Johannesburgo
Johannesburgo | |
|---|---|
| Ciudad de Sudáfrica | |
| Otros nombres: eGoli | |
| Johannesburgo, la ciudad del oro y los diamantes Johannesburgo, la ciudad del oro y los diamantes | |
| Entidad | Ciudad |
| • País |  Sudáfrica |
| • Fundación | 1830 |
Johannesburgo, también conocida como la ciudad del oro y los diamantes es considerada el corazón de Sudáfrica.
Una mezcla de naturaleza salvaje, barrios adinerados y áreas industrializadas se combinan con canchas de golf,jardines botánicos y parques salpicados por rascacielos.
Existen distintos nombres para referirse a Johannesburgo: Jo’burg, Jozi, JHB; También conocida como eGoli (“lugar de oro” en zulú), es la ciudad más poblada y de mayor extensión de Sudáfrica, capital de la provincia de Gauteng y una de las 40 áreas metropolitanas más grandes del mundo. Famosa internacionalmente por las reservas de animales más grandes de la región, la más rica de dicho país y la cuarta economía de Sudáfrica y una de las únicas tres del continente africano oficialmente denominadas "ciudad global". Clasificada como una ciudad de clase mundial; las otras dos: Cairo y Ciudad del Cabo, Johannesburgo, se convirtió en la "Capital Minera del Mundo".
Sumario
Historia
Sudáfrica estaba poblada por tribus aborígenes hasta que, en 1830, los colonos holandeses (boers) emigraron del Cabo a la altiplanicie, en busca de buenas pasturas y tierra fértil para sus cultivos. Por supuesto, así desplazaron a las poblaciones aborígenes hacia zonas más alejadas.
En el año 1886George Harrison, un explorador australiano, "tropezó" con el depósito de oro más rico del mundo. A partir de ese momento, la zona se plagó de aldeas, dispuestas para recibir a aventureros, pioneros y buscadores de oro que venían de todas partes del mundo.
El oro hizo que las aldeas se convirtieran rápidamente en ciudades modernas, con parques y lagunas artificiales. Líneas férreas y caminos surgieron para unir la zona más rica del continente negro con los puertos de la costa. En el centro de todo esto, creció Johannesburgo, y se convirtió en la "Capital Minera del Mundo". Surgió casi de la noche a la mañana, después del descubrimiento de oro en 1886, buscadores esperanzados de todo el mundo arribaron. Ha sido históricamente caracterizado por divisiones socio-económicas y políticas entre razas, dando como resultado la segregación y limitaciones en las oportunidades para la población negra. Con la abolición de la política de apartheid, la situación ha cambiado gradualmente.
En 1931, Johannesburgo tenía una población de 400,000, que se duplicó durante los años de la Segunda Guerra Mundial. El censo de 1986 reveló que de la población metropolitana, el 60% eran blancos, el 25% africano, el 11% de "color" y el 4% de descendencia india. De acuerdo con las Naciones Unidas, la población de la región metropolitana de Johannesburgo era de 1.8 millones en 1995. Aunque la migración es responsable de una porción significativa del crecimiento de la población , el incremento natural es el mayor impulso en Johannesburgo.
Principales carácterísticas
La ciudad se encuentra a 1.775 metros sobre el nivel del mar. Su Aeropuerto Internacional O.R. Tambo es el más grande y con mayor circulación en el continente africano. Aunque no es un destino turístico tradicional, sirve de punto de conexión a sitios muy visitados como el Parque Nacional Kruger, Durban y Ciudad del Cabo; esta última cuenta con gran afluencia de visitantes por ser uno de los primeros lugares elegidos del continente para pasar las vacaciones.
En Johannesburgo el clima suele ser seco y soleado, con una temperatura máxima promedio que alcanza los 26ºC en enero y desciende a 16°C en junio. Tiene alrededor de 6 millones de árboles, en lo que es considerado uno de los bosques más grandes del mundo entre los creados por el hombre. Sin embargo, en los últimos años ha avanzado la deforestación.
Economía
Johannesburgo es conocida mundialmente por el comercio a gran escala de oro y diamantes, gracias a su ubicación en el área de las colinas de Witwatersrand, que fueron abundantes en minerales aunque actualmente las minas cercanas ya se han agotado, es el centro minero e industrial más grande del continente africano, y sirve de centro comercial a Sudáfrica. La región, que una vez tuvo la mayor riqueza de oro en el mundo, es rica en recursos naturales y otros minerales: carbón, uranio, diamantes verdes, pirita de hierro, plata, platino y cromo.
Actualmente está revitalizando sus manufacturas orientadas a la exportación, y liberando su comercio de la regulación. Aunque las sanciones internacionales se han levantado, las heridas tomaran décadas en sanar. La política del Apartheid ha dejado un legado de rigidez en los mercados de trabajo, ha sesgado el patrón de consumo, limitado el desarrollo de áreas distantes y restringido la inversión extranjera.
