Volcán Osorno (Chile)

Volcán Osorno
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Ubicación Geográfica:Se le ubica geográficamente entre las sureñas provincias chilenas de Osorno y Llanquihue.

El Osorno es un estratovolcán que se encuentra ubicado en la cordillera de los Andes, al borde del lago Llanquihue, en Chile.

Descripción

Con dos mil 652 metros de altura y un imponente cono, se levanta majestuoso al lado opuesto de la ciudad de Frutillar, de la cual, sólo las transparentes aguas del lago Llanquihue lo separan. Se le ubica geográficamente entre las sureñas provincias chilenas de Osorno y Llanquihue.

Toponimia

Fueron los colonialistas españoles quienes bautizaron al volcán con su nombre actual, porque lo veían desde cualquier punto de la ciudad de Osorno. Si hubieran preguntado a los mapuches, hubieran sabido que ellos lo llamaban Peripillán, un espíritu perverso que fue desterrado y lanzado a la tierra, del cual según esa leyenda surgió esta mole volcánica, que adentro vive y ahora duerme.

Y de este mismo castigo surge también la leyenda del nacimiento del lago, el segundo más grande de Chile, con sus 86 mil hectáreas cubiertas a saber de agua, o según la leyenda, de lágrimas.

Osorno mitos y leyendas

En 1835 el Osorno le dió a Charles Darwin la posibilidad verlo estallar, a pesar de que el científico estaba en esos momentos en la algo más lejana ciudad de Ancud. Su última erupción ocurrió en 1869 y por esa confianza, cada año, miles de turistas con espíritu aventurero llegan en invierno a esquiar y en verano a desafiar sus peligrosas fisuras.

A las leyendas mapuches sobre el volcán y el lago se suma otra, y en ella están involucrados Aitana, hija del poeta español Rafael Alberti (1902-1999), su esposa, también poeta, María Teresa León y el chileno Pablo Neruda (1904-1973).

En su libro La arboleda compartida, editado por la Colección Sur, Aitana, residente en La Habana y nacida por las vueltas del exilio de sus padres en Buenos Aires en 1941, narra cómo llegó desde el sur chileno enferma, con apenas cinco años de edad, y al dar los primeros pasos titubeantes, pudo ver desde su ventana la imagen impresionante del Osorno.

Escribe: "Me levanto, a pesar de las protestas de mi madre. Deseo contemplar más de cerca aquel prodigio".

Recuerda luego que en una mañana de 1946 vio, desde la cabaña de madera donde se alojaba con sus padres, la llegada (siempre al parecer era una fiesta) de Neruda y su esposa Delia, ataviados con ponchos araucanos y bajo el abrigo de esas prendas blanquinegras, el regalo del poeta a la niña: un perrito.

Apegados a la costumbre suramericana de que los niños llaman tías y tíos a los amigos de sus padres, Aitana recibe también del Poeta el regalo de una historia que él contó así:

Aún en la distancia, el volcán Osorno impone "Desde su remota infancia, hace milenios, Osorno es un gigantón de muy malas pulgas. Cuando enfurece, lanza a los cuatro vientos palabrotas e insultos por su boca redonda, en forma de chorro de fuego derretido que se escurre por el forzudo cuerpo arrasándolo todo: casas, vacas, perros, caballos, árboles y personas. Osorno imita a la perfección los estallidos del trueno y hermana su poder destructivo con el del rayo, aunque sea mucho más terrible que éste. Y así, se desgañita durante un tiempo que a los pobres mortales les parece eterno. A partir de ese instante, el feroz río incandescente se va petrificando lentamente’’

"No bien se cure, sobrina, recoja en la orilla de la laguna algunas de estas piedrecitas negras y guárdelas en los bolsillos. Entonces cuando le de una rabieta y quiera decirles cosas feas a sus amiguitas, o a su mamá, cierre bien la boca y entrégueles un insulto de volcán".

Confiesa Aitana, ya escritora, que en vano buscó alguna pista que confirmara la leyenda nerudiana sobre el Osorno. Finalmente parece haberla dejado como podemos hacer también nosotros, como lo que es: la historia de una enormidad de montaña dormida, cascarrabias de vez en cuanto, pero que nos regala mientras duerme, el espectáculo impresionante de su figura majestuosa.

Atractivos

Es considerado, junto con el Fuji Yama de Japón, uno de los conos más perfectos y bellos del denominado cinturón de fuego del océano Pacífico. El vulcanismo activo es una de sus principales características, aunque desde 1950 no se presenta ninguna forma importante de actividad, a diferencia de lo que ocurrió en los siglos XVIII y XIX, en los que las erupciones arrasaron la vegetación de sus faldeos. La actividad volcánica permite la existencia de una gran cantidad de fuentes termales, que, junto a la rica flora (vegetación higrófita principalmente) y fauna de sus laderas y las excelentes condiciones para el montañismo, hacen del volcán uno de los atractivos turísticos más importantes de la zona.

Fuentes