Pedro Shimose
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Labor literaria
Conjuntamente a la poesía, cultivó la novela, la biografía y el ensayo, y ejerció de periodista durante un periodo; impartió también docente en la Universidad Mayor de San Andrés (La Paz). Inició previamente en la labor literaria, que no abandono en ningún instante. Entre sus publicaciones enfatizan Triludio tras el exilio (1961) y Sardonio (1967), donde emerge la sombra de César Vallejo, en una suerte de humanismo atormentado próximo a fórmulas dadaístas. Característico que el progreso del poeta fue abandonando en vistas a la composición de una lírica más expresiva, próxima al contexto hispanoamericana, según fue el su siguiente obra: Poemas para un pueblo (1968).
Obras poéticas
Luego, en Quiero escribir pero me sale espuma (1972), el atributo a uno de los versos de Poemas humanos de Vallejo manifiesta de nuevo la ansiedad de un sentimiento encrespado de la poesía, en el que la patria boliviana renace como un referente punzante. Este último título le correspondió el premio Casa de las Américas. Otras obras siguientes fueron Caducidad del fuego (1975), Al pie de la letra (1976), Reflexiones maquiavélicas (1980) y Bolero de caballería (1985).
Antología de su obra
Mediante el título de Poemas (1988) surgió una antología de su obra en Madrid, ciudad en la que había establecido en 1971 su recinto tradicional. A continuación se anunciaron Riberalta y otros poemas (1996) y No te lo vas a creer (2000). En 1999 acogió el Premio Nacional de Cultura en su país. Publicó igualmente un libro de cuentos nombrado El Coco se llama Drilo (1976) y una Historia de la Literatura Latinoamericana (1989), y tuteló el Diccionario de autores iberoamericanos (1982).
