Sobre muerte de Narciso y otras impresiones
| ||||||||||||||||||||
Sobre muerte de Narciso y otras impresiones . Narra la historia del joven Narciso quien era conocido por su gran belleza. En su orgullo e insensibilidad es castigado por los dioses y se arroja a las aguas enamorado de su propio reflejo.
Argumento
En la mitología griega, Narciso (en griego Νάρκισσος) era un joven conocido por su gran belleza. Las doncellas se enamoraban del a causa de su hermosura, pero él las rechazaba.
Entre las jóvenes heridas por su amor estaba la ninfa Eco, quien había disgustado a Hera y por ello ésta le había condenado a repetir las últimas palabras de aquello que se le dijera. Eco fue, por tanto, incapaz de hablarle a Narciso de su amor, pero un día, cuando él estaba caminando por el bosque, acabó apartándose de sus compañeros. Cuando él preguntó «¿Hay alguien aquí?», Eco respondió: «Aquí, aquí». Incapaz de verla oculta entre los árboles, Narciso le gritó: «¡Ven!». Después de responder: «Ven», Eco salió de entre los árboles con los brazos abiertos. Narciso cruelmente se negó a aceptar su amor, por lo que la ninfa, desolada, se ocultó en una cueva y allí se consumió hasta que sólo quedó su voz.
Para castigar a Narciso por su deshonestidad, Némesis, la diosa de la venganza, hizo que se enamorara de su propia imagen reflejada en una fuente. En una contemplación absorta, incapaz de apartarse de su imagen, acabó arrojándose a las aguas. En el sitio donde su cuerpo había caído, creció una hermosa flor, que hizo honor al nombre y la memoria de Narciso.
Lezama y su obra
Cuando se habla de la irradiación de sentidos que hay en la obra de Lezama – tanto la poética como la que a crítica se refiere- de las influencias que confluyen en su obra y se proyectan con intención de futuridad hasta las mas jóvenes generaciones de escritores cubanos, pero en palabras de la autora: con hálito de progresión – no círculo cerrado de tradición repetido.
Lo que muchos críticos han llamado el tiempo lezamiano, el ser hombre de isla con la perennidad del mar, la inasible combinación de palabras en este poema que posee una intrincada red de accesos, coloca al lector de "Muerte de Narciso" frente a posibles lecturas paralelas y ofrece a los herederos de esta tradición un caudal inagotable de influencias. Así la autora de este grupo de ensayos, de forma muy acertada, analiza críticamente la obra de varios escritores cubanos de todas las generaciones en los que se destacan este potencial de cubanidad que ya se había mezclado, de cierta manera, en el "Narciso de la isla atemperada".
Autora
Lina de Feria nació en Santiago de Cuba en 1945. Poetisa, crítica e investigadora. Ha publicado más de una docena de libros, entre ellos: Casa que no existía 1968, premio David 1967, A mansalva de los años 1990, El ojo milenario 1995, El rostro equidistante 2001, País sin abedules 2006 y Antología boreal 2007. Ha sido merecedora, en varias ocasiones, del Premio Nacional de la Crítica. Figura en antologías y revistas de Cuba, México, Argentina, Chile, EE.UU, España y Francia. En 1999, por El libro de los equívocos, se le otorgó el premio Internacional de Poesía Raúl Hernández Novás.
Contenido
- Sobre Muerte de Narciso.
- Ideas alrededor de la poética de Cintio Vitier.
- El Ánima Viva de Fina García Marruz.
- De Tut- Ank-Amen a los poemas del insomio.
- Claves e invenciones en Roberto Branly.
- Dos libros de César López: por la aventura de la poesía.
- Hernández Novas: descenderemos al abismo mudos.
- Ante la obra de Nancy Morejón
- Aitana Alberti: el estilo de una prosa plurivalente.
- De tres tres.
- El alcance sugestivo de Edel Morales.
- Contra lo foráneo: las poéticas de Rafael Díaz Pérez y René Coyra.
- En la plaza de Liudmila Quincoses.
- Notas sobre el tomo Rebeldes, de la trilogía poética de las mujeres en Hispanoamérica.
Fuente
- Feria L. Sobre muerte de Narciso y otras impresiones. Santa Clara: Editorial Sed de Belleza, 2009.
