Central Melanio Hernández (Sancti Spíritus)

(Redirigido desde «Central Tuinucú»)
Empresa Azucarera Melanio Hernández
Información sobre la plantilla
Institución con sede en Bandera de Cuba Cuba
Tuinucú1.jpg
Es una de las principales industrias del azúcar de la provincia Sancti Spíritus
Fundación:1804
Tipo de unidad:Económica
País:Bandera de Cuba Cuba
Dirección:Tuinucú. Taguasco. Sancti Spíritus.

Empresa Azucarera Melanio Hernández. Antiguo Ingenio Tuinucú, ubicado en el poblado de igual nombre, del municipio Taguasco perteneciente a la provincia Sancti Spíritus. Actualmente se dedica a la refinería de azúcar.

Fundación

Aunque se hace difícil precisar con exactitud la fecha de fundación del ingenio, si se conoce con precisión que ya en 1804 tenía cierto prestigio económico, puesto que en esa época se le hizo un préstamo de 2 000 pesos a su dueño, bachiller Tomas Padilla, obligándole a este a pagar el 5% de interés anual, que se destinaba en Sancti Spíritus al sostenimiento de una escuela que consecuencia al lugar del Obispo Juan José Díaz de Espada, en la que detectó la escasez de escuelas que había, sólo dos o tres muy pequeñas.

Características de sus inicios

En el período comprendido entre 1791 (Resolución de Haití) y 1795 (Paz de Basilia) se produce en nuestra Patria un gran auge de la riqueza en general y fundamentalmente en la Industria Azucarera. En la región de Sancti Spíritus se contaba con 44 ingenios.

A partir de 1795 las condiciones internacionales dificultaban el comercio con Cuba, los precios del azúcar descendieron y se inició una era de depresión económica; razón por la que no se pretendiera intentar la fundación de nuevas industrias, por lo que se llega a la conclusión de que entre los 44 ingenios mencionados con que contaba la zona, se encontraba el Tuinucú, propiedad, del bachiller Tomás Padilla; éstas conclusiones dan al Ingenio una edad de más de 180 años, ya que si entonces se confiaba a su dueño un préstamo, es porque existía desde antes.

El 14 de octubre de 1825 fue vendido por Padilla a Justo Germán Cantero, teniéndolo entre él y sus herederos hasta el 5 de octubre de ]]1891]], en que pasó a manos de Joaquín Rionda Polledo por un juicio hipotecario, manteniéndose como propiedad suya hasta su muerte; ésta propiedad era compartida y sostenida con su familia, que adquieren 5 centrales más (Elia, Manatí, Francisco, Céspedes y La Vega) ampliándose la riqueza de esa familia y teniendo como casas matrices la Cuban-Trading Company, en La Habana y la Czarnihow Rionda Company, en Wall-Street, Nueva York, siendo estas casas las que mantenían la operación de la Compañía, tanto financieramente como en lo que respecta a importación y exportación, hasta la Ley Revolucionaria de agosto de 1960 en que pasa a ser Patrimonio del Pueblo por la Nacionalización.

Natural es, que siendo en esta fecha nuestra Patria “La fiel Isla de Cuba”, la fundación del ingenio fuera producto de un capital español, aunque más tarde, por lazos matrimoniales y de conveniencia, la familia Rionda se asocia con familias norteamericanas, por lo que todo control económico es ejercido desde Wall Street, desligándose del español como capital propiamente dicho.

Hasta la década del 30 el Tuinucú era administrado directamente por un miembro de la familia dueña de la Compañía; Rionda primero y Doty después. A partir de entonces tuvo dos seudo-administradores, cuyos cargos eran el de Assistant Manager o Administrador Auxiliar, que era quien residía permanentemente en el Central, no obstante figurar en las nóminas dos Rionda (padre e hijo) como Presidente y Vice-presidente, residentes ambos en La Habana; sólo venían al Central esporádicamente y sobre todo en fechas religiosas (Semana Santa y festivos competitivas (Feria Exposición Ganadera de Sancti Spíritus)) acompañados en estas ocasiones por personalidades de la alta burguesía habanera y familias norteamericanas.

En estas visitas, amén de la participación en las actividades religiosas y festivas, se organizaban fiestas privadas en la casa de vivienda del Central y paseos a caballo.

La primitiva construcción del Ingenio era de madera y zinc hasta 1915, siendo a partir de esta fecha, como consecuencia del alza en los precios del azúcar en el mercado mundial, que en su estructura se incorporan vigas de hierro y techos de planchas de zinc. Parte de las paredes de mampostería y parte de zinc también.

