Diferencia entre revisiones de «Raquel Arnaud»
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Revisión del 17:02 7 feb 2025
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Raquel Arnaud fue una reconocida artista de la plástica y galerista muy popular durante la década del 60 en Brasil.
Sus primeros pasos de en este campo fueron al entrar en contacto con importantes figuras del arte, como Lasar Segall y Pietro Maria Bardi. Con el profesor Bardi, trabajó en las primeras etapas del Museo de Arte de São Paulo (Masp) en su actual sede, en la Avenida Paulista, entre 1968 y 1971.
Trayectoria
En 1973, Raquel Arnaud abrió su primera galería: la Oficina de Artes Gráficas, donde permaneció hasta 1979. Durante el mismo período, por invitación de la Rede Globo de Televisão, dirigió la galería Arte Global, donde fortaleció relaciones con artistas como Iole de Freitas, Anna Maria Maiolino, Lygia Pape, Roberto Magalhães y Carlos Vergara, entre otros.
En seis años al frente de Arte Global, organizó alrededor de un centenar de exposiciones.
Abstracción geométrica en su obra
En 1980, con la creación del Gabinete de Arte Raquel Arnaud, enfocada en uno de los segmentos más importantes del siglo XX –la abstracción geométrica–, Raquel se rodeó de artistas/socios/amigos como Sergio Camargo, Lygia Clark, Amilcar de Castro, Mira Schendel, Arthur Luiz Piza, Waltercio Caldas, Tunga, José Resende, Nuno Ramos y Hércules Barsotti.
Este elenco de artistas hizo crecer el Gabinete de Arte, cuyos catálogos, invitaciones y publicaciones, elaborados con diseñadores y grandes artistas como Fernando Lemos, Willys de Castro y Waltercio Caldas, se convirtieron en una de las señas de identidad del trabajo de la galerista Raquel Arnaud.
Nueva etapa profesional
Galería Raquel Arnaud
En 2011, con el cambio de domicilio y nombre, de Gabinete a Galería Raquel Arnaud, la galerista inauguró una nueva etapa profesional y personal, en la que será posible, además de acercarse al público y a sus clientes, explorar nuevos universos artísticos, como la fotografía.
Sin embargo, la particular relación de Raquel con los artistas que representa, marcada por una afinidad que comienza con el encantamiento por la obra y evoluciona hacia la amistad y la complicidad logradas a través de una larga colaboración, seguirá siendo siempre uno de los mayores rasgos distintivos de Raquel Arnaud.
