Irving Fisher
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Irving Fisher (27 de febrero de 1867 - 29 de abril de 1947) fue una de las figuras más influyentes y prolíficas en la historia del pensamiento económico estadounidense. Matemático de formación, estadístico pionero, inventor, activista social y economista neoclásico de renombre, Fisher dejó un legado complejo y duradero que transformó la manera de entender la teoría monetaria, las tasas de interés, los números índice y las crisis financieras. Sin embargo, su brillante carrera también estuvo marcada por predicciones económicas erróneas y su controvertida defensa de la eugenesia.
Sumario
Primeros años y formación académica
Nacido en Saugerties, Nueva York, Fisher demostró una temprana aptitud para las matemáticas. Se graduó con honores del Yale College en 1888, donde también obtuvo el primer doctorado en economía otorgado por la institución en 1891. Su tesis doctoral, "Investigaciones matemáticas sobre la teoría del valor y los precios", fue una obra pionera que aplicó rigurosos métodos matemáticos al análisis económico, una aproximación que caracterizaría gran parte de su carrera. Figuras europeas de la talla de Francis Edgeworth y Vilfredo Pareto elogiaron su trabajo, reconociendo la originalidad y el poder de su enfoque.
Tras pasar un tiempo estudiando en Berlín y París, Fisher regresó a Yale, donde desarrollaría la totalidad de su carrera académica, primero como tutor de matemáticas y luego como profesor de economía política a partir de 1898. Su vida personal estuvo marcada por la tragedia y la resiliencia; contrajo tuberculosis poco después de casarse, una enfermedad que también afectó a su esposa y a su hija. Esta experiencia personal lo impulsó a convertirse en un ferviente defensor de la salud pública y la eugenesia, temas a los que dedicó considerable tiempo y esfuerzo.
Contribuciones teóricas fundamentales
La vasta obra de Fisher se caracteriza por su claridad analítica y su afán por aplicar la teoría económica a problemas prácticos. Entre sus contribuciones más destacadas se encuentran:
- La teoría cuantitativa del dinero y la ecuación de intercambio: Fisher es quizás mejor conocido por su formulación moderna de la teoría cuantitativa del dinero. En su influyente obra "El poder adquisitivo del dinero" (1911), presentó la célebre ecuación de Intercambio:
M ⋅ V = P ⋅ T
Donde:
- M representa la oferta monetaria total en circulación.
- V es la velocidad de circulación del dinero (el número promedio de veces que una unidad monetaria cambia de manos en un período determinado).
- P es el nivel general de precios.
- T representa el volumen total de transacciones económicas.
Fisher argumentaba que, si V y T se mantenían relativamente estables a corto plazo (suposiciones que generaron debate), entonces un cambio en la oferta monetaria (M) conduciría a un cambio proporcional en el nivel de precios (P). Esta teoría tuvo profundas implicaciones para la política monetaria, sugiriendo que los bancos centrales podían controlar la inflación mediante la gestión de la oferta de dinero.
- La teoría del interés y la "Impaciencia": En "La teoría del interés" (1930), una de sus obras magnas, Fisher desarrolló una teoría completa sobre la determinación de los tipos de interés. Sostuvo que los tipos de interés reales están determinados por la interacción de dos fuerzas fundamentales: la "tasa de impaciencia" de la sociedad para gastar ingresos en el presente en lugar de en el futuro, y la "tasa de oportunidad de inversión" que refleja la productividad del capital. Esta teoría sigue siendo una piedra angular de la moderna teoría del capital y la inversión.
- La ecuación de Fisher: Ligada a su teoría del interés, la ecuación de Fisher establece la relación entre los tipos de interés nominales y reales, teniendo en cuenta la inflación. Se expresa como:
i ≈ r + π
Donde:
- i es el tipo de interés nominal.
- r es el tipo de interés real.
- π es la tasa de inflación esperada.
Una formulación más precisa es (1+i)=(1+r)(1+π), que se puede aproximar a la aditiva para tasas de inflación bajas. Esta ecuación es crucial para entender cómo la inflación erosiona el rendimiento real de las inversiones y para la toma de decisiones financieras tanto a nivel individual como macroeconómico.
- La Hipótesis de la deflación de la deuda: En respuesta a la Gran Depresión, Fisher desarrolló la "Hipótesis de la deflación de la deuda" en su artículo de 1933 "La crisis y las depresiones". Argumentó que una caída en el nivel de precios (deflación) aumenta la carga real de la deuda, ya que los deudores deben pagar sus préstamos con dinero que vale más. Esto puede llevar a una espiral descendente: los deudores reducen el gasto y venden activos para hacer frente a sus deudas, lo que deprime aún más los precios y la actividad económica, exacerbando la crisis. Esta teoría ha ganado renovada atención en el contexto de crisis financieras más recientes.
