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Luchó por la independencia de su patria, así como por la de [[Cuba]] y [[Santo Domingo]]. Organizó el Grito de Lares, gesta de los libertadores puertorriqueños el día [[23 de septiembre]] de [[1868]]. Fue el precursor de la confederación Antillana y su lema era "América para los americanos y las Antillas para los antillanos", de ahí viene su seudónimo "El Antillano".
 
  
 
Durante la Guerra Chiquita intercambia correspondencia con [[José Martí]], quien le pide que apoye la nueva etapa revolucionaria, en dicha correspondencia se hace evidente la admiración del luchador cubano por Betances quien responde afirmativamente a esta petición del Maestro, que deja ver en tales líneas, no solo la admiración que siente por el noble revolucionario, sino además el respeto y la confianza, sabiendo que podría tener en él una ayuda incondicional en el continente europeo, el noble puertorriqueño había reiterado el juramento juvenil hecho en [[1851]]: {{Sistema:Cita|Trabajar hasta la muerte contra el despotismo español y en favor de la independencia de las Dos Antillas.}}
 
Durante la Guerra Chiquita intercambia correspondencia con [[José Martí]], quien le pide que apoye la nueva etapa revolucionaria, en dicha correspondencia se hace evidente la admiración del luchador cubano por Betances quien responde afirmativamente a esta petición del Maestro, que deja ver en tales líneas, no solo la admiración que siente por el noble revolucionario, sino además el respeto y la confianza, sabiendo que podría tener en él una ayuda incondicional en el continente europeo, el noble puertorriqueño había reiterado el juramento juvenil hecho en [[1851]]: {{Sistema:Cita|Trabajar hasta la muerte contra el despotismo español y en favor de la independencia de las Dos Antillas.}}

Revisión del 19:15 5 abr 2011

Ramón Emeterio Betances
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Revolucionario antiimperialista.
Nacimiento8 de abril de 1827
Cabo Rojo, Bandera de Puerto Rico Puerto Rico
Fallecimiento1898
París, Bandera de Francia Francia
Otros nombresEl Antillano

Ramón Emeterio Betances(1827-1898). Fue un revolucionario antiimperialista que no solo luchó por la independencia de su patria sino también por la de Cuba y República Dominicana. En 1848, Betances participó en la revolución de 24 de febrero que implantó la Segunda República francesa. Selló así según él mismo explicara, su "compromiso de solidaridad con las causas justas."

Síntesis Biográfica

Primeros años

Nació en Cabo Rojo, el 8 de abril de 1827, sus padres fueron el dominicano Felipe Betances Ponce y de la puertoriqueña María del Carmen Alacán. Su instrucción primaria la recibió en su pueblo natal y la secundaria en Mayagüez, ambas eran escuelas privadas donde sólo asistían hijos de miembros de la sociedad élite de esa época. Fue enviado a estudiar a Toulouse, Francia, donde se graduó de bachiller en Letras y Ciencias. Dos años después ingresó en la facultad de Medicina de París, donde se doctoró en 1853. Cuando todavía era estudiante, participó en la revolución de 1848 contra Luis XVIII, la cual proclamó la II República y eligió presidente a Luis Napoleón Bonaparte, quien mediante un golpe de Estado se hizo coronar emperador con el nombre de Napoleón III.

Regreso a Puerto Rico

De regreso a Puerto Rico se interesó en la emancipación los esclavos, a la vez que ejercía su profesión en Mayagüez, donde fundó un hospital y una sociedad secreta abolicionista, esta junto con Segundo Ruiz Belvis, dedicada a libertar a los niños negros que eran bautizados pagando a sus amos 25 pesos por cada uno. Esa tarea y el auxilio que prestaba a los esclavos fugitivos le valieron la expulsión en 1858. Cuando en 1863 estalló en la República Dominicana la Guerra de Restauración contra España, Betances, Ruiz Belvis, Lidio Cruz Cadete y los dominicanos Félix María Del Monte y el padre Fernando Arturo de Meriño, desterrados en Puerto Rico por el presidente Pedro Santana, se valieron del estado bélico para organizar un movimiento abolicionista. El Gobierno colonial culpó a Betances de ser el autor de las proclamas revolucionarias que circulaban por la isla y amenazó con ejecutarlo. Antes de que pudiera hacerlo, huyó a Nueva York.

