Urbano Barbier

Urbano Barbier
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El arquitecto belga-francés Barbier dejó su impronta en la arquitectura de la Mendoza.
NombreUrbano Barbier
Nacimiento1830
Bandera de Bélgica Bélgica
Fallecimiento3 de agosto de 1897
Mendoza,Bandera de Argentina Argentina
NacionalidadBélgica
OcupaciónIngeniero y arquitecto
CónyugeDoña Antonia Varela
HijosUrbano Segundo, Cleofás, Lucila y Carlos
PadresCarlos Barbier y Francisca Foulain

Urbano Barbier. Un arquitecto que supo orientar el grafito y el cincel para realizar construcciones que resistieron el paso del tiempo. Un arquitecto generoso en volcar los conocimientos aprendidos allá lejos y entonces. Un arquitecto que soñó con una Mendoza engrandecida y pujante.

Datos biográficos

Nacimiento

Nació en Bélgica en el año 1830, naturalizado francés, hijo de Carlos Barbier y Francisca Foulain; ambos de nacionalidad Francesa.

Estudios

Cursó sus estudios en Francia y decidió aproximadamente entre los años 1853-1854.

Ámbito social y familiar

Como todo joven con inquietudes, emprender su viaje hacia América para probar suerte y conquistar nuevos horizontes que permitieran exteriorizar y aplicar sus conocimientos. Para ello, existió seguramente, un disparador que lo motivó y cuya respuesta creemos encontrar en el siguiente párrafo:

“Argentina a lo largo de casi dos siglos, se proyectó para los belgas a la vez como un destino americano y un renacimiento europeo, una tierra lejana y casi exótica, pero también próxima y familiar, Ya en los años 60 del siglo pasado, Amberes consideraba a Buenoseer, de zusterstgad, (Buenos Aires), la ciudad hermana. Hoy día decenas de miles de belgas pueden encontrar en su pasado familiar algún antepasado o recuerdo en Bélgica. Si bien so faltan estudios sobre las inmigraciones y presencias británicas y francesas, alemanas ó italianas en Argentina, sus lazos históricos con Bélgica no han merecido hasta ahora una atención especial ni mucho menos un primer estudio en profundidad. En este libro en los deltas de la memoria historiadores Argentina y Bélgica examinan estas conexiones en todas sus facetas económicas, políticas y culturales, valorándolas en su cohesión social y su contexto atlántico como en lo individual y singular. Confrontando puntos de vista de ambos lados, es tanto una síntesis provisoria como un inventario de cuestiones y temas abiertos”.
Bard de Croof 1998 – pag.181-“Los Deltas de la Memoria” Bélgica y Argentina en el siglo XIX y XX

Al arribar al puerto de Buenos Aires, existieron inconvenientes que obligaron al Buque a continuar viaje hacia el sur para pasar por el estrecho de Magallanes y tuvo que desembarcar en Chile. Al poco tiempo de residir en dicho país se relaciona con inmigrantes de Francia ya establecidos, que se reunían en salones sociales con la alta sociedad chilena donde conoce a quien sería su esposa. Es también allí donde establece contactos con distintas personalidades de la época escuchando relatos de lo que pregonaba Domingo F. Sarmiento: la necesidad de profesionales en ese momento en nuestro país. Esto cautivó su interés y luego de un periodo que le permitiese reacomodar sus compromisos, ingresa a Argentina desde Chile, entre los meses de noviembre a febrero del año 1860. Viaje que realiza a lomo de mula, único medio de transporte disponible para esa época. Emprende la larga travesía acompañado por su esposa Doña Antonia Varela (fallecida el 19 de junio de 1884), quien muestra su temple para afrontar el tedioso viaje, al estar en sus primeros meses de embarazo.

Su destino era la provincia de Córdoba para cumplir con el compromiso de diseñar y construir el casco de una estancia en la propiedad de Don Lucas González Pinto, quien por entonces era Ministro de Hacienda del presidente Don Bartolomé Mitre. Debido al estado de su esposa, decide establecerse un tiempo en la provincia de Mendoza, donde a poco tiempo de residir, tiene el infortunio de sufrir las consecuencias del terremoto del 20 de marzo de 1861 que destruyó casi en su totalidad ésta ciudad. Esto marcó profundamente y cambió los proyectos del matrimonio que a pesar de la adversidad y sin dejar de cumplir el compromiso contraído, deciden quedarse. Urbano Barbier resuelve poner sus conocimientos a disposición del lugar para la reconstrucción edilicia de una población destruida; dispuesto a aplicar su formación profesional con el desafío de una visión futurista. Buscando, de esta forma, darle altura a Mendoza con diseño europeo en remplazo de la chata construcción de adobe de la época.

Familia Urbano Barbier

Ese mismo año, en el mes de julio, nace su primer hijo Urbano Segundo; con el paso del tiempo llegarían tres hijos más Cleofás, Lucila y Carlos. Formando así su familia y consolidando su firme decisión de establecerse en Mendoza.