Con anterioridad a estos años los molinos eran movidos por el sistema de Balancín, que fue constituido en 1916 por un tandem marca “Fulton”; en 1925 se le efectúa a este ingenio una modernización a sus equipos principales, así como también una ampliación del mismo, tanto en la parte energética como la correspondiente a la de molida y de las calderas, se instalan hornos “Babcook Wilcox” ambos de fabricación norteamericana.

Ya entonces su capacidad de molida excedía las 300 mil arrobas diarias. Desde 1915 comenzó la modernización del equipo de tachos y múltiples efectos, así como la batería de centrífugas. En la década del veinte se adquieren cinco locomotoras “Balwin”, norteamericanas y el correspondiente parque de carros-jaula para el tiro de caña. La cachaza era botada por unos carretones de tracción animal, con compuertas en sus fondos en un depósito preparado a este fin.

En esta época aún el ingenio tenía filtros-prensa, que fueron cambiadas por filtros rotativos marca “Oliver” e instalándose un clarificador “Dorr” en los años 40, década en que también se adiciona la innovación del tiro de la casa del basculador en camiones, que paulatinamente fueron desplazando a las carreta de bueyes hasta eliminarlos totalmente, aunque los vehículos de tiro no pertenecían a la Compañía. Tanto las carretas como los camiones volteaban la caña en la estera conductora y los carros de ferrocarril lo hacían por medio de un virador electromecánico.

El producto terminado (azúcar crudo) era envasado en sacos de yute procedentes de la India, cuya capacidad dependió en cada momento de los movimientos obreros, atendiendo al cuidado o protección de los estibadores, además de que al tener menos peso había mayor cantidad de sacos llenos que manipular, lo que alargaba las jornadas de embarque.

Éstos se producían directos del piso de azúcar a casillas de ferrocarril que eran enviadas al puerto de Tunas de Zaza, donde almacenes, puertos, equipos de tracción de ferrocarril, obreros y empleados eran también del Ingenio.

En 1926 creyendo ampliar su industria, la familia Rionda decide acometer la construcción de una fábrica de Celulosa partiendo del bagazo como materia prima y llegándose a fabricar papel de esta celulosa bajo de dirección del Ingeniero La Rosa, que posteriormente dirigiera la papelera de Cárdenas, paralizándose dicho centro, no obstante lo cuantioso de la construcción de fábricas, almacenes y oficinas, por considerarse incosteable, se utilizan estas edificaciones en 1944 para la instalación de la Destilería Paraíso que utilizaría como materia prima, la miel final.

Con posterioridad se anexó a esta Destilería una planta de recuperación de levadura para pienso animal, con el propósito de aprovechar más los residuos producto de la fabricación del azúcar. La construcción o instalación de la destilería parte de las necesidades en el mercado de alcohol por el desencadenamiento de la II Guerra Mundial.

Paralelamente con ello parte de los integrantes de la firma operadora del central construyen una fábrica de refrescos en Banao, que giraba bajo la firma de “Red Cock cola Bottling Co”, todo ello se desarrolla cuando sus presidentes y vice-presidente de la empresa: José Bernardo y José Andrés Rionda (padre e hijo) respectivamente y siendo ejecutivo de la misma el sobrino y primo de los mismos John Rionda Doty, residiendo éste último en el batey del Ingenio con su esposa e hijos (norteamericanos todos) e hijo éste último del último administrador propiamente dicho que tuvo el Central, Oliver K. Doty; éste fue sustituido, como administrador auxiliar a su muerte ocurrida en la localidad, por Manuel A. Lage, quien a su vez sustituye a Eugenio Tormes al Triunfo de la Revolución y que llegó al Ingenio con una política de “Mano Suave”. Tormes administra el Ingenio en el momento de la intervención por la Nacionalización, en que es nombrado como Administrador Interventor el compañero Jorge Castrillón.

Resulta interesante incluir en esta historia el matrimonio de Ramona Rionda Polledo con Pedro Alonso, dueño de la Tienda Tuinucú, en cuya carpeta se hacían efectivos los pagos a los trabajadores del ingenio, lo que significaba un lazo para hacer los descuentos de las compras que a crédito hacían los trabajadores, así como de las comidas que suministraban en la fonda de la misma tienda a los no residentes de la localidad, fundamentalmente extranjeros, de los que la mayoría eran españoles y se alojaban en los llamados barracones (albergues) del Central.