Exilio

La Sociedad Republicana de Cuba y Puerto Rico, constituida en Nueva York el 21 de diciembre de 1865 con el propósito de lograr la independencia de las dos islas, abrió sus puertas a Betances y Ruiz Belvis, quienes publicaron en el New York Herald un desmentido acerca de las razones que las autoridades habían alegado para extrañarlos de su país, esto es, que habían alentado una revuelta de miembros del ejército español acantonado en San Juan.

Independencia de Cuba

Durante la Guerra Chiquita intercambia correspondencia con José Martí, quien le pide que apoye la nueva etapa revolucionaria, en dicha correspondencia se hace evidente la admiración del luchador cubano por Betances quien responde afirmativamente a esta petición del Maestro, que deja ver en tales líneas, no solo la admiración que siente por el noble revolucionario, sino además el respeto y la confianza, sabiendo que podría tener en él una ayuda incondicional en el continente europeo, el noble puertorriqueño había reiterado el juramento juvenil hecho en 1851:
Trabajar hasta la muerte contra el despotismo español y en favor de la independencia de las Dos Antillas.

Fallecimiento

En sus últimos años se dedicó a la práctica de la medicina y a servir a la causa cubana. Tras una larga y dolorosa agonía, falleció en Francia el 16 de septiembre de 1898, a los setenta y un años (71) de edad, junto a su compañera de los últimos 35 años, Simplicia Isolina Jiménez Carlo. El mismo año de su muerte los Estados Unidos invaden su país.

Dos décadas más tarde, el Partido Nacionalista de Puerto Rico, presidido por José Coll y Cuchi, consiguió que la Asamblea Legislativa aprobara el traslado de sus restos a la isla para ser sepultados en Cabo Rojo en el 1920, y se encuentran en el centro de la Plaza de Recreo que lleva su mismo nombre.

Síntesis de su actuación

Fue el revolucionario puertorriqueño por excelencia y el forjador del más avanzado proyecto revolucionario antillano concebido en el establecimiento de la Federación Antillana. Luchó por la independencia de Cuba como por la conservación de la independencia y por la democracia en la República Dominicana y Haití. En el caso de Haití son conocidos sus esfuerzos por la libertad y dignidad de los haitianos víctimas del racismo. En París se vincula con grupos anarquistas. Conoció a Michele Angiolillo en 1897, anarquista italiano que ajustició a Cánovas. Usó los métodos de lucha de socialista (Blanqui) en su praxis conspirativa y su disciplina revolucionaria. La infraestructura organizativa clandestina que Betances definió para la lucha abolicionista y para la conspiración que culminó en el Grito de Lares fue de carácter "blanquista", según el Dr. Félix Ojeda, estudioso de la vida del prócer.

Síntesis de su pensamiento

Denunció al imperialismo español al igual que al yanqui: “No quiero colonia ni con España ni con Estados Unidos. Su lucha por la independencia de Puerto Rico estaba ligada a la lucha por la independencia de Cuba. Expresaba: "trabajar por una es trabajar por la otra." Denunció la discriminación racial predicando la "hermandad entre todas las razas".

Estas luchas trascendieron el ámbito antillano y el latinoamericano a la par que acrisolaron su procerato junto al de otros próceres antillanos como José Martí y Eugenio María de Hostos.

Citas importantes

¡Cubanos y puertorriqueños!, unid vuestros esfuerzos, trabajad de concierto, somos hermanos, somos uno en la desgracia; seamos uno también en la Revolución y en la Independencia de Cuba y Puerto Rico. Así podremos formar mañana la confederación de las Antillas.
En resumen, es incontestable que el gobierno de Washington en esta cuestión no se ha dejado guiar nunca por el interés de las Antillas, sino por las ventajas que su unión a la América del Norte ha de procurarle.

Trascendencia histórica

El concepto de unión antillana y la lucha contra el imperialismo aún tienen vigencia en Nuestra América. Su obra hoy continúa silenciada por los amos de la Patria pero hay un pueblo que sigue en espera y actúa.

Fuente