Tularemia en perros

Tularemia en perros
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Tularemia en perros. Es una enfermedad zoonótica bacteriana que ocasionalmente es vista en perros. Está asociada con múltiples especies animales, incluyendo a los humanos y puede ser adquirida a través de contacto con animales infectados. También es comúnmente conocida como Fiebre de los Conejos, por su modo de transmisión, aun cuando puede infectar varios tipos de animales y ser transmitida por cualquier animal infectado, como tal, la bacteria también puede ser adquirida por la ingestión de agua contaminada o por contacto directo con suelos infectados, donde el organismo puede permanecer en un estado infeccioso por muchos meses.

La infección a menudo es causada por la ingestión de mamíferos infectados, como cuando un perro caza un pequeño animal, ave o reptil, a través del agua o por mordeduras de garrapatas, ácaros, pulgas o mosquitos todos estos pueden portar y transmitir la bacteria. La bacteria también puede infectar a un perro a través de la piel o entrando por sus vías aéreas, ojos y sistema gastrointestinal.

Uno de los vectores más comunes de F. tularensis es la garrapata, que incluye la garrapata americana del perro, la garrapata estrella solitaria, garrapata de las montañas rocosas, junto con otros tipos de garrapatas.

Síntomas

Causas

  • Infección bacteriana (Francisella)
  • Contacto con una fuente de infección

Diagnóstico

Deberá entregarle a su veterinario un historial detallado de la salud de su perro y sus actividades recientes, incluyendo los viajes, mordidas de garrapata y contacto con otros animales o mascotas.

El veterinario realizará un examen físico completo de su perro. Se realizará un hemograma, perfil bioquímico, panel de electrolitos y un urianalisis. Si F. tularensis está presente, los resultados del recuento sanguíneo completo pueden mostrar un aumento de los glóbulos blancos, pero esto no ocurre siempre. Los exámenes también pueden mostrar niveles bajos de plaquetas (trombocitopenia), estas células ayudan en la coagulación sanguínea.

El perfil bioquímico puede revelar niveles alto anormales de bilirrubina (hiperbilirrubinemia) y niveles sanguíneos de sodio y glucosa más bajos de lo normal. SI los exámenes de sangre revelan altos niveles de bilirrubina, el pigmento de color amarillo-anaranjado que se encuentra en la bilis, esto puede indicar que existe un daño hepático. Esta condición comúnmente es caracterizada por síntomas de ictericia. El urianalisis puede también revelar altos niveles de bilirrubina y sangre en la orina.

Su veterinario puede necesitar la ayuda de un laboratorio especializado para confirmar el diagnostico. En algunos casos el diagnostico no es tan obvio y será necesario tomas muestras para mandar a cultivo ? crecimiento controlado en un laboratorio para definir el organismo causal.

Los métodos moleculares tales como la reacción en cadena de polimerasa (PCR), un método que distingue la presencia de la enfermedad basándose en su código genético, está disponible en algunos laboratorios. El microbiólogo debe ser informado cuando se sospecha de tularemia, ya que F. tularensis requiere un medio de cultivo especial. No puede ser aislado en el medio de cultivo de rutina porque necesita donantes del grupo sulfhídrico (tales como cisteína). Los test serológicos (detección de anticuerpos en el suero de los pacientes) está disponible y es muy usado. La reacción cruzada con brucela puede confundir la interpretación de los resultados, y por esta razón el diagnostico no debe basarse solo en la serología.

Tratamiento

El tratamiento temprano es el pilar de una resolución exitosa y de una cura de los síntomas. Existe una alta tasa de mortalidad en los pacientes que no son tratados prontamente. Su veterinario le recetará antibióticos para controlar la infección y los síntomas relacionados. Su perro puede necesitar antibiótico terapia por varios días para una completa resolución de los síntomas.

Vida y Gestión

El pronóstico general es reservado, especialmente en animales que no son tratados a la brevedad en el curso de la enfermedad.

Como se mencionó previamente, F. tularensis es una infección zoonótica, queriendo decir que puede ser contagiada de una especie a otra. Si su perro está infectado con esta bacteria usted deberá tomar precauciones especiales para protegerse de la infección. La bacteria a menudo entra en el organismo a través de la piel y membranas mucosas dañadas o por inhalación. En algunos casos, ha ocurrido en la peluquería canina y en cazadores caza que están en más riesgo de inhalar la bacteria en procesos de pelado. Ingerir agua infectada, tierra o comida que se ha contaminado también puede causar infección. En otros casos, ha sido contraída por inhalar partículas de un conejo infectado u otro roedor pequeño que ha sido desenterrado con una cortadora de pasto.

F. tularensis es una bacteria intracelular, significa que es capaz de vivir parasíticamente dentro de las células huésped. Esta bacteria afecta primariamente macrófagos, un tipo de glóbulos blancos, por lo que evade el sistema inmune responsable de destruirla. El curso de la enfermedad es dependiente de la capacidad del organismo para diseminarse a los múltiples sistemas, incluyendo pulmones, hígado, bazo y sistema linfático.

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