- Contribuciones a los números índice: Fisher realizó importantes aportaciones al desarrollo y la teoría de los números índice, herramientas esenciales para medir cambios en variables económicas como los precios y la producción. Propuso varios criterios para evaluar la calidad de los números índice y desarrolló el "índice ideal de Fisher", que combina las ventajas de los índices de Laspeyres y Paasche. Su trabajo en esta área sentó las bases para la medición moderna de la inflación y el crecimiento económico.
El optimismo de 1929 y sus consecuencias
A pesar de su brillantez teórica, Fisher es tristemente recordado por su pública y persistente afirmación, pocos días antes del crac del 29, de que los precios de las acciones habían alcanzado "lo que parece ser una meseta permanentemente alta". Esta predicción errónea, junto con la posterior devastación económica de la Gran Depresión, dañó severamente su reputación y lo llevó a perder gran parte de su fortuna personal, que estaba fuertemente invertida en acciones.
Si bien sus contemporáneos y las generaciones posteriores criticaron duramente este juicio, es importante contextualizarlo. Muchos economistas y líderes de la época compartían un optimismo similar. Además, la crisis misma impulsó a Fisher a desarrollar su influyente teoría de la deflación de la deuda, demostrando su capacidad para aprender y adaptar su pensamiento ante nuevas evidencias.
Eugenesia y activismo social
Más allá de la economía, Fisher fue un activo defensor de la eugenesia, un movimiento que buscaba mejorar la calidad genética de la población humana a través de políticas que fomentaran la reproducción de individuos considerados "aptos" y disuadieran la de aquellos considerados "no aptos". Fundó la Sociedad de Eugenesia Americana en 1921 y promovió activamente sus ideas a través de escritos y conferencias. Esta faceta de su vida es hoy ampliamente criticada por sus implicaciones discriminatorias y su base científica cuestionable, y representa una mancha en su legado intelectual.
Fisher también fue un defensor de la prohibición del alcohol y de una dieta saludable, convencido de los beneficios para la salud y la productividad. Su interés por la salud lo llevó a inventar un sistema de archivo visible de tarjetas, precursor del Rolodex, que comercializó con cierto éxito.
Últimos años y muerte
Tras declarar en 1929 que las acciones habían alcanzado un "nivel permanentemente alto", Fisher perdió casi toda su riqueza en el crash bursátil. Invirtió fuertemente en acciones como Remington Rand con dinero prestado, que colapsaron de $58 a $1 dólar, dejándolo en bancarrota.
Vivió sus últimos años dependiendo de préstamos de familiares y amigos. Su hijo relató que pasaron de usar limusinas con chófer a conducir un Ford y finalmente un Buick de segunda mano comprado en 1938. Murió el 29 de abril de 1947 a los 80 años en el hospital de Nueva York, tras una batalla contra el cáncer de colon. Sus restos fueron enterrados en el cementerio Evergreen (Nueva York).
En su lecho de muerte, comparó su legado con "un zapatero que hace buenos zapatos para otros, pero no para sí mismo", reconociendo la ironía de su quiebra personal.
Legado y resurgimiento
Tras su muerte en 1947, la influencia de Fisher pareció disminuir, eclipsada en parte por la revolución keynesiana. Sin embargo, a partir de las décadas de 1960 y 1970, con el resurgimiento del interés por la teoría monetaria y los problemas de inflación, sus contribuciones comenzaron a ser reevaluadas y apreciadas nuevamente.
Economistas monetaristas como Milton Friedman reconocieron explícitamente la deuda intelectual que tenían con Fisher, particularmente en lo referente a la teoría cuantitativa del dinero y la importancia de la política monetaria. Sus trabajos sobre los tipos de interés, la formación de expectativas y la relación entre variables nominales y reales siguen siendo fundamentales en la macroeconomía moderna. La crisis financiera de 2008 también trajo de nuevo a la palestra su teoría de la deflación de la deuda, ofreciendo una perspectiva valiosa para entender las dinámicas de las crisis financieras.
Hoy en día, Irving Fisher es reconocido como uno de los gigantes de la economía neoclásica y un pionero en el uso de métodos cuantitativos. Si bien aspectos de su pensamiento, como su adhesión a la eugenesia y su fatídica predicción bursátil, son objeto de legítima crítica, la profundidad, originalidad y relevancia duradera de sus contribuciones teóricas a la ciencia económica son innegables. Su obra continúa informando el debate económico y sigue siendo un testimonio de una mente incisiva y dedicada a comprender y mejorar el mundo que lo rodeaba.
Fuentes
- Irving Fisher - Policonomics
- Biografía de Irving Fisher - VIDAICONICA
- 1) Irving Fisher: Capital, Interés y Tiempo (por Jan Doxrud) - Liberty & Knowledge
- Irving Fisher | Batalla cultural en la red
- Irving Fisher | PDF | Utilidad | Capital (economía) - Scribd
- Irving Fisher | American Economist & Monetary Theorist
- Irving Fisher - Econlib

