Bioclimatología clínica

Bioclimatología clínica
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Concepto:La Bioclimatología clínica es el estudio de la influencia directa o indirecta de la atmósfera, del tiempo y del clima en el hombre, en el estado de salud y en la enfermedad.

Bioclimatología clínica. Estudia el efecto de las variaciones periódicas y regulares del clima y la meteorología sobre el hombre.

Introducción

Nuestro planeta se encuentra habitado desigualmente en gran medida debido a las condiciones climáticas. La temperatura es uno de los principales factores que determinan la distribución de la población. Muchas zonas habitadas se encuentran en ambientes térmicos hostiles. Durante ciertos períodos del año existen temperaturas “aguantables” en casi todo el territorio planetario que no se encuentra cubierto por hielo. Los alimentos y el agua potable son también imprescindibles, pero el hombre puede vivir en muchas zonas donde estos bienes son escasos. En las áreas polares, en el desierto y en la alta montaña encontramos civilizaciones más o menos aisladas que han debido adaptarse a un clima agresivo a través de un esfuerzo adaptativo ultrageneracional de aclimatación que ha dejado huella en los genes de estos individuos. Esto hace que incluso la genética, la ciencia que estudia la herencia biológica y que conceptualmente podría parecer menos relacionada con la patología ambiental, se relaciona también estrechamente con ésta. Prueba de ello es que ciertas enfermedades no se manifiestan en los sujetos adaptados a un medio concreto. En definitiva, el clima y la meteorología, que se manifiestan de modo heterogéneo según el área geográfica, tienen una importante repercusión sobre los organismos vivos y el ser humano. La Bioclimatología clínica estudia el efecto de estas variaciones periódicas y regulares sobre el hombre.

Fundamentación

Los estudios bioclimatológicos son complejos, pero epidemiológicamente se conocen bien determinadas asociaciones entre ciertas enfermedades y cada una de las estaciones del año, tal como reflejan los principales tratados de patología médica. Son ejemplos de ello la tuberculosis, el sarampión, la tosferina y la rubéola, más frecuentes en primavera, las gastroenteritis y toxoinfecciones alimentarias, más típicas del verano, la fiebre tifoidea, la escarlatina, las amigdalitis y la poliomielitis, más frecuentes en otoño, y los síndromes catarrales y la meningitis, con una incidencia claramente superior en invierno. Esto se debe, entre otras causas, a que los agentes patógenos se encuentran también sometidos a las variaciones climáticas y estacionales. Pero otras enfermedades dominan en ciertas épocas del año por otros motivos, pues las reacciones metabólicas se encuentran también sometidas a variaciones estacionales y climáticas. Un ejemplo paradigmático es el conocido como síndrome afectivo estacional (SAD), que cursa con alteraciones anímicas que aparecen durante el otoño y el invierno y remiten en primavera y verano. Incluso la mortalidad de los ancianos sigue una curva circanual, con un máximo entre los meses de enero y marzo, y un mínimo en septiembre. En estos últimos casos, los aspectos cronobiológicos pueden actuar como factores de confusión, por lo cual para estudiar los ritmos circanuales deben considerarse siempre, de modo conjunto, la cronobiología, la biometeorología y la bioclimatología, algo que no siempre se tiene en cuenta.

Principales parámetros atmosféricos que actúan sobre el hombre

Cuando hablamos de fenómenos meteorológicos nos referimos básicamente al viento, las precipitaciones y las tormentas eléctricas, que determinan las variaciones súbitas de temperatura, humedad, presión barométrica e ionización ambiental.

Presión atmosférica

Disminuye con la altura (hipobaria). Esto tiene especial importancia debido a que, paralelamente, disminuye la presión parcial de oxígeno (pO2). El aumento de la presión atmosférica puede aumentar la viscosidad del aire respirado y facilitar un broncospasmo en individuos predispuestos.