A la muerte de Pedro Alonso y Ramona Rionda la tienda Tuinucú giró bajo la firma “Sobrinos de Pedro Alonso y Cía” compuesta a su vez por la liga de Alonso y Cía, y también por la liga de Alonso y Colunga. Estos tenían dentro del verdadero Centro Comercial que constituían la firma Víveres, Ropa, Carnicería, Lechería, Fonda, Panadería, Café (bar) y Servicentro, todo contenido de un mismo edificio de dos plantas; además eran colonos de millones de arrobas de caña y reaccionarios con los pequeños colonos del ingenio y ganaderos.

Aunque se ignora la ascendencia y la cuantía de las acciones que componía el Central Tuinucú, se entiende que el mayor accionista de la Compañía en general lo era Manuel Rionda Polledo, que residía en Alpine, N.Y. U.S.A. y a su muerte, por disposición testamentaria legó al pueblo de Tuinucú crédito y materiales para la construcción de una Capilla Católica.

Cabe señalar que “burlando” disposiciones gubernamentales, la Compañía Azucarera Tuinucú tenía colonias a nombre de “Pérez Amézaga y Compañía, S. en C.” en los primeros tiempos (Francisco Amézaga era el Administrador del Central “Elia” que como antes se dice pertenecía a la firma operadora de la Compañía) a su vez las colonias del Central “Elia” aparecían a nombre de Manuel A. Lage y Compañía”, administrador del Central Tuinucú. A la destitución de Pérez Amézaga como Administrador del “Elia”, las colonias del Tuinucú giraron bajo otra firma “J. Artecona y Compañía, S. en C”. (José Artecona era un funcionario de la Cuban Trading Company).

Entre 1916 y 1917 surge el grupo CRESI, de tendencia clasista que dirigía desde La Habana y que en el Ingenio tenía como afiliado a Agustín Valdivia, Alberto Luna, Eduardo Blasón, José Santa Marina, José Toyos y Perfecto Camafleitas. Este grupo editaba el periódico “Tierra” que distribuían sus afiliados en la localidad entre obreros.

En 1918, los integrantes locales de este grupo pasan a la anarcosindicalismo y en 1925 forman filas en el Partido Comunista los compañeros Agustín Valdivia y Eduardo Blasón, ampliándose el mismo en 1930 como consecuencia de la lucha contra Machado.

Hasta 1933, en lo que la zafra respecta, el Central labora en dos turnos diarios de l2 horas cada uno, además del turno de día, mantenimiento, que era de 10 horas, devengándose un salario mínimo de 80 centavos diarios. A partir de 1933, en que los trabajadores mantienen una huelga de 40 días, que fue de carácter nacional, esta organización y distribución del tiempo de trabajo se situó en tres turnos diarios de 8 horas cada uno y un turno de mantenimiento, también de 8 horas.

El Sindicato había sido organizado desde 1919, conjuntamente con el de Metalúrgico y Ferroviarios y ese mismo año, meses más tarde se organiza el Sindicato de Obreros de la Industria Azucarera, siendo su primer Secretario General Félix Millares y de Organización Arturo Bello. Las Oficinas estaban en Ciego de Ávila. En esta época la fuerza de trabajo ascendía a 305 obreros, a los que sólo dos no se afiliaron.

En 1958 estaba constituida por 658 trabajadores, de los que 58 pertenecían a la parte administrativa, 68 a grúas y 60 a la Destilería. Entre ellos los salarios tenían una desproporción extraordinaria, el mínimo era el del entonces llamado peón (Auxiliar de Producción) que percibía $4.26 diario cuando trabajaba. En todos los ingenios del país las zafras eran restringidas; las mayores de 65 ó 70 días y el Superintendente de la Fábrica recibía $1 500.00 mensuales, atendiendo a la Superintendencia de esta Unidad y la de la Vega (hoy Remberto Abad Alemán Rodríguez).

A partir de 1921 es que se comienza a presentar el pliego de demandas en que se incluía la jornada de 8 horas de labor diarias y aumento de salarios, además de otras mejoras sociales. Estas demandas fueron rechazadas por la patronal, manifestando que “si había un primer ingenio que accediera a esa petición, éste sería el segundo en aceptarla”. Terminada la zafra de 1921 fueron despedidos 5 obreros que se habían significado en la Organización Social, siendo repuestos dos de ellos, cinco años después. Los compañeros despedidos fueron Agustín Valdivia, Tomás Morgado, Heliodoro Toyos, Paulino García y Alberto Luna. Los repuestos con posterioridad fueron los dos primeros.