Lugares más visitados
Al llegar a Sudáfrica se siente al instante que se está en un lugar especial, nuevo, inmenso, pujante. En este país todo es más: el mar es más oleado, los bosques son más verdes, el cielo es más azul, la comida es más rica, la gente se viste con más colores, la música es más pura. Hay de todo para todos los gustos, y realizado con un impecable estilo arquitectónico que mezcla lo colonial holandés con lo moderno. Sus plazas son bellas, los edificios más antiguos están impecables, y hay museos tan bien organizados que visitarlos no significa perderse paseos al aire libre, sino sorprenderse con lo que se puede ver puertas adentro.
Johannesburgo ofrece varias atracciones para los visitantes que la recorren. Está llena de atractivos y de historia, como se puede observar en sus museos, parques y variado entorno. Entre sus principales atractivos está el Museo Adler de la Historia de la Medicina; en él se puede ver un herbario y una choza real de un hechicero zulú. En el mercado Mai Mai , uno de los más antiguos de la ciudad, pueden comprarse medicinas ancestrales, elaboradascon hierbas y productos naturales.
El Museo Bensusan de Fotografía relata la historia de este arte en el país y el Museo Bernberg del Vestido, exhibe una colección de ropas del siglo XVIII.
El Parque nacional Kruger es la atracción turística por excelencia de esta gran ciudad, porque posee más especies de animales que cualquier otro parque africano. En él se pueden admirar los animales en su hábitat natural y la vegetación autóctona, lejos de la ciudad, de los edificios, del ruido y la contaminación. La vida salvaje está al alcance de la mano y aquellas especies que sólo conocíamos a través de fotografías o de la televisión. El lugar, que fue fundado ya en el año 1898 por iniciativa del entonces presidente del país, Paul Kruger, es uno de los más famosos y grandes del mundo entero, se extiende desde el río Crocodile River en el Sur hasta Limpopo en el Norte, y en total tiene una extensión de unos 20.000 kilómetros cuadrados. Allí se les brinda a los animales salvajes de la zona el lugar ideal para encontrarse a salvo y protegidos. Puede observarse el paisaje estepario, admirar a las manadas de animales salvajes y conocer la variedad de grandes depredadores. Todo ello gracias a la gran cantidad de especies que alberga, superior a la de cualquier otro parque. Para que los visitantes puedan admirarlo, se realizan excursiones tanto durante el día como nocturnas, en compañía de guías o de manera particular alquilando un automóvil. Los mejores meses para visitar el parque son julio y agosto, cuando la hierba alcanza poca altura, los árboles y los matorrales han perdido hojas y permiten una vista más despejada.
Naturaleza
Johannesburgo se encuentra a poca distancia de las reservas más importantes de animales.
- La granja de cría de guepardos de Wildt Cheetah Farm.
- En la Reserva de Magaliesberg, está ubicado el acuario de agua dulce más grande de África, que posee un panorama único y sorprendente.
- Cable Carril de Hartbeespoort, que ofrece unas extraordinarias vistas y garantiza el acceso a Reserva de Magaliesberg y a Wildt Cheetah Farm.
- El Parque de Serpientes y Animales de Hartbeespoort y el Pilanesberg National Park adyacente que brinda refugio al kudu, leopardo, eland, jirafa, rinoceronte blanco y negro a una enorme cantidad de aves.
- Muy cerca están las montañas Waterberg, una cadena montañosa que se extiende a lo largo de 150 km a través del monte, con pendientes que presentan acantilados verticales e impresionantes formaciones rocosas y regiones aún vírgenes, desde la cima de sus impactantes montañas.
Otras atracciones
- En el centro de Johannesburgo se encuentra, desde 1888 El Guildhall Pub, su actual propietario, Kurt Tille, lo ha actualizado para recibir a sus comensales con todas las comodidades del siglo XXI, pero sin perder su esencia.
- El Tribunal Constitucional sudafricano (la Corte Suprema del país) se encuentra en Constitutional Hill. Anteriormente funcionó como cárcel, donde se encerraban a los presos políticos del apartheid. Justamente, el Museo del Apartheid, es una visita obligada para todos los turistas. Fue abierto en el año 200 y contiene numerosos materiales audiovisuales sobre el régimen que separaba por ley a negros y blancos. Al igual que otras partes del mundo, Johannesburgo aún hoy es una ciudad con un fuerte contraste entre la rica minoría de raza
blanca y una población de raza negra que vive en malas condiciones.
- Otro museo interesante es el Museo Mandela, el cual se ubica en el antiguo hogar del ex presidente y Premio Nobel de la Paz, Nelson Mandela.
- Un nuevo puente inaugurado en 2003, impulsa el desarrollo de una zona degradada de la ciudad, convirtiéndose en un símbolo del cambio: el Puente Nelson Mandela. Esta majestuosa obra es un reflejo de las nuevas construcciones que buscan dejar un sello arquitectónico. Es el emblema de la nueva etapa, la búsqueda de un nuevo modelo social de apertura e integración, a pesar de las dificultades existentes.
Existen otros lugares que también gozan de la preferencia de los turistas, como son:
Johannesburgo fue la sede de la Copa Mundial de Fútbol de 2010. Dicha celebración se realizó conespectacular singularidad y fue una excelente excusa para acoger a los miles de visitantes y espectadores de tan trascendental evento. Cualquier pueblo puede crecer muchísimo gracias a sus minas de oro, pero el arte reside en crecer bien y formar una ciudad atractiva y armoniosa. Johannesburgo logró su cometido.
