Memorias del subdesarrollo

Memorias del subdesarrollo
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Drama | Bandera de Cuba Cuba
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Película cubana
Estreno1968
GuiónTomás Gutiérrez Alea, Edmundo Desnoes
DirectorTomás Gutiérrez Alea
Dirección de FotografíaRamón F. Suárez
RepartoSergio Corrieri
Daisy Granados
Eslinda Nuñez
Beatriz Ponchora
Gilda Hernández
René de la Cruz
Omar Valdés
PremiosPremio Extraordinario del Jurado de Autores, XVI Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary, Checoslovaquia, 1968
Premio FIPRESCI (Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica), XVI Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary, Checoslovaquia, 1968
Premio FICC (Federación Internacional de Cine clubs), Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary, Checoslovaquia, 1968
Premio FICC .Festival de la Juventud, Francia, Festival de Jeune Cinema Hyeres, 1970
Premio Sirena de Varsovia, del Club de la Crítica. Varsovia, Polonia, 1970
Diploma de Selección, Festival de Londres, Inglaterra, 1971
Premio Rosenthal, Asociación Nacional de Críticos Cinematográficos de EE.UU. New Yok, EE.UU, 1973
Premio Charles Chaplin, Agrupación de Jóvenes Críticos. New York, EE.UU, 1973
Segundo Premio en Festival de Cine, Semana Cultural Alcances. Cádiz, España, 1975
Escogida como la mejor película de Cine Iberoamericano, según la encuesta convocada por portal de información cinematográfica NOTICINE.com. 2009
ProductoraICAIC
PaisBandera de Cuba Cuba

Memorias del Subdesarrollo. Largometraje de ficción producido por el ICAIC en 1968. Dirigido por Tomás Gutiérrez Alea (Titón) y basado en la novela homónima del escritor cubano Edmundo Desnoes. En 2011 fue incluida en la segunda edición de la Guía de The New York Times sobre las 1 000 mejores películas de todos los tiempos[1].

Sinopsis

Una historia personal que hubiera sido intrascendente de no ocurrir en los vertiginosos días de la Revolución, cuando todas las contradicciones se pusieron al rojo vivo. La película entrega un monólogo interior con mirada a la calle, como es la novela homónima de Edmundo Desnoes.

Tiene como personaje central a Sergio, un pequeñoburgués diletante que decide quedarse en el país cuando la familia se marcha hacia Estados Unidos. Imaginativos recursos expresivos, perfecto guión y logradas caracterizaciones, hacen de este filme una obra maestra, emblemática del cine cubano.

Elenco

  • Sergio Corrieri
  • Daisy Granados
  • Eslinda Nuñez
  • Beatriz Ponchora
  • Gilda Hernández
  • René de la Cruz
  • Omar Valdés

Ficha técnica

Año 1968
Duración 97 minutos
Formato 35 mm
Dirección Tomás Gutiérrez Alea
Guión Tomás Gutiérrez Alea, Edmundo Desnoes
Productora ICAIC
Producción General Miguel Mendoza
Dirección de Fotografía Ramón F. Suárez
Montaje o Edición Nelson Rodríguez
Música Original Leo Brouwer
Sonido Eugenio Vesa Figueras, Carlos Fernández, Germinal Hernández