Movimiento obrero

En enero de 1934, preparando condiciones para la creación de la Federación Obrera Nacional de Cuba (FONC), salen para La Habana los compañeros Eustaquio Zayas y César Beira y los detienen y encarcelan en el Príncipe, siendo liberados el mismo día de la muerte de Rubén Martínez Villena, asistieron a su mortuorio y le hicieron Guardia de Honor, acompañando sus restos hasta el Cementerio. Por la tarde asisten a la posesión de Carlos Mendieta, como Presidente de la República.

Es constituida la FNOC Provincial de Las Villas, siendo Primer Secretario de Actas el compañero César Beira Bruna.

Independientemente de la Huelga del 33, en la que la totalidad de los obreros intervienen de una u otra forma durante 40 días, se producen varias huelgas por distintos motivos, destacándose después la que produce con motivo de la reclamación de la súper-producción, que es planteada precisamente por el Sindicato de Obreros y empleados del Central Tuinucú. También intervienen actualmente en la demanda del 8% del Diferencial Azucarero y la que había sostenido anteriormente por el reconocimiento de su pliego de demandas.

Muchas fueron las veces en que Melanio Hernández luchó junto al inolvidable mártir Jesús Menéndez Larrondo, y entre ambos, a proposición de Melanio, desatan la lucha por el reconocimiento del Sindicato Agrícola, sosteniendo una huelga por ese motivo y reconcentrándose los trabajadores agrícolas en el local del Sindicato hasta que el mismo es reconocido, pasando entonces a denominarse la Organización como Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria Azucarera del Central Tuinucú y sus Colonias.

En 1935, después de la huelga que con carácter nacional es decretada por la clase obrera, mediante la exigencia de la demanda por parte de los trabajadores asqueados de recibir sus salarios en un centro que no era el de ellos, se crea en la Oficina del Ingenio, la Caja y deja de cobrarse en la Carpeta de la Tienda, como se venía haciendo desde hacía tiempo.

En 1936, el compañero Melanio Hernández es nombrado Secretario de Educación y Propaganda, a partir de esta fecha fue ascendiendo paulatinamente, producto de su ejemplar conducta, hasta ser elegido Secretario General, cargo en el cual pierde la vida tras una penosa enfermedad.

El 16 de enero de 1948 los obreros del Central Tuinucú, en el Municipio de Taguasco, se niegan a iniciar la zafra si no se le paga el Diferencial azucarero de la cosecha anterior, dirigida por Armando Acosta Cordero, Secretario Agrícola del Sindicato del Ingenio y sus Colonias de Caña, logrando su propósito tras un día de huelga.

En 1952 se elige dentro de la militancia activa del Partido Comunista a los compañeros Eustaquio Zayas Companioni (falleció el 16 de septiembre de 1968) como Secretario General, siendo el de Organización el compañero Leonardo de Rojas Caballero. La militancia estaba integrada por los compañeros Agustín Valdivia Betancourt, Daniel García Vilariño, César Beira, Manuel J. Vázquez Villar, José Costa Pallas, Arquímedes Valdivia Hernández y Juan Pedreira García. La Juventud Comunista estaba integrada por los compañeros Arquímedes Valdivia Hernández, José Pedreira, Humberto Pareja Díaz y Wilfredo y Nereida de la Torre Díaz, María Pedreira Batista, Rigoberto Díaz Torres.

Ante el artero golpe de estado del 10 de marzo de 1952, como todo el pueblo de Cuba, fue desatada una lucha sin tregua a la dictadura, lucha que se recrudece cuando el Sindicato es intervenido por orden del Mujal. Se produce la intervención en los momentos en que el Ingenio estaba haciendo pruebas después de terminadas las reparaciones para la zafra. Se paraliza totalmente la labor y los trabajadores en pleno marchan para su local Social, encontrándose en el portal del mismo al ejército que encañonaba a la misma.

Se inicia de este modo la lucha contra la dictadura, agrupándose los trabajadores en tres sectores; Movimiento 26 de Julio, Movimiento 13 de Marzo y Movimiento Estudiantil Universitario, surgiendo entre los mismos luchas internas fundamentalmente contra los militantes del Partido Comunista y enarbolando como bandera a Prío con el malogrado propósito de confundir a los trabajadores, apoyándose en el derrocamiento de que éste había sido objeto.

