Síndrome miasténico congénito

Síndrome Miasténicos Congénitos.
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Síndrome de la unión neuromuscular, una zona de «comunicación» entre el nervio, que da órdenes, y el músculo, que actúa. A pesar del calificativo miasténicos, los síndromes miasténicos congénitos se diferencian de la miastenia clásica por la ausencia de características autoinmunes.
Clasificación:Síndrome

Síndrome miasténico congénito En un síndrome de la unión neuromuscular, una zona de «comunicación» entre el nervio, que da órdenes, y el músculo, que actúa. A pesar del calificativo miasténicos, los síndromes miasténicos congénitos se diferencian de la miastenia clásica por la ausencia de características autoinmunes. En un grupo clínicamente heterogéneo de enfermedades de causa genética, su herencia es Autosómico dominate o Autosómico recesivo.Pertenecen a las denominadas enfermedades raras, por su baja prevalencia (0,5-1/100.000 habitantes).

Características

Los síndromes miasténicos congénitos se caracterizan por diferentes anomalías de la unión neuromuscular:

  • Síndromes miasténicos congénitos presinápticos: síndrome miasténico congénito con apnea episódica o miastenia infantil familiar.
  • Síndromes miasténicos congénitos postsinápticos: síndrome del canal lento, déficit de receptor de acetilcolina y síndrome del canal rápido.
  • Síndromes miasténicos congénitos sinápticos: déficit de acetilcolinesterasa. Las anomalías implicadas en otros síndromes como la miastenia familiar de cinturas transmisión autosómica dominante siguen siendo desconocidas.

Síntomas

El debut clínico se produce durante el periodo neonatal o durante la infancia en la mayoría de los casos, aunque en algunos subtipos la sintomatología puede no aparecer hasta la segunda década de la vida o, incluso, hasta la edad adulta. La gravedad del cuadro y el curso de la enfermedad son muy variables, desde una sintomatología leve hasta cuadros de debilidad progresiva e incapacitante.

Evolución

La evolución es diferente según el síndrome. También puede variar en una misma familia. La enfermedad puede evolucionar por brotes, episodios en los que se agrava tras un episodio de fiebre o estrés, ser progresiva, con escasa evolución o mejorar con el tiempo. La afectación muscular se limita, generalmente, a una fatigabilidad de intensidad variable de los músculos de los ojos, de la cara o de los miembros.

Clínicas generales

El Síndrome Miasténicos Congénitos presenta algunas características clínicas generales que son válidas para la mayoría de los casos. En cualquier caso, los síntomas pueden ser diferentes según el gen afectado, es decir, el subtipo de SMC.

Herencia

La herencia para la mayoría es autosoma recesiva. Esto significa que el paciente afectado tiene que heredar dos copias de un gen defectivo, uno de cada progenitor, aunque ninguno de ellos presente síntomas de la enfermedad, para causar la disfunción. Sin embargo, debido a que el SMC del canal lento es causado por un exceso en la función de los RsACh, este tipo de desorden es heredado de una manera autosoma dominante, que quiere decir, que una copia de un gen defectuoso de RsACh es su ficiente para causar la disfunción, así que un solo padre afectado tiene un 50% de posibilidades de pasar la disfunción a uno de sus hijos.

Diágnostico

El registro de la actividad eléctrica del músculo, electromiograma, después de la estimulación, pone de manifiesto un defecto de transmisión entre el nervio y el músculo. El análisis de sangre permite asegurar la ausencia de anticuerpos dirigidos contra los receptores de acetilcolina, generalmente presentes en la miastenia «clásica» autoinmune. Para conocer más exactamente el tipo de síndrome, hay que extraer, con anestesia local, un fragmento de nervio y de músculo para estudiar la unión neuromuscular desde un punto de vista morfológico, electrofisiológico y bioquímico. Cuando se trata de un síndrome miasténico congénito del que se conoce la anomalía genética implicada, el análisis del ADN de los glóbulos blancos tomados a partir de una simple muestra de sangre permite, gracias a la biología molecular confirmar el diagnóstico.

Tratamiento

El tratamiento de las miastenias congénitas es sintomático. El objetivo, es mejorar la transmisión neuromuscular y, por ende, disminuir el síntoma principal, la fatigabilidad. El abordaje terapéutico de los diversos subtipos de SMC es diferente dependiendo del mecanismo fisiopatológico responsable del defecto a nivel de la unión neuromuscular. Es recomendable tener una orientación diagnóstica sobre cuál es el gen alterado antes iniciar un tratamiento: determinados fármacos pueden producir un gran beneficio clínico en ciertos subtipos de SMC y un gran empeoramiento en otros. En términos generales, los tres grupos de fármacos más utilizados en el tratamiento de las miastenias congénitas son los siguientes:

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