Neumonía por legionella
|
Neumonía por legionella. Infección del pulmón causada por una bacteria llamada Legionela Pneumófila, la que reproduce en circunstancias de humedad muy elevada y es resistente a los desinfectantes comunes a las dosis normales. Normalmente curable con diagnóstico inmediato y tratamiento. En caso de no ser tratada a tiempo, resultaría fatal.
Sumario
Historia
Se denominó Neumonía por legionella o fiebre del legionario, a esta enfermedad por el brote epidémico de 1976, en el que se produjeron 34 muertes entre 221 casos de neumonía grave causadas por la Legionella Neumophila entre asistentes a una convención de la Legión Americana en Filadelfia. Este desgraciado suceso dio nombre a esta enfermedad, cuando dos miembros del CDC relacionaron el brote con el agente causal, ya conocido desde más de treinta años antes.
- Legionellosis: Alude a dos procesos clínicos causados por gérmenes del tipo
- Legionella Neumophila: La fiebre de Pontiac, un cuadro febril de curso generalmente benigno y resolución espontánea y la enfermedad de los legionarios, una neumonía específica causada por este germen. De entre toda la gama de legionellas, la Neumófila es la causante de casi el 90% de las infecciones.
Para algunos autores, la relacion entre la fiebre de Pontiac y la legionella no está completamente establecida.
Causas
- Infección bacteriana entre personas y fuentes contaminadas.
- La Legionella pneumófila se reproduce en circunstancias de humedad muy elevada y es resistente a los desinfectantes comunes a las dosis normales, por ello un foco habitual de infección lo constituyen las torres de refrigeración de grandes edificios.
- El germen se transmite a través del aire y el período de incubación es de 2 a 10 días tras la etapa de exposición.
Síntomas
- Malestar general.
- Escalofríos y fiebre de hasta 40°C.
- Dolor muscular.
- Tos con esputo progresivo de color grisáceo llegando a ser incluso sanguinolento.
- Vómitos
- Alteración del estado mental con confusión y letargo o delirio.
- Pérdida de peso.
Factores de riesgos
- Edad avanzada.
- Tabaquismo.
- Consumo excesivo de alcohol.
- Uso de medicamentos inmuno-supresivos, incluyendo la cortisona y la medicación anti-cáncer.
Prevención
- Mantener los sistemas de calefacción y aire acondicionado limpios y realice inspecciones regulares.
- No fume.
- No tome más de 1 ó 2 bebidas alcohólicas como máximo al día.
Diagnóstico y tratamiento
Las pruebas de diagnóstico incluirán:
- Análisis de sangre, rayos X, cultivos de esputo y broncoscopia (introducción de un tubo flexible por la boca hasta los pulmones, para la visualización y toma de muestras).
- El tratamiento requiere antibióticos y cuidados de apoyo.
- En los casos de gravedad, se requiere la hospitalización para cuidados intensivos y administración de oxígeno.
- Las siguientes directrices serán de aplicación para los casos leves o para los cuidados tras la hospitalización:
Medidas Generales
- Utilizar un humidificador ultrasónico de vapor frío para incrementar la humedad del aire y facilitar la expulsión de las secreciones pulmonares mediante la tos.
- Limpie el humidificador diariamente.
- El paciente deberá utilizar compresas calientes o una manta eléctrica para el pecho con el fin de aliviar el dolor.
- El paciente podrá tomar aspirina o paracetamol para bajar la fiebre.
Medicación
- Antibióticos durante un período de tres semanas.
- No tomar supresivos de la tos cuando esta produzca esputo
Actividad
- El paciente deberá realizar ejercicios de respiración profunda con tanta frecuencia como sus fuerzas se lo permitan.
- Tomar abundantes líquidos, los que les ayudarán al paciente para la producción y expulsión del esputo.
Posibles complicaciones
- SOC o delirio.
- Fallo cardíaco congestivo.
- Fallo nefrítico.
- Alteraciones en el ritmo cardíaco.
- Infección incontenible y muerte.
Pronósticos
Normalmente curable con diagnóstico inmediato y tratamiento. En caso de no ser tratada, resulta fatal en un 15% de los casos.