No obstante ellos continúan la lucha clandestina y se agudiza la represión mediante detenciones y amenazas. Se distribuyen los periódicos editados por los grupos revolucionarios en armas, se distribuyen y venden los bonos “26 de Julio” y “13 de Marzo”, se organizan colectas y recogidas de ropas, comidas, medicinas cuyo producto es enviado al Escambray.

Por las persecuciones y detenciones sufridas, después de haber interrumpido en varias oportunidades el fluido eléctrico y haber hecho estallar una bomba casera en un tanque de petróleo del Ingenio, marcha para la Sierra el hoy Coronel Federico Mora Díaz, que ocupa el cargo de Ayudante de Soldador. También mediante una confidencia en la que los enteran de que serían detenidos, cuando mayor es la represión y el crimen en el país, abandonan el centro de trabajo y marchan para el Escambray los hermanos Oscar y Luis Lizano Sanz.

Fueron varias las oportunidades en que el compañero Mora visitó clandestinamente el Ingenio hasta que el 19 de diciembre de 1958 hizo la visita definitiva en que liberó al Ingenio y sus alrededores de soldados e incautó las armas a éstos y a los serenos del Central, manteniéndose ya en territorio libre, la lucha sin cuartel, destruyéndose por el fuego el puente de madera que comunicaba a Tuinucú con Sancti Spíritus e interrumpiéndose el tránsito en el Hormigón que comunicaba con la carretera de |Zaza, con una aplanadora a la que se rompieron los mandos. Se continuó con la lucha o vigilancia revolucionaria hasta el día 23 del mismo diciembre que es liberado Sancti Spíritus, siendo entonces menos tensa o arriesgada, aunque sí intensa hasta la liberación de Santa Clara y la cobarde huida del tirano el 1 de enero de 1959.

Luego del 1 de enero de 1959

A partir del Triunfo Revolucionario se comienza nuevamente el trabajo y la empresa decide utilizar la estrategia de hacer un cambio de Administrador, nombrando en lugar del que hasta entonces les representaba a Eugenio Tormes Gómez, quien vino con una política de mano suave, cediendo, aunque discutiendo, las demandas obreras tanto económicas como sociales que por tanto tiempo se había negado a la masa y administrando y relacionándose con los trabajadores a la vez.

No obstante, continúa la lucha interna entre algunos trabajadores que censuraban fundamentalmente a los compañeros de militancia verdaderamente revolucionaria y creándose el pro y el anticomunismo, pero a pesar de ello continúa creciendo la conciencia política proletaria a tal extremo que en el momento de la intervención, esta es casi totalmente aceptada por los trabajadores y sus familiares.

Con la Intervención Revolucionaria del Sindicato el día 21 de diciembre fue designado como Secretario General del mismo a Juan José Álvarez Bernal, no sin que continuaran sucediéndose las contradicciones producto a la ignorancia y las campañas que siempre se destacaron contra los que de una forma u otra mantuvieron una lucha contra la reacción, el Capitalismo y el imperialismo.

La Nacionalización se produce por la Ley de agosto de 1960, designándose al compañero Jorge Castrillón García como Primer Administrador revolucionario, que sustituye a Tormes, comenzando el Central a pertenecer a la Administración General de Ingenios del INRA, pasando luego al Ministerio de Industria dentro de la Empresa Consolidada del Azúcar, hasta la creación del Ministerio de la Industria Azucarera.

Acto seguido de su Nacionalización se creó en la Unidad del Consejo Técnico Asesor, tanto a nivel de Ingenio como de Destilería. Estos consejos brindaron una ayuda honesta y revolucionaria a la inexperta administración. Siendo creadas, después, las plazas de Normadores, Estadística, Responsable de Medios Básicos, de Entrega de Productos, Planificación, Fuerza de Trabajo con diferentes frentes y la Sub-Administración. El Puerto de Tunas de Zaza pasa a ser controlado por Terminales Mambisas y la parte agrícola es puesta en manos del INRA.

Dando cumplimiento a los planes de aplicación y producción del Gobierno Revolucionario, se realiza un considerable número de inversiones, entre los que se encuentran un juego de cuchillas picadoras de caña, la ampliación del Basculador, un clarificador, ampliación y reconstrucción de enfriaderos, una caldera compacta y una planta de tratamiento de nacionalidad española, nuevas pizarras soviéticas en la Planta Eléctrica, adaptación de un Almacén de Azúcar para almacenar azúcar a granel, y construcción de otros totalmente nuevos, un taller de reparación de ferrocarril, reconstrucción de la nueva chimenea y construcción de una nueva