Anexo:Evolución de la Aduana en Cuba

Anexo:Evolución de la Aduana en Cuba.
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Durante la dominación colonial española y norteamericana la Aduana Cubana tuvo un desarrollo turbulento, debido a esto sufrió consecuencias y daños en sus sistema de gestión y en el desarrollo de sus actividades.

Anexo:Evolución de la Aduana en Cuba. Etapas de gobernación por las que ha transitado la Aduana en Cuba.

Etapa colonial

Una vez descubierta Cuba por Cristóbal Colón en 1492 y su posterior colonización por Diego de Velázquez en el siglo XVI comienza de forma lenta el desarrollo del comercio entre la Isla y la Metrópolis. Poco a poco va aumentando el desarrollo del comercio a través del incremento de los productos cubanos a exportar como son: El azúcar, tabaco, miel, pieles, etc. El Servicio Aduanal en Cuba, comenzó a organizarse a partir de 1558, al ser nombrada capital de la Isla la ciudad de San Cristóbal de La Habana y habilitarse su puerto como el único para el comercio con la Casa de Contratación de Sevilla.

El 1 de agosto de 1515 Diego Velázquez remite a Su Alteza una extensa carta donde menciona cuándo se estableció en Cuba la primera sucursal de la Casa de Contratación, así como la primera fundición de oro. Esta carta tiene un alto valor ya que es el primer documento conocido en que se mencionan indicios de la función aduanal en Cuba. En las primeras Ordenanzas que se hicieron para la Casa de Contratación de Sevilla, el 20 de enero de 1503, en Alcalá de Henares, se dejaron expresas una serie de medidas organizativas y disposiciones de la Corona.

Por tanto, a través de la Casa de Contratación el estado Español monopolizaba el comercio, esta institución constituyó un instrumento de explotación comercial y su funcionamiento respondía a satisfacer sus intereses, pues por este medio se estableció un fuerte monopolio. También benefició a un grupo de comerciantes españoles y extranjeros. Con las Ordenanzas de Cáceres se dió un paso importante en los aranceles con la elaboración del arancel llamado las Ordenanzas de Cáceres, primer cuerpo legal redactado en Cuba y para Cuba y que daría sus frutos más bien en los inicios del siglo XVII.

En esencia, se refleja que desde el inicio de la colonización no poseíamos autonomía en cuanto a la práctica de actividades aduanales. Los monarcas españoles se auxiliaban de sus hombres de confianza para resolver los problemas de las colonias, hasta crearon el Real Consejo de Indias que gobernaba políticamente y administrativamente en las colonias, al estilo de otros organismos que gobernaban en España. El Estado colonial español se basaba en la arbitrariedad, militarización, despotismo y reaccionarismo de ahí que la actividad aduanera en Cuba tuviera un carácter militar durante todo el período colonial.

Producto al desarrollo comercial y diferentes factores que influyeron en la Cuba colonial de aquel entonces, aumentó el papel de la Aduana, no solo en el control fiscal, sino también en el estadístico, aspecto en que se ve siempre limitado en parte por la poca seriedad e importancia que le daban algunos, pero sobre todo por el comercio de contrabando que hacia imposible la importante misión estadística de este órgano. El contrabando tenía grandes dimensiones afectando a la Aduana y las ganancias. En la segunda mitad del siglo XIX la actividad aduanera se amplía pero presentaba situaciones de abandono.

Teniendo en cuenta esto, el imperio yanqui comenzó a despertar interés por la situación reinante en la colonia española (Cuba), ya que vió una gran posibilidad de enriquecerse y tomó cartas en el asunto declarando la guerra a España, así, inició el bloqueo de los puertos cubanos con la Marina de Guerra Norteamericana y bombardearon los puertos de Matanzas, Carenas, Baracoa y Santa Cruz del Sur. Al instaurarse la seudo república, las Aduanas de nuestro país cambiaron de dueños, pasando desde 1898, de las manos de los españoles a las manos de los intervencionistas yanquis.

Etapa neocolonial

Terminada la guerra entre España y Estados Unidos, Cuba pasó de manos de la nación europea a manos de su vecino del norte. A partir de 1898, con la nueva etapa política y la creciente expansión de los intereses del neocolonialismo norteamericano, la vida de la capital cubana se enriqueció y se transformó.

En mayo de 1902, la orden militar No 142, dispuso que la autoridad jurisdiccional del Servicio de Aduana para al Secretario de Hacienda, y por ende todas las funciones que hasta el momento habían sido de la competencia del Administrador de la Aduana de Cuba, ya directamente o por conducto de los funcionarios que éste designase.

Dicha orden establecía, así mismo que al cesar el gobierno militar interventor, el título vigente de Ordenanzas de Aduanas, sería el de ORDENANZAS DE ADUANAS DE LA REPÚBLICA DE CUBA PARA EL RÉGIMEN Y GUÍA DE LOS EMPLEADOS DE LAS ADUANAS. Por último, la citada Orden disponía la creación en la Oficina del Secretario de Hacienda de una sección denominada SECCIÓN DE ADUANAS, que tenía adscrita, entre otras secciones, el Negociado de Revisión de Hojas de Adeudos. La Aduana en Cuba, al caer en manos intervencionista continúa sin autonomía y pasa a la Secretaría de Hacienda, y se divide en: Aduana de primera clase (la del puerto principal) y de segunda clase (puertos subalternos).