Su actuación profesional

Los proyectos del Ingeniero arquitecto Urbano Barbier, se inscriben absolutamente en la corriente arquitectónica, que reconoce como fundamental a tres ideas centrales: el academismo, el eclecticismo y el clasicismo. Esta condición tripartita lo confirma dentro de la arquitectura típica característica de fines del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. Las academias como instituciones dedicadas a la enseñanza de la arquitectura son un emergente de la cultura del Renacimiento, y por lo tanto, su origen es italiano. Sin embargo, desde comienzos del siglo XVIII el centro de la actividad académica de arquitectura, especialmente a nivel teórico, se fue desplazando de Italia a Francia. Es así como a fines del siglo XIX,la escuela de arquitectura más famosa, la más prestigiosa y por consiguiente la de mayor influencia en el mundo entero fue la célebre Ecole Des Beaux Arts de Paris.

Después del terremoto de 1861, la reconstrucción de la ciudad de Mendoza, estuvo en manos de técnicos extranjeros, en particular italianos y franceses. Es aquí donde se destaca, como fue mencionado anteriormente, el ingeniero arquitecto Urbano Barbier, aportando sus innovadores conocimientos técnicos científicos para mejorar la construcción de la época.

En el Archivo Histórico de la Provincia de Mendoza, se comienza a ver la actuación del Ingeniero Arquitecto Urbano Barbier, en numerosos registros existentes y sobre todo su participación en la mayoría de las obras públicas, a partir del año 1863.

Diseño, construcción y/o participación en distintas obras edilicias.

El Ingeniero Arquitecto Urbano Barbier, se destacó pos-terremoto como proyectista y constructor de templos. Participó en la construcción de las más importantes obras públicas y privadas de la época, al principio asociado a dos franceses, Sebelin y Jouvert, siendo dentro del equipo, el más formado desde el punto de vista técnico científico, actuando en distintos puntos de Argentina, principalmente en la Provincia de Mendoza, como “Empresario de Obras”, se destacaron los proyectos y edificación de:

  • La Casa Alta – 1889-1893
  • Escuela Normal de Maestros Domingo F. Sarmiento – 1872
  • Primer Casa de Gobierno de Mendoza – 1871
  • La Igelsia Matriz – 1872
  • Escuela Avellaneda
  • Escuela Patricias Mendocinas
  • Colegio Normal de niñas
  • Teatro Municipal
  • EL Torreón de la Plaza Cobos – 1880
  • Basilica de San Francisco - 1875-1893
  • Iglesia y Vivienda de los Jesuitas- 1887-1908
  • Catedral Atedral de la Provincia de Mendoza
  • Finca La Enriqueta
  • El Molino
  • Finca Tromel

Transitar las calles de Mendoza, es encontrarse a cada paso con la conjunción de un pasado y un presente arquitectónico que genera la nostalgia de un antes siempre presente y la irrupción novedosa de un futuro prometedor.

Al igual que sus construcciones, Don Urbano resistió a los avatares que iba encontrando en su camino. Avatares que se sucedían, quizás por ser forastero, o tal vez por la precisión en su conducta, la que medía y analizaba meticulosamente como cada diseño que hacía.

Don Urbano, un arquitecto que quiso legar a esta tierra que lo contuvo de sus añoranzas de la Patria lejana, su obra más preciada. Una obra que todo ser humano puede hacer, pero que no cualquiera puede diseñar y construir. Y fue justamente en esta obra, su familia, en la que Don Urbano dejó escapar su mayor capacidad creativa colocando los cimientos necesarios para su prolongación en el transcurrir del tiempo.

Así es como hoy, varias generaciones de por medio, aún perdura aquello transmitido por él y que hoy nos atrevemos a rescatar en un ensayo de un homenaje humilde a su memoria. El destino le había asignado un lugar en el mundo y ese fue nuestra Mendoza, donde trabajo intensamente, dejándonos su impronta familiar y profesional. Es en ésta tierra donde hoy descansan sus restos.

Su contribución a la Cultura y Desarrollo de Mendoza

Sus ansias de progreso y su formación académica hicieron de Urbano un hombre emprendedor aportando a en principio a la cultura mendocina crecimiento bibliográfico creando, en enero de 1884, la más importante librería en la ciudad de Mendoza, según menciona el artículo publicado por el diario El Constitucional:

“Hemos tenido ocasión de visitar este establecimiento, recientemente abierto en la calle San Martin Nº 280 (antes San Nicolás) y de propiedad del señor Barbier é Hijo. Podemos sin hesitar clasificarlo como el primero de esta especie en Mendoza, pues esta al nivel de las primeras librerías de Buenos Aires”.
Diario El Constitucional – Mendoza – día 7 de febrero de 1884

Esta librería tuvo destacada trascendencia recibiendo publicaciones de todos los periódicos y publicaciones de Europa y América Latina.

Por otro lado Barbier deja traslucir su lado solidario cuando ante la epidemia de cólera que azotó a la provincia, en diciembre del 1886, realiza un aporte de dinero en ayuda de los afectados por la epidemia.

Muerte

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Falleció a las 15 horas del día 3 de agosto de 1897, a la edad de 67 años en su domicilio particular calle Constitución Nº 5 (hoy Alberdi esq. R. E. de San Martín). Sus restos descansan: En el Cementerio de la Capital de Mendoza, Panteón “B” Cuerpo Nº 4 – Nicho Nº 877

Fuentes

(Arq. Silvia A. Cirvini 1989) - La estructura profesional y técnica en la construcción de Mendoza: Volumen 1

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