviene llamando a la policía o informando al gobierno. Su autoridad moral, política, diplomática tal vez hubiese evitado la masacre.
