Armando Soler

Armando Soler
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Actor y director cubano
NombreFernández Soler, Armando
Nacimiento14 de agosto de 1925
ciudad de La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento5 de julio de 2006 (80 años)
ciudad de La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Causa de la muerteinfarto masivo de miocardio
Nacionalidadcubana
Otros nombresSolito
Ciudadaníacubana
Ocupaciónactor, director, cantante lírico y profesor
PremiosArtista de Mérito, por la obra de la vida (del Instituto Cubano de Radio y Televisión)
Premio Nacional del Humor
Premio Nacional de Radio 2005

Armando Fernández Soler (La Habana 14 de agosto de 1925 - La Habana, 5 de julio de 2006) fue un actor, director de teatro, profesor de arte dramático y cantante lírico cubano. Figura extraordinaria de las artes escénicas cubanas. Mito del teatro, cine, de la radio y la televisión. Miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).

Síntesis biográfica

Desde los 11 años actuó, gracias a la oportunidad brindada por el compositor, ensayista, maestro de música y periodista gallego Sinesio Fraga (Galicia, 1891 - La Habana, 1951), quien dirigía una banda de música que alternaba historias o situaciones escritas por el mismo y escenificadas por un dueto dramático con la ejecución del repertorio musical. A los 15, ya alternaba el taller de prótesis dentales de la familia con la actuación en pequeños papeles en la compañía de teatro del español Nicolás Rodríguez durante sus representaciones en Cuba, quien también le introdujo en los misterios de las Artes Escénicas en su Academia de Comedia, complementados después en el Teatro Universitario y en la Academia de Artes Dramáticas (ADAD) en las que años mas tarde (1947-1948) junto a Mario Martínez Casado, impartiría clases en diversas especialidades en esta Academia Municipal.

Esta compañía hizo tres temporadas: en el año 1940, 1941 y 1944. Entró a ella como figurante y extra y en el mejor de los casos algún que otro personaje insignificante, de relleno, más bien.

Nicolás Rodríguez fue su primer maestro. Tuvo fe en él, dándole la oportunidad de convertir en realidad su mayor sueño: dedicarse a la actuación. Fue este director el que lo llevó a la categoría de primer actor de su compañía. Al teatro, según Cholito, le debe todo cuanto aprendió como actor, profesor y director, sobre todo a partir del triunfo de la Revolución (en 1959), que abrió nuevos horizontes en todas las manifestaciones del arte.

Miembro del Teatro Lírico

Fue Antonio Palacios, otro de sus principales maestros, quien lo inició en el teatro lírico. Él le enseñó a estudiar música a aprenderse las zarzuelas, las operetas. Sus enseñanzas fueron tan valiosas que llegó a dirigir el Teatro Lírico. Fundó y dirigió durante un buen tiempo un programa en la televisión que se llamó Palco Uno. Los telespectadores podían disfrutar de óperas, comedias musicales, zarzuelas y operetas.

Fundó en Matanzas, la primera Compañía de Teatro Lírico, el antecedente de la creada después en La Habana por Rodrigo Prats, a la cual luego se integró. Pasó el tiempo y fundó una institución similar en Holguín.

Ya para 1954-1955 en el Teatro Hubert de Black dirigió Cuento de navidad, protagonizado por Vicente Revuelta, por la cual recibió el premio ACRI, de la Asociación de periodistas y en 1959, integraba, junto a otras figuras la Comisión de Exámenes de la ACAT, Asociación de Artistas Cubanos, en interpretación dramática avalado por su trayectoria.

En 1955, fue premiado como actor genérico por la CARTV). Después de 1960 se mantuvo por largo tiempo actuando y dirigiendo teatro hasta que nuevos proyectos le hicieron cambiar el rumbo.

Última aparición en las tablas

Cholito Soler interpreta a don Perlimplín, en marzo de 2003.

Su última aparición en las tablas cubanas fue en Romance a Federico, una puesta en escena de Nelson Dorr basada en textos del propio Lorca, Dorr, Jesús Barreiro y Eduardo Sánchez Torel, estrenada en la sala Cavarrubias del Teatro Nacional el 21 de marzo de 2003, donde Cholito compartió el elenco con Nieves Riovalles, Zoa Fernández, Roberto Perdomo, Frank González, Danny Villalonga y su Compañía Flamenca ECOS. La pieza fue luego repuesta en la sala del Teatro García Lorca del Gran Teatro de La Habana, los días 10, 11 y 12 de abril del mismo año.

