Ordoño I

Ordoño I
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Rey decimoprimero de Asturias
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Coronación 850-866
Otros títulos Gobernador de Galicia
Nacimiento 821
Oviedo Bandera de España España
Fallecimiento 866
Oviedo Bandera de España España
Cónyuge/s Muniadona o Muña
Padre Ramiro I


Ordoño I . Rey decimoprimero de Asturias entre los años 850 y 866, se caracterizó por ampliar notablemente las fronteras del reino.

Síntesis biográfica

Infancia y Juventud

Hijo primogénito del monarca asturiano Ramiro I y de la primera esposa de éste, pasó los primeros años de su vida en Oviedo, en la corte del protector de su padre, el también monarca Alfonso II el Casto, fue de condición dulce y piadosa, ganándose las voluntades de la nobleza y del pueblo, fue enérgico e incansable en la guerra y celoso de sus prerrogativas.

Ocupa una posición destacada desde su nacimiento, desde su juventud fue asociado al trono y el rey Casto expresó en diversas ocasiones su deseo de que, a su muerte, éste ocupara su trono, puesto que no tenía descendientes, a pesar de que hasta ese momento la corona había conservado su carácter electivo.

Familia

Firmemente asentado en como gobernador, a la edad de 26 años, en el año 847, Ordoño contrajo matrimonio con una noble de la región, posiblemente una hermana del conde del Bierzo, Gatón, llamada Muniadona o Muña, Ordoño fue padre en al menos seis ocasiones; entre sus descendientes, destaca por su importancia su hijo primogénito, el futuro Alfonso III el Magno.

Posiciones que ocupó

En el año 830, Ramiro fue nombrado gobernador de Galicia, Ordoño, que contaba en aquel tiempo nueve años, acompañó a su familia a tierras gallegas. Al completar su educación inició su formación militar, donde muy pronto destacó por su habilidad en el manejo de las armas.

Ordoño, desde su adolescencia, debió de acompañar a su padre, probablemente con el fin de familiarizarse con el funcionamiento de las distintas instituciones y sobre todo en los complicados engranajes que conformaban la vida de la corte.

Su padre le encomendó que se hiciera cargo de las funciones de gobernador mientras él acudía a las Vardulias en el año 842, para contraer matrimonio con la que sería su segunda esposa, Paterna, poco tiempo después se conoció la noticia de que Alfonso II había muerto en Oviedo, por lo que todo parecía indicar que la proclamación de Ramiro sería inminente.

Ordoño debió de participar en las tareas para organizar el ejército que su padre pretendía utilizar en contra de Neopociano, aunque no marchó junto a él, sino que se quedó en Galicia, ocupando el mencionado puesto de gobernador, puesto en el que fue confirmado ese mismo año, tras el advenimiento al trono de Ramiro I.

Reinado

El 1 de enero del 850 al morir Ramiro I en Oviedo, tras ocho años de reinado, es sucedido por su hijo Ordoño, siendo el primer monarca asturiano en heredar el cargo, sin previa elección.

Ordoño se vio envuelto en múltiples luchas con vascones y árabes, al poco de subir al trono, tuvo que hacer frente a una sublevación de los vascones, los cuales contaron al parecer con el apoyo de los Banu Qasi, logró someter a los rebeldes, aunque cuando se encontraba de regreso a Oviedo recibió la noticia de que un ejército musulmán tenía intención de atacar la región de las Vardulias. Dicho ejército no logró su propósito y se vio obligado a regresar a al-Andalus, tras ser frenado por Ordoño a orillas del Río ebro.

A pesar de sus victorias, la situación no mejoró, ya que tras estas campañas, el gobernador de Zaragoza, Musa ibn Musa (800-862), decidió construir una fortaleza en la ciudad de Albaida, actual Albelda, la cual suponía un enorme peligro para los intereses de Ordoño, ya que los siempre levantiscos vascones podrían aprovechar la circunstancia para unirse a los Banu Qasi en su contra. Rápidamente reorganizó el monarca su ejército y se dirigió a la fortaleza.

Tras levantar su campamento en los alrededores de la mencionada ciudad, comenzó su asedio. Musa ibn Musa acudió rápidamente en auxilio de sus hombres, pero tras una dura batalla tuvo que retirarse mal herido y la ciudad fue arrasada.

No hay duda de que la compleja situación política que se vivió en al-Andalus en aquellos años fue hábilmente aprovechada por Ordoño I, el cual emprendió importantes campañas para acrecentar sus dominios.

En el año 854, tras producirse la sublevación de Toledo, no tardó en enviar un ejército en su auxilio, el cual fue dirigido por su cuñado el conde del Bierzo, Gatón, aunque la campaña no obtuvo el éxito que éste esperaba, ya que el propio emir cordobés, Muhammad I (823-886), acudió para sofocar la rebelión, derrotando a los ejércitos toledanos y asturianos en la Batalla de Guadalete.

Ordoño organizó varias expediciones que tuvieron un notable éxito. Inició una incursión por tierras de al-Andalus, llegando a ocupar ciudades como Salamanca o Coria, donde tomó prisionero a su gobernador y ordenó a algunos de sus hombres de confianza que reconstruyesen las murallas de importantes ciudades, que aunque habían sido reconquistadas en tiempos de Alfonso I el Católico, no habían sido pobladas, como es el caso de Tuy, Astorga, León o Amaya.

Otorgó un privilegio en favor de la catedral de Oviedo, donando oro, plata, la mitad del portazgo de Oviedo y de las multas del mercado, varias iglesias, monasterios y heredades, concediendo a los vecinos de la ciudad exenciones y franquicias muy importantes.

Muhammad I intentó castigar la audacia del rey cristiano y envió dos expediciones sucesivas en su contra en el año 862 y el 863. En la segunda, los ejércitos musulmanes penetraron por la zona de Álava y la primitiva Castilla y atacaron la región de Miranda, tras lo cual fueron sorprendidos por los ejércitos de Ordoño, que cortaron su retirada hacia el sur. El emir logró enviar años después un ejército, formado por soldados de toda al-Andalus, que destruyó la fortaleza cristiana de Frías.

No se vio libre tampoco Ordoño de los ataques de los piratas normandos, que entre los años 858 y 861 realizaron numerosas incursiones en la Península Ibérica; intentaron atacar las costas gallegas y fueron rechazados por el conde Pedro.

Muerte

Enfermo de gota, su salud se fue debilitando poco a poco, hasta que murió el 27 de mayo de 866, tras 16 años de reinado, a la edad de 45 años. Fue enterrado en la Capilla del rey Casto, de la catedral de Oviedo, donde descansan sus restos mortales en unión de los de su esposa Munia.

Dejó por hijos a Alfonso, Bermudo, Nuño, Oduardo, Fruela y Aragoncia o Argonta, a quien otros llaman doña Urraca. A su muerte el trono asturiano fue ocupado por el Alfonso III el Magno.

Fuente