Rodrigo Almarales

Rodrigo Almarales
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NombreRodrigo Almarales González
NacimientoBandera de Cuba Cuba
NacionalidadCubano
OcupaciónBailarín


Rodrigo Almarales. Bailarín de origen cubano del Cincinnati Ballet de Estados Unidos.

Trayectoria profesional

Sale de Cuba con sus padres a los diez años y vuelve por dos semanas cuando cumple13.

Rodrigo Almarales junto a Misa Kuranaga en el ensayo de La Sílfide, pas de deux del Acto I

Fue justamente por su familia que Rodrigo Almarales se apasionó con el ballet. Su madre, Miriam González, quien fue primera solista, y su padre, Héctor Almarales, formaban parte del Ballet Nacional de Cuba. De manera que desde chiquito andaba metido en la sede de la compañía y viendo funciones en los teatros. Su mamá, que también impartía clases en la Escuela Nacional de Arte, lo sometió a las pruebas en la casa para ver si tenía o no condiciones. Con su hermano hizo lo mismo, pero no pasó. No obstante, su preparación comenzó en la escuela.

Entra a la escuela a los siete años, cuando normalmente ocurre a los diez. Le costaba acostumbrarse a ese régimen de disciplina, a ese rigor que es tan importante para poder crear la fuerte base que distingue a la Escuela Cubana de Ballet (ECB).

Continúa el ballet en México, donde su madre fue a trabajar, y más tarde en Canadá.

Estudia por tres años en la Escuela Nacional de Ballet de Canadá. A partir de su segundo año en Toronto empeza a sentirse mucho más cómodo. y se traslada a Alemania porque le tocaba graduarse con La sílfide y el escocés. Había hecho una de las dos funciones que le correspondían, pero justo en una clase antes de la segunda, en la que estarían muchos directores de compañías, se rompió el quinto metatarso y no le fue posible. Queda noqueado porque se hizo trizas su plan de conseguir un contrato. Sin embargo, la directora le propuso que se fuera a Alemania, a la Hamburg Ballet School, que era una escuela muy sólida, y que en ese país podría encontrar magníficas compañías.

Alemania fue otra experiencia muy provechosa, porque se acercó a los contemporáneos —hasta ese momento era muy clásico. Integrar la Deutsche Oper Am Rhein, radicada en Düsseldorf, le ayudó sobremanera.

Y es que en la actualidad no se puede ser solo bailarín clásico o contemporáneo. Hay que ser bailarín de lo que sea, lo más versátil posible, pues viene un coreógrafo y si no eres capaz de seguirlo, llama al próximo. Por eso le agradezco a la vida por haberme llevado por tantos lugares que han sido escuelas para mí. [1]

En Alemania fue especial, pues allí tuvo su primera compañía. La Deutsche Oper Am Rhein le dio mucho training. De cierto modo le marcó el hecho de que después de haber estado entre los mejores alumnos de la escuela, fue a parar al cuerpo de baile. Otro shock: acostumbrarse a ir detrás cuando siempre había estado delante. Pero, fue por poco tiempo, enseguida comenzaron a darle más y más roles.

En esta etapa compite en los certámenes internacionales de ballet de Nueva York, Varna, Corea del Sur y Helsinki. Ha sido una persona muy competitiva. Luego conquistaría el bronce en Bulgaria y en Corea, mientras que en Finlandia gana la medalla de plata.

Se presenta a un show de la televisión italiana nombrado Amici. Estuvo como cuatro meses en Roma, en los que interpreta Llama de París, Don Quijote y Esmeralda.

En 2010 se une al Boston Ballet. Un año después ya estaba en la nómina del Cincinnati Ballet donde ha experimentado un crecimiento vertiginoso y donde sí ha asumido los más diversos roles: desde contemporáneo contemporáneo, hasta el Don José en Carmen.

En el XXIV Festival Internacional de Ballet de La Habana, en el Teatro Mella se presenta con Las llamas de París, junto a Grettel Morejón (BNC).

Bajo el auspicio de Improvedance de Cincinnati, Estados Unidos y el Consejo Nacional de las Artes Escénicas del Ministerio de Cultura de Cuba, la visita del Ballet Royalty, bajo la dirección artística y general de Almarales y como prólogo al Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso, ya en la edición 25 participa en una gala en la sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso con un programa-concierto concebido con pas de deux del repertorio clásico y dos piezas contemporáneas junto a figuras del ballet de compañías como el American Ballet Theater, Ballet Bolshoi, Kírov y el Mijailovsky de Rusia y el Royal Ballet.

Referencias

  1. «Es genial sentirme en casa» Disponible en Juventud Rebelde. Consultado el 22 de noviembre de 2018

Fuente