Televisión

La televisión cubana le tuvo entre sus fundadores desde el propio 1950, en el Canal 4. En el Canal 6, durante 1951, en el espacio Hogar moderno, que escribía Francisco Vergara, donde surgió el personaje (Cholito) cuyo nombre rebautizó a Soler. Se integró de igual forma a la actuación en diversos canales y géneros por décadas. Dirigió espacios televisivos, entre ellos el histórico Escriba y Lea, aún presente en la programación semanal.

En la televisión cubana, fue visto por última vez en la telenovela Lo que me queda por vivir junto a Elsita Camp, con guión de Maité Vera.

Cholito

Fue en el primer programa televisivo que realizara en el año 1951, de donde le sobrevino a Armando Soler el sobrenombre con que quedaría bautizado para los años venideros de su carrera artística.

Cholito lo concibió Francisco Vergara. Este destacado escritor, que tantos programas escribiera para la radio y la televisión y que trabajaba al mismo tiempo para la revista Bohemia, ideó un programa televisivo que llevaba por nombre Hogar Moderno. Dentro de le escribió un personaje en el que hacia el papel de un galancete cómico. Se trataba de un niño, un muchacho de bien perteneciente a la burguesía al que llamaban Cholito, el marquesito de Neblina Clara. El programa gustó mucho y de hecho también su sobrenombre porque hasta la actualidad sigue siendo Cholito.

Radio

A la Radio, llegó, haciendo banco, como se le decía al acto de esperar el fallo de actores titulares durante la transmisión de la programación en vivo, ante cualquier eventualidad. De esta manera hizo su primer papel dramático en El alma de las cosas de Juan Herbello, dirigido por Sol Pinelli. Desde entonces del drama a la comedia, de la actuación a la dirección las más importantes emisoras habaneras.

Incursionó en la radio por primera vez en la Emisora CMZ del Ministerio de Educación. Después pasó a otras emisoras de mayor popularidad como La Mil Diez, Radio Cadena Azul, CMQ y así hasta llegar a Radio Progreso, donde siguió trabajando hasta su deceso en el humorístico radial diario Alegrías de Sobremesa. En todas, después de pasado algunos años se desempeñó como actor y director de programas, también como profesor.

Cine

Toda una vida entregado a la actuación

Antes del triunfo de la Revolución participó en dos películas realizadas con directores y actores mexicanos, Una gitana en La Habana, con Juan José Martínez Casado y No me olvides nunca, con Rosita Fornés y el actor mexicano Luis Aguilar.

Al crease el ICAIC en los años 60 trabajó en los filmes Mella, Paticandela, El Recurso del Método, El siglo de las luces y Los sobrevivientes, Nada, del realizador Juan Carlos Cremata y en La luna en Montevideo, con un director canadiense. En esa cinta tuvo que aprenderse de memoria en inglés la parte del guión que le correspondía.

Hizo de mafioso, de gánster. Es decir, el papel de malo, rol que desempeñó también en un programa televisivo titulado El Puro.

Muerte

Falleció el miércoles 5 de julio de 2006 a las 3:40 de la tarde, a los 80 años de edad, víctima de un infarto masivo de miocardio en su casa de La Habana, considerándose como una gran pérdida para la cultura nacional.[1]

Reconocimientos

  • Distinción por la Cultura Nacional,
  • Medalla Raúl Gómez García,
  • Réplica del machete mambí de Máximo Gómez,
  • Premio Alejo Carpentier,
  • Hijo Ilustre de La Ciudad de La Habana
  • Premio Nacional de Humorismo en el año 2005
  • Medalla como Fundador de las Milicias Nacionales Revolucionarias
  • Medalla por los 40 Años de la Televisión Cubana.
  • Premio Nacional de Radio 2005
  • Micrófono por los 70 años de la Radio
  • Medalla 28 de Septiembre
  • Artista de Mérito, por la obra de la vida, máxima condecoración honorífica del Instituto Cubano de la Radio y la Televisión.

Otras incursiones

Referencias

Fuentes