Toma de Guisa (1872)

Toma de Guisa (1872)
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Ataque y toma de Guisa por Calixto García Íñiguez.
Fecha:17 de octubre de 1872


Toma de Guisa (1872). El 17 de octubre de 1872 fuerzas del Ejército Libertador, integradas por la 2da Brigada de la División Cuba y los regimientos de Jiguaní y Holguín, bajo el mando del mayor general Calixto García Íñiguez, atacaron y destruyeron este poblado, que en aquellos momentos era un importante centro fortificado español.

Localización

Guisa es el pueblo cabecera del actual municipio del mismo nombre, en la provincia Granma, a 16 km al sureste de Bayamo, capital provincial, en la Sierra Maestra, a unos 200 m de altitud. En aquella fecha pertenecía a la jurisdicción de Bayamo de la antigua provincia de Oriente.

Contexto

El 20 de junio de 1872 Calixto García sustituyó a Máximo Gómez en la jefatura de la División Cuba, que abarcaba los distritos de Baracoa, Guantánamo, Santiago de Cuba y El Cobre, manteniendo el mando de la División de Holguín. Gómez había sido destituido por discrepancias con el gobierno de la república en armas. El 6 de julio García asaltó al poblado de Samá, y el 17 de octubre atacó a Guisa, preludio de la heroica toma de Holguín, ocurrida entre los días 19 y 20 de diciembre de ese año.

Desarrollo

Las defensas del poblado de Guisa consistían en varios fortines rodeados de fosos y trincheras. La guarnición estaba integrada por una compañía del Regimiento de Antequera y voluntarios. El plan inicial de Calixto García para este ataque había previsto llevarlo a cabo el día 10 de octubre de 1872, con vistas a conmemorar el alzamiento de la Demajagua, y se iba a realizar en coordinación con un numeroso grupo de voluntarios del pueblo que volverían sus armas contra España al comenzar la acción.

Sin embargo, la conspiración fue delatada por un traidor, lo que condujo a que los españoles fusilaran a los oficiales, clases y varios soldados complotados. La guarnición fue reforzada con tropas de línea y artillería. Al conocer estos hechos, Calixto decidió esperar algunos días para ajustar el plan a las nuevas circunstancias.

El ataque a Guisa se inició a las 23:00 horas del 17 de octubre. El mismo se llevó a efecto dividiendo las fuerzas en tres grupos que debían entrar en el pueblo por diferentes lugares: por el camino de Corralillo lo harían los hombres del teniente coronel Flor Crombet y del Comandante Mariano Torres, por el de Bayamo, los del Comandante Sánchez, y por el de El Hoyo, los del Comandante Ruiz, mientras el teniente coronel Saladrigas, con parte de su batallón y dos compañías de la 2da Brigada, ocupaba posiciones en el camino de Bayamo para impedir la llegada de refuerzos.

Al iniciarse el asalto, los españoles de las tropas de línea se encerraron en los fortines sin permitir que los voluntarios de origen cubano lo hicieran por temor a que estos volvieran sus armas contra ellos. Después, al comprobar el pequeño número de atacantes, salieron y se entabló una dura pelea en la plaza y zonas aledañas, pero tuvieron que replegarse nuevamente a los fortines. Esta maniobra se repitió en tres ocasiones hasta que se replegaron definitivamente dejando el poblado en poder de los insurrectos.

Las bajas españolas fueron considerables: en las calles quedaron más de 50 muertos y muchos heridos fueron llevados a los fuertes. Por los cubanos hubo cuatro muertos y cuatro heridos. Pasaron a las filas libertadoras 38 voluntarios con sus familias. El botín ocupado resultó importante: algunas armas, municiones, ropas, comestibles y gran cantidad de reses. Los insurrectos incendiaron el pueblo antes de abandonarlo. Las fuerzas cubanas se retiraron a la altura llamada La Caridad, en espera de un ataque que no se realizó.

Fuentes

  • Arcadio Ríos. Hechos y personajes de la Historia de Cuba. Recopilación Bibliográfica. La Habana, 2015. 320 p.
  • Juan E. Casasús. Calixto García. El estratega, La Habana, 1962. Págs. 68-70.
  • Empresa de Cartografía. Esbozo biográfico del mayor general Calixto García, Holguín, 1987. Pág. 6.
  • María C. Eduardo Vázquez. Guisa en tres tiempos, La Habana, 1982. Págs. 84-95
  • Abelardo Padrón. El general Flor. Apuntes para una historia de su vida, La Habana, 1976. Págs. 57-60.