Premios

Críticas

Memoria del subdesarrollo
"Creo que esta es una buena ocasión para señalar algunos aspectos de la realidad de nuestro país que pueden ayudar en la mejor comprensión del filme que van a ver. Al cabo de casi diez años de revolución hemos aprendido que nuestra condición de país subdesarrollado (explotado durante cuatrocientos años, primero por España y después por los Estados Unidos) no se supera, sino a costa de mucho trabajo y muchos sacrificios. No ha sido fácil llegar a esta conclusión, pues durante los primeros años la alegría del triunfo nos hizo creer que el paraíso estaba al alcance de la mano"[2]
Tomás Gutiérrez Alea
"Memorias del subdesarrollo es, sobre todo, un filme honesto, el filme más audazmente honesto del Festival de Pésaro, 1968. La honestidad de Alea no estriba sólo en su rechazo a hacer un filme tendencioso, sino también en su rechazo a hacer un filme objetivo (y la paradoja es aparente: en el caso de Cuba, dada la fuerza de las cosas, la evidencia de los hechos, ser objetivo probablemente equivaldría a ser "tendencioso"). En cambio, Alea escoge el camino de la dialéctica y la sitúa en diversos niveles estilísticos e ideológicos: subjetividad y documentalumento, memoria y reflexión, ambigüedad y toma de conciencia, compasión y acusación, pasado y presente, y sobre todo, el punto de vista desde el cual la revolución es observada. Alea penetra en el interior de la revolución -hecho histórico, político y momento sentimental- a través de un proceso de observación-meditación que se desarrolla paralelamente a la misma, y a la vez se coloca afuera"[3]
"...a través de ese personaje, que en casi todos los sentidos nos inclinamos a rechazar, podemos descubrir nuevos aspectos de la realidad que nos rodea. A veces a través de él. Otras veces por contraste con él. Su actitud de espectador con un mínimo de lucidez nos mantiene despierto el sentido crítico. Al mismo tiempo sus apreciaciones, a veces hipertrofiadas y, en todos los casos, subjetivas de la realidad, serán objeto también de nuestra actitud crítica."[4]
Tomás Gutiérrez Alea
"Se trata de un cine "político" que pone en entredicho esa misma categoría debido a su propia integridad como experiencia humana. Memorias del subdesarrollo es, hasta ahora, el intento más logrado de un cine que aspira a mostrarnos la relación dialéctica entre contexto histórico y conciencia individual. [...] Porque Memorias del subdesarrollo es realmente un collage cinematográfico no sólo por su diversidad y su alcance, el eclecticismo de su técnica o la incorporación de "testimonios" extraídos de la vida real, sino también por su resultado, la forma en que se combinan en el filme la realidad y la ficción, lo artificioso y lo natural para fundirse en algo que sobrepasa y trasciende la simple suma mecánica de esos dos elementos dispares."[5]
"No hay duda de que Alea -quien realizó esta película Memorias del subdesarrollo en 1968, cuando tenía cuarenta años- es tan sofisticado como un europeo. [...] Es a través de esa sutileza europea que vemos reflejarse una revolución latinoamericana única en su clase, con una óptica ligeramente deformada y en los equívocos términos que tal vez resulten los más comprensibles en esta tierra del subdesarrollo. Es un logro admirable, una de las mejores películas latinoamericanas que se hayan visto en Nueva York (lástima que por tan poco tiempo) en los últimos años."[6]
"Memorias... tiene clase y profundidad, y por tanto quizás no llegue a ser muy popular. Pero sospecho que su influencia acabará extendiéndose más allá de su público inmediato. Por lo pronto, servirá para renovar el deseo de conocer los más recientes frutos de la cultura cubana. Tal vez los improvisados muros de la guerra fría que hoy se alzan entre los Estados Unidos y Cuba se hayan deteriorado tanto que basten uno o dos soplos de aire fresco y entrañable -como este de Memorias...- para ayudar a derribarlos. Ojalá."[7]
"Es la fuerza contenida de Memorias del subdesarrollo, así como su inesperada aparición, lo que ha producido esa acogida de la crítica que raya en el delirio y el éxtasis. Pero si la película no justifica las sospechas del gobierno, tampoco merece ese tipo de reacción. [...] Lo que resulta más ambicioso en el filme -el vínculo sutil entre la realidad política y la experiencia personal- es lo menos logrado. En cambio, lo que realmente importa es la brillante y fría lucidez de Gutiérrez Alea, su permanente inquietud y su búsqueda de certidumbres, tanto en el plano político como humano."[8]
"Con más autenticidad que Antonioni por esa misma época, con un estilo de gran refinamiento plástico y una absoluta libertad narrativa, Alea nos muestra la soledad y el desamparo de aquellos que deciden permanecer al margen de la historia."[9]
"La fuerza de este filme radica en la denuncia, por supuesto, pero también en que muestra la dura realidad que ha de enfrentar un pueblo, el reto de una revolución que asume la abrumadora herencia del subdesarrollo."[10]
"En el plano formal, la realización de este filme político implica un rechazo del distanciamiento -tan caro a Godard- entre la imagen y el espectador Pero el análisis de esta toma de conciencia progresiva se hace más verosímil porque se lleva a cabo sin caricaturizar a la burguesía ni imponer ideas a rajatabla, por lo que logra trascender el plano de la provocación y la boutade."[11]
"Creo que es una de las mejores películas de todos los tiempos y, sin duda, la mejor que se haya hecho en América Latina. […] No conozco ninguna otra película americana de la última década que sea a la vez tan humanamente política y tan orgánicamente honesta."[12]

Referencias

  1. Memorias del Subdesarrollo entre las mil. Disponible en Trabajadores. Consultado el 24 de agosto de 2011
  2. Presentación de Memorias del subdesarrollo en Karlovy Vary, Checoslovaquia, 1968.
  3. Cinema & Film, núm. 5-6, Roma, 1968
  4. "Memorias del subdesarrollo. Notas de trabajo", en Revista Cine Cubano # 45-46, 1968.
  5. Cineaste, vol. 8, núm. 1, Nueva York, 1977.
  6. The New York Times, 1972
  7. The New York Times, 1973.
  8. Times, Nueva York, 1973.
  9. Le Monde, París, 1974.
  10. Quotidien Paris, 1974.
  11. La Revue du Cinéma, París, 1974.
  12. Chicago Sun-Times, 1978.

Fuentes