Severos

Dinastía de los Severos
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de Italia
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Gobierno
País:Bandera de Italia Italia
Período:193-235
Forma de gobierno:Dinastía

Dinastía de los Severos. Fue el último linaje imperial del principado. Con la muerte de Antonino Pío culminó "La Edad de Oro" del Imperio Romano. Le sucederán los últimos antoninos: Marco Aurelio (169-180) y Cómodo (180-192). Con ellos comenzó el período crítico del Imperio Romano. Con la muerte de Cómodo se abrió la nueva era de golpes militares y guerras civiles. La anarquía militar fue la característica fundamental del Imperio en esta etapa. La guardia pretoriana manejaba a su antojo el trono, es la etapa de los "emperadores soldados". [1]

Llegada al poder

La dinastía de los severos llegó al poder en el año 193, cuando Septimio Severo tomó el trono finalizando la guerra civil que se había desencadenado tras el asesinato de Cómodo.

Características

Como dinastía del principado tuvo algunas características que la diferenció de las otras. En primer lugar, los Severos no se preocuparon por mantener las apariencias republicanas como sus antecesores, por aquel entonces Roma era una dictadura militar y no tenían la intención de ocultarlo, salvo quizás, Alejandro Severo. La economía romana había entrado en fase recesiva, con una inflación cada vez mayor y una moneda devaluada. A su vez, la presión de los pueblos bárbaros en las fronteras, era cada vez mayor, por lo tanto no fue un periodo tan prospero como los dos siglos anteriores. Estos factores políticos económicos, junto a la dureza de gobierno que caracterizó a los Severos, hizo que no gozaran de la legitimidad que tuvieron las otras dinastías y se registraran mayores intentos de derrocarlos y que incluso durante el año 217, Roma quedara en manos de un Emperador ajeno a la dinastía. La astucia y ambición de las mujeres Severas, hizo que la familia volviera a recuperar el poder en la persona de Heliogábalo. Las mujeres jugaron un rol fundamental en la familia Severa, cosa que no sucedió en los linajes anteriores.

Emperadores

Septimio Severo

Septimio Severo, el primer Emperador de esta dinastía dio definitivamente al Imperio, su carácter militar. A él se le atribuye la frase "enriqueced a los soldados y no os preocupéis de los demás". Con ello se reafirmaba la posición del Imperio a merced de sus ejércitos. Habiendo obtenido el poder de los soldados, pero consciente de lo que estos habían representado y representaban para Roma, emprende toda una serie de medidas de índole militar, entre ellas:

-Deshacer la guardia pretoriana. En lo adelante estaría compuesta por provinciales. Se daba cuenta del peligro que entrañaba. -Aumentar el sueldo a los soldados. -Permitió a las familias de los soldados vivir cerca de los campamentos militares. -A los soldados que vivían permanentemente en los campamentos se les arrendaba tierras. Así se convertían en colonos.

Desde esta época, aunque el Senado sigue existiendo, su papel se reduce a cero. Sin embargo crecen en importancia los funcionarios imperiales. Se crea una verdadera red burocrática. Sobre todo adquiere mucha fuerza el prefecto del pretorio, sustituto del Emperador en el orden judicial.

En el 211 muere en campaña en Britania. Su hijo Caracalla no tiene reparos en asesinar a su propio hermano para quedarse con el trono.

Caracalla (211-217)

Caracalla se ocupa poco de los asuntos del Estado. De ellos se ocupará su madre Julia Domna. Siguiendo los consejos del padre, se aumentan aún más sueldos a los soldados. En el 212, por el “Edicto de Caracalla”, se daba la ciudadanía romana a cualquier hombre libre del Imperio. La situación exterior se hace muy crítica. Dos veces tiene que marchar el Emperador sobre el Danubio. Sobre todo fue muy cruenta la guerra contra los partos. Un complot organizado por el prefecto del pretor, Macrino, termina con la vida de Caracalla, este fue asesinado y Macrino proclamado Emperador por las legiones de Galia.

Macrino (217-218)

Macrino solo logró gobernar dos años, ya que Julia Maesa, la hermana de Julia Domna, logró sobornar a las mismas legiones que habían apoyado el asesinato de Caracalla, haciendo que nombraran a su nieto y dieran muerte al Emperador. Macrino durante su reinado ni una sola vez había estado en Roma, ello reafirma el planteamiento de Engels de que Roma era solo una parte del Imperio, pero además en esta época ya ni siquiera era sede de los emperadores. Cada vez había sido más relegada.

Heliogábalo (218-222)

Heliogábalo ocupa el trono en el año 218, reinará cuatro años. Solo contaba al asumir el trono 14 años, su nombre lo tomó del dios sirio Elagabal, del que se había hecho sacerdote. Perezoso, despreocupado, había entrado en Roma con los suntuosos ropajes de sumo sacerdote. Solo se ocupó de sus ritos. De hacer un gran templo a su dios sirio en el Palatino. Para colocarlo, trasladó el altar de la diosa Vesta. El Senado demostró una vez más su servilismo dejándolo hacer. Este hecho demostraba, además, cómo iban arraigando los cultos orientales.

Sin embargo, este viraje hacia el Oriente provocaba el descontento de algunos grupos sociales, el cual se acrecentaba por la vida silenciosa del Emperador, que iba más allá de Calígula y Nerón. Su abuela Julia Maesa comprendiendo la situación, lo convenció para que nombrar como sucesor a su primo Alejandro Severo .En el año 222 fue asesinado por los pretorianos. Opuestamente a su primo, había recibido una óptima educación. Se sentía muy atraído por las ideas religiosas y filosóficas de los estoicos. Pero su carácter era muy débil, y por ello se dejó conducir por dos mujeres sin escrúpulo, su madre y su abuela.

Se busca un acercamiento al Senado. El derroche de las finanzas del Estado desde Heliogábalo hizo necesario reducir el sueldo a las tropas, ello trajo como consecuencia nuevos amotinamientos de los soldados. Los desórdenes estallaron en la propia Roma.

En el exterior la situación era terrible. El Imperio persa trataba de recobrar su antiguo esplendor. Los partos se sublevaban de nuevo contra el Imperio. La situación se hizo tan difícil que Mamea decidió dirigirse al Oriente con su hijo, reuniendo un gran ejército en las provincias. Pero las tropas se verán frenadas por la presencia del Emperador y su madre quien temerosa de la vida de este, al fin regresaron a Roma bajo el pretexto de que “los aires de Mesopotomia le hacían bien”.

En el año 233, incapaz e indeciso, llega con su madre a las orillas del Rin, donde la situación era catastrófica. Los soldados amotinados le dieron muerte a él y a su madre, dejando el Imperio en manos de Maximino, de origen humilde, pero que había salido de las filas del ejército y gozaba de mucha popularidad entre los soldados. Es justamente con el fin de este reinado de Alejandro Severo cuando estalla la crisis, que amenazó romper en trozos el Imperio Romano.

Referencias

  1. Fariñas, María Daisy. Historia del Mundo Antiguo. Editorial Pueblo y Educación. La Habana, 2006, p. 235 ISBN 959-13-0816-7