Laringitis infecciosa aguda

Laringitis infecciosa aguda
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Enrojecimiento e inflamación que se producen como la manera del cuerpo de tratar de eliminar de la laringe los materiales infecciosos.

Laringitis infecciosa aguda. Proceso inflamatorio discreto que representa, a menudo, una de las manifestaciones de una infección respiratoria superior más difusa.

Etiología

La causa de esta infección es casi siempre un virus. La invasión bacteriana puede ser secundaria. La laringitis se asocia casi siempre con una rinitis aguda (coriza) o una nasofaringitis.

El comienzo de la infección puede relacionarse con la exposición a cambios bruscos de temperatura, con una alimentación defectuosa y con una falta de inmunidad. La enfermedad es más común en invierno y se contagia con facilidad.

Anatomía patológica

Hay dilatación capilar e hiperemia, asociadas con edema extracelular generalizado. Al principio existe un filtrado leucocítico submucoso, principalmente de células mononucleares; más tarde aparecen células polimorfo-nucleares si se produce una infección bacteriana secundaria. Se necrosan las capas mucosas superficiales y pueden aparecer ulceraciones recubiertas por seudomembranas.

Manifestaciones clínicas

Los síntomas usuales son los propios de un resfriado común, asociados con ronquera. Los primeros síntomas que afectan a la garganta son sequedad, escozor y una alteración del tono de la voz. Es frecuente la tos. Si el edema de las cuerdas vocales es muy acentuado, aparecen afonía y un estridor inspiratorio discreto.

La fiebre puede ser discreta (38,5 grados Celsius). En las primeras fases de la enfermedad escasean las secreciones laríngeas, pero más tarde son más abundantes y viscosas y pueden aparecer teñidas de sangre.

La mucosa laríngea, que se presenta inflamada y edematosa en grado variable, puede ofrecer un aspecto granuloso, con alguna ulceración superficial y formación de seudomembranas grisáceas. El movimiento de las cuerdas vocales es normal, aunque sus rebordes están enrojecidos y edematosos y tienen un aspecto polipoide debido al edema del espacio de Rienke.

Diagnóstico

El diagnóstico se establece por la anamnesis y la exploración de la laringe. Los cultivos de la garganta están indicados en las afecciones prolongadas o resistentes. El aislamiento del agente vírico causal de las secreciones de la garganta, solo es necesario ante una posible epidemia.

Tratamiento

El tratamiento incluye el reposo en cama y la medicación para el alivio sintomático de la fiebre, la tos y el dolor de garganta. El reposo vocal debe ser completo. La humidificación en una habitación enfriada y el empleo de expectorantes ayuda, tanto a aliviar la sequedad como a licuefacción de las secreciones. Si la laringitis es intensa y existe estridor, será conveniente proceder a una hidratación para evitar el espesamiento de las secreciones.

En los casos más graves puede resultar útil la administración de antibióticos de amplio espectro para prevenir la infección bacteriana secundaria de la mucosa ulcerada. La mayoría de los pacientes se recupera con este simple tratamiento conservador; sin embargo, la enfermedad tiende a adquirir un carácter de mayor gravedad en los pacientes ancianos y puede complicarse con neumonía. Por lo tanto, es aconsejable una observación atenta del curso de la infección en el grupo de pacientes de edad avanzada.

Fuentes

  • John Jacob Ballenger. Enfermedades de la nariz, garganta y oído (en línea). Tomo 1 Pág. 414. Edición Revolucionaria. La Habana. Cuba. 1981.
  • Información sobre Laringitis infecciosa aguda (en línea). Consultado: 22 de julio de 2014. Disponible en: www.laringitis.org