Un oficial del ejército de EEUU fue nombrado para desempeñar el puesto de Administrador del Puerto y se le designó como el Administrador de las Aduanas en Cuba. Había un total de 20 Aduanas más la de Batabanó anexa a la Aduana de La Habana. Posteriormente por el aumento de la actividad en Nipe se crea la Aduana Independiente de la Antilla. En 1935 por cambios en la Secretaría de Hacienda se crea la Dirección General de Aduanas favoreciendo la actividad aduanal y la recaudación de estas.

Posteriormente en 1936 la Dirección General de Aduanas crea el Servicio de Inspectores de las Aduanas, estableciendo para los Inspectores de noche el uso de uniformes y revólveres para el cumplimiento del servicio. También hay que destacar la labor de los Agentes de Aduanas o Corredores que se les exigía algunos requisitos como presentar el título de Corredor de Aduana.

Las Aduanas eran consideradas oficinas recaudadoras, con autoridad para aplicar y hacer cumplir las Leyes de Arancel y las Ordenanzas de Aduanas creadas por el interventor de las Aduanas, General Tasker H. Bliss, vigentes increíblemente hasta el triunfo de la Revolución en 1959.

Durante el gobierno de Fulgencio Batista se ubicó a Manuel Pérez Benitoa como Director Administrador de la Aduana de La Habana quien el propio dictador Batista después confió en él para sacar del país discretamente a sus hijos y gran suma de dinero en efectivo, días antes de su salida definitiva del país. Pero a pesar de estos manejos y actos de corrupción existían personas en la Aduana en buena parte, honradas y celosas del cumplimiento de lo establecido.

Etapa socialista

La Aduana Socialista Cubana, nació el 5 de febrero de 1963, con la promulgación de la Ley 1092, de Procedimiento Aduanal. Esta ley, además de ser la primera en materia aduanera dictada después de la proclamación del carácter socialista de nuestra Revolución, es también la primera en establecer la función económica de las Aduanas Socialistas como parte del sistema de control del Monopolio Estatal del comercio Exterior.

Con anterioridad a esta ley, la actividad aduanera había estado regida en nuestro país por la ley 877, de procedimiento aduanal, del 24 de septiembre de 1960, la cual había derogado las ya caducas Ordenanzas de Aduanas emitidas en Washington en 1901, y aún vigentes al triunfo de la Revolución. Aunque la ley 877 se promulgó en pleno proceso revolucionario en 1960, la misma no contenía aspectos fundamentales del trabajo aduanero en los países socialistas, ya que en ese momento el Estado cubano no había asumido aún la función exclusiva del comercio exterior.

El trabajo realizado por la aduana en estos años estuvo muy vinculado a todo el proceso de transformaciones organizativas y económicas acaecidas en el país durante esta etapa y a las relaciones, vínculos de trabajo y experiencia obtenida en la colaboración fraternal con las Administraciones de Aduanas de los países socialistas. La Aduana como órgano de control dió serios pasos de avances, iniciando un proceso de recuperación y fortalecimiento de la actividad a partir del reconocimiento e importancia que le da el estado cubano para el país.

En un discurso pronunciado por nuestro Comandante en Jefe en la Primera Plenaria de Marina Mercante y Puertos en 1971, habló de la importancia de las Aduanas, señalando que todo el mundo tenía que tomar conciencia de esta importancia.

Con el proceso institucionalización y de reorganización de toda la actividad económica del país, acordado en el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, hacen que la función económica de control de la Aduana, deba ser ejercida a cabalidad, convirtiéndose en un importante mecanismo dentro del Sistema de Dirección y Planificación de la Economía. A finales de 1976, como parte de este proceso, se promulgó la Ley 1323, de Organización de la Administración Central del Estado, y por acuerdo del Consejo de Ministros, la Dirección General de Aduanas fue adscrita al Comité Estatal de Finanzas.

Este nuevo cambio organizativo, unido al reordenamiento económico iniciado en el país, determinó que la Aduana tuviera que enfrentar, durante 1977, mayores y más complejas tareas, destacándose la labor realizada por la Comisión de Estudio que analizó de forma integral la actividad aduanera, la elaboración del proyecto de estructura, funciones y plantilla, con su consiguiente actualización y adecuación a las responsabilidades que asumía la Aduana en el Sistema.

El desarrollo de la actividad aduanera en esta etapa se fue encaminando, a controlar las disposiciones correspondientes sobre el monopolio del comercio exterior, especialmente el control de las mercancías importadas según el plan de las empresas de comercio exterior. Además de trabajar en el control del cumplimiento de las disposiciones sobre el monopolio de divisas y sobre el monopolio de los servicios de transporte y expedición de mercancías, el tráfico de pasajeros, envíos postales a través de la frontera del país así como la detención y prevención de todo tipo de contrabando y lucha contra el diversionismo ideológico y económico.

Véase también

Fuentes

  • Rubidalia Rivero Durán, Especialista B en Gestión de los Recursos Humanos, Aduana Holguín. Libro de Datos Históricos. [citado 2011 julio, 1].
  • América de la Caridad Muñoz Alguezabal, Mecedes Vasallo Bermúdes y Nilda Vinicia León Chavez. Evolución de la Aduana Cubana. [citado 2010 junio por el Dpto. Recursos Humanos ENFA].