Rafael Rivero Pupo

Rafael Rivero Pupo
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NombreRafael Rivero Pupo
Nacimiento24 de octubre de 1932
Vázquez, Las Tunas Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento28 de octubre de 1958
Bandera de Cuba Cuba

Rafael Rivero Pupo. Patriota representativo del municipio Manatí. Destacado en las actividades de la lucha clandestina y en el Movimiento 26 de Julio. Muere el 28 de octubre de 1958.

Síntesis biográfica

Nació el 24 de octubre de 1932, en Coloma # 1, Vázquez, Oriente. Hijo de José Rivero. natural de las Islas Canarias, España y de Tranquilina Pupo, natural de Banes. Ambos padres ya estaban muertos cuando el mártir contaba poco más de un año de edad. Tenía un único hermano llamado José Rivero Pupo. Sus primeros y únicos estudios los realizó con una maestra particular en La Perla, alcanzando el 4to grado.

Fue trabajador agrícola en la colonia La Perla, del ramal La Güira, Manatí. A Rafael le gustaba la Pelota, deporte que practicaba cuando tenía oportunidad.

Participación en la revolución

Se incorporó a la lucha insurrecional en agosto de 1957 en la propia colonia donde trabajaba,. Por esa época se hizo miembro del Movimiento 26 de Julio. Algunos de sus familiares conocían de sus actividades, manifestando una buena actitud al respecto y estimulándole para que continuara.

En su accionar revolucionario mantuvo relaciones con Luis M. Suárez, José García, Walfrido Agüero, Otto Muster y Argelio Carballosa.

Sus actividades en la clandestinidad estuvieron orientadas fundamentalmente a la organización y reclutamiento de compañeros para las acciones clandestinas, la recogida de armas, la venta de bonos del Movimiento 26 de Julio, la realización de sabotajes y la recogida de ropas y zapatos para los primeros alzados de la zona.

Luego de alzarse operó en el área geográfica comprendida por los actuales municipios de Las Tunas y Puerto Padre. En la misma participó en varios sabotajes a propiedades de personas afines a la tiranía que gobernaba el país y en la detención de vehículos oficiales con personal del régimen.

Muerte

Cuando el ejército se enteraba de las acciones de los rebeldes, salía en su persecución y  le hacían numerosas emboscadas.

Es precisamente en una de estas emboscadas tendida a las fuerzas castrenses el 28 de octubre de 1958 cuando cae este combatiente. El combate se produjo en la zona conocida por Maniabón: los rebeldes, en número de 45 se prepararon para sorprender una vez más al ejército, que con una tropa de 95 soldados se desplazaba por la región, pero, accidentalmente, la madre de uno de los soldados tuvo conocimiento de la presencia de los alzados y avisó a los militares. Por esta circunstancia, las acciones se desarrollaron a la inversa y el grupo rebelde resultó sorprendido. El combate fue violento y Rafael más dos compañeros quedaron cercados. Al acabárseles las balas, Rafael se lanzó cuchillo en mano hacia los soldados, dándole vivas al Movimiento 26 de Julio y al Comandante en Jefe, hasta que una descarga de fusilería y la explosión de una granada ahogaron su voz para siempre.

Los restos mortales de los guerrilleros, luego de ser recogidos por la Cruz Roja fueron sepultados en el cementerio de Puerto Padre. El sepulturero, por haber tenido el gesto humanitario de sepultar a los rebeldes, tuvo que huir ante las amenazas de los sicarios de la tiranía.

Hoy día llevan el nombre del mártir: la tienda del lugar en que viviera y realizara sus primeras acciones revolucionarias, la de La Perla. También el CDR de allí y la escuela, así como la delegación FEC del lugar conocido por La Hoz.

En su vida se caracterizó por un valor a toda prueba, demostrado muchas veces. Antes de alzarse, estando denunciado ya por la chivatería local nunca huyó, ni siquiera ante la cercanía del ejército en sus desplazamiento por la zona. Su propia muerte es un ejemplo más que elocuente de su temeridad y valor.

Pero, Rafael, también se caracterizó por una gran nobleza de sentimiento, por su preocupación por los problemas de los humildes y por un deseo irrefrenable de hacer justicia.

Todos los que lo conocieron recuerdan al bondadoso joven que vivió para hacer el bien y luchar contra el mal. Nadie puede olvidar a aquel muchacho que no conoció a sus padres y que a pesar de ello se hizo un hombre íntegro que dio su vida por la causa de los explotados.

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