Temperatura y movimientos del aire

La temperatura del aire en la sombra disminuye aproximadamente 1 ºC por cada 150 m de altitud. Ello implica que a partir de los 3.000 m la temperatura se encuentra generalmente bajo cero. A los 8.000 metros es aproximadamente de 37 ºC, y a 11.000 m de unos 55 ºC. Con frecuencia en la alta montaña la velocidad del viento es importante. A ello contribuye tanto la gradación térmica como las particularidades del relieve. Los habitantes de cada región denominan con nombres específicos determinados tipos de viento que tienen características particulares (p. ej., Tramontana-Ampurdán, Cierzo-Valle del Ebro, Sharaw-Israel, Siroco-Magreb, Harmattan-Región subsahariana, Foehn-Suiza y Austria, etc.). El caso del viento Foehn (en alemán, «aire caliente»), que se asocia a notables alteraciones en la electricidad atmosférica, ha sido estudiado intensamente en Baviera y se ha comunicado con el término de «efecto Foehn» un conjunto de efectos sobre la población que incluyen modificaciones de conducta, irritabilidad, falta de concentración, jaqueca, migraña, accidentes de tráfico, peleas callejeras y discusiones laborales y familiares.

Humedad del aire

El vapor de agua atmosférico disminuye con la altura, de modo más rápido que la disminución observada en la presión atmosférica. Esto se debe al descenso simultáneo de la temperatura, pues a 20 ºC en 1 kg de aire encontramos 150 g de agua, mientras que a 20 ºC sólo 7,8 g.

Radiaciones

La radiación solar aumenta con la altitud (aproximadamente un 3% cada 100 m hasta los 2.000 m). A partir de esa altura los aumentos son mucho más rápidos. Las radiaciones infrarrojas, ultravioletas y cósmicas también aumentan con la altura. Eritema solar, elastosis, cáncer de piel, cataratas, fotoqueratitis y fotoconjuntivitis, alteraciones inmunológicas y otros muchos procesos se asocian con la intensidad y la acumulación de radiaciones solares.

Electricidad atmosférica

Es muy variable en función del relieve y de las nevadas (más importante en las cumbres). En alta montaña la electricidad es predominantemente negativa, pero en las grandes ciudades próximas al nivel del mar se encuentra muchas veces con una acumulación importante de cargas eléctricas positivas, que parecen influir notablemente sobre muchas enfermedades.

Condensaciones y precipitaciones

La condensación del vapor de agua puede producir nubes y precipitaciones. Estas últimas son especialmente importantes en las vertientes de algunos montes, y a partir de cierta altura son siempre en forma de nieve. Las precipitaciones en ambiente frío que se acompañan de viento se conocen como ventiscas, relacionadas también con las meteoropatías.

Polución atmosférica

De capital importancia en las ciudades industrializadas. Los aspectos meteorológicos influyen enormemente sobre el grado de contaminación en las grandes ciudades. Las repercusiones de la contaminación ambiental sobre la salud son directas (aumento y redistribución de alérgenos, sensibilizaciones mediadas por IgE, etc.), pero también indirectas, a través de las alteraciones provocadas sobre los ecosistemas naturales. En general, una atmósfera estable, anticiclónica, puede considerarse poco meteoropática, mientras que con una atmósfera inestable, sobre todo tras un cambio brusco de los parámetros meteorológicos, aparecen incrementos en ciertos índices de morbilidad y mortalidad. Según los estudios recogidos por la Asociación Española de Biometeorología, los ritmos biológicos se ven alterados por los cambios atmosféricos y el organismo reacciona psíquica y orgánicamente para adaptarse a la modificación atmosférica. Serían estos mecanismos adaptativos los que se asociarían a ciertas meteoropatías. Recientes estudios, según datos publicados por la mencionada asociación, indican que las modificaciones termodinámicas del aire son las que parecen asociarse con una mayor relevancia a las alteraciones orgánicas, mientras que los cambios eléctricos (cambios en la ionización aérea) se relacionan sobre todo con las modificaciones psíquicas. No obstante, la integridad fisiológica psíquica y orgánica dificulta el estudio por separado de estos efectos.

Fuentes