Vicente López y Planes

Vicente López y Planes
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208 * 244
NombreAlejandro Vicente López y Planes
Nacimiento3 de mayo de 1785
Buenos Aires, Bandera de Argentina Argentina
Fallecimiento10 de octubre de 1856
Buenos Aires, Bandera de Argentina Argentina
Nacionalidadargentina
Ocupaciónescritor y político
CónyugeLucía Petrona Riera Merlo (1813-1856)

Alejandro Vicente López y Planes (Buenos Aires, 3 de mayo de 1785 - Buenos Aires, 10 de octubre de 1856). Poeta y político argentino. Su nombre está estrechamente ligado a los hechos más sobresalientes de la historia de su país. Ejerció la presidencia de Argentina después de Juan Manuel de Rosas. Autor de la letra del Himno Nacional argentino, adoptado el 11 de mayo de 1813. Fue uno de los poetas neoclásicos argentinos que más contribuyó a la literatura de Mayo, cantándole a la Patria nueva.

Síntesis biográfica

Era hijo de padre español y madre porteña. Sus primeros estudios los realizó en la Escuela San Francisco, para luego seguir en la escuela secundaria en el Real Colegio San Carlos, hoy Colegio Nacional de Buenos Aires y los superiores en la Universidad de Chuquisaca, donde se doctoró en Derecho.

Hijo de Domingo Lorenzo López de Santiago (español), y de María Catalina Josefa Planes y Espinosa (porteña), inició sus estudios primarios en la Escuela San Francisco, cursando los secundarios en el Real Colegio San Carlos, hoy Colegio Nacional de Buenos Aires. Obtuvo el doctorado en leyes en la Universidad de Chuquisaca. Se desempeñó como capitán del Regimiento de Patricios durante las Invasiones Inglesas. Luego de la victoria porteña compuso un poema titulado El triunfo argentino.

Participó en el Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810 y apoyó la formación de la Primera Junta. Tenía buenas relaciones con Manuel Belgrano. Fue enviado al norte con la Expedición Auxiliar a las provincias, como secretario auditor de su jefe, el coronel Francisco Ortiz de Ocampo. Cuando éste fue dejado de lado por su oposición al fusilamiento del ex virrey Santiago de Liniers, regresó a Buenos Aires. Cuando los miembros realistas del cabildo porteño fueron expulsados, fue electo alcalde de la ciudad. Fue enemigo del partido de Cornelio Saavedra y uno de los creadores del Primer Triunvirato, del cual fue Síndico y secretario de Hacienda. El 3 de enero de 1812 fue reemplazado como Síndico del cabildo por el jurisconsulto Miguel Mariano de Villegas.


Durante las invasiones inglesas, actuó como oficial del Regimiento de Patricios y su comportamiento en las jornadas de la defensa le valió el ascenso a capitán.

Participó en el cabildo abierto de 1810. Marchó al Norte, como secretario del jefe del Ejército Auxiliar y fue secretario de hacienda del primer triunvirato. Nombrado diputado a la Asamblea del año XIII, fungió como presidente provisional tras la renuncia de Rivadavia. Ocupó los cargos de ministro del gobernador federal Dorrego, y presidente del Tribunal de Justicia bajo el gobierno de Rosista. Gobernador de Buenos Aires después de Caseros, asistió en ese carácter al Acuerdo preconstitucional de San Nicolás en 1851.

Su amistad con el canónigo José Valentín Gómez (lector de filosofía y ética en el colegio de San Carlos) tuvo mucho que ver en su afiliación al partido de Alvear. A la caída de este, después de la sublevación de Fontezuelas (1815), López fue llevado a la cárcel y procesado. El Tribunal en comisión no le encontró otro crimen que el de "haber pertenecido a la facción", por lo que le dio una condena de dos meses.

Entre 1825 y 1826, se convirtió en maestro de latín de su hijo Vicente Fidel, de diez años de edad. Tras la caída de Dorrego, en marzo de 1829, el doctor López se trasladó a Mercedes (Provincia Oriental) y quedó allí hasta el fin del gobierno de Lavalle.

Ya en pleno período rosista, en 1837, al inaugurarse el Salón Literario de Marcos Sastre, fue invitado a presidir el acto y pronunció un discurso de media hora de duración.

En 1843, Rosas lo nombró presidente del Tribunal Superior de Justicia. El 20 de diciembre de 1850, escribió a Rosas una patética carta en la que le exponía sus angustias económicas y la queja por no figurar entre los miembros recién electos de la Legislatura federal.

Muerte

Falleció en su ciudad natal el 10 de octubre de 1856 a los 71 años de edad habiéndole concedido el destino el privilegio de ser actor y testigo de la historia de su patria en el período más difícil, el de la liquidación colonial. Sus restos mortales se encuentran en el Cementerio de la Recoleta de la Ciudad de Buenos Aires.

La marcha patriótica

Dentro de las grandes creaciones de Vicente esta la marcha patriótica que la Asamblea del Año XIII, el 11 de mayo de 1813 aprobó por unanimidad, como única marcha nacional.

En conmemoración de esta fecha, se estableció el día 11 de mayo, Día del Himno Nacional. El maestro español de piano y violín, Blas Parera fue quien tuvo a su cargo la partitura musical. En 1860, el maestro Juan Esnaola realizó unos ajustes a la música del Himno, basándose en antiguos manuscritos de Parera, y en 1944 estos arreglos fueron declarados por el Poder Ejecutivo, como versión musical definitiva. El Himno fue ejecutado por vez primera en la casa de Mariquita Sánchez de Thompson, dama de la sociedad porteña de la época.

López y Planes no solo escribió el Himno de Argentina, sino también "El triunfo argentino", inspirado en la victoria sobre los invasores ingleses; y otras composiciones patrióticas, que se publicaron en la Lira argentina, primera colección de poesías argentina aparecida en 1824.

Las composiciones no se diferencian de otras, compuestas en relación con la Revolución de Mayo. En todas ellas importan más la individualidad de los autores, los temas y las finalidades perseguidas. Muchas veces aparecieron como anónimas, porque fueron sentidas como creaciones colectivas a través de las cuales la burguesía criolla convocaba a los otros grupos sociales a aniquilar al enemigo.

Características de sus obras

Estas composiciones poéticas estuvieron ligadas a la aparición del concepto de "nación", y a la expresión de sentimientos de amor por la patria y de orgullo por sus héroes. Sus principales características son:

  • Poesía comprometida y celebrativa. El compromiso se expresa a través de la identificación del yo lírico con la causa de la independencia: la actitud celebrativa se manifiesta a través de valoraciones subjetivas.
  • El poeta se identifica con el prócer. La poesía es entendida como otra manera de luchar en contra de los enemigos. La identificación mencionada se verbaliza a través del uso de la primera persona del plural, que incluye al poeta y a los guerreros:
  • Exaltación de la libertad y de la independencia. El poema es comparable a un discurso público o a una arenga militar. Se apela a un público que escucha. Los protagonistas de la independencia son exaltados como héroes de poemas épicos.
  • Versificación. Se prefieren los versos de arte mayor (endecasílabos, decasílabos). Combinados a veces, en el caso de la silva, con heptasílabos. Las rimas son consonantes. Las estrofas que aparecen más a menudo son la silva y la octava rima.

Imágenes desvalorativas del enemigo.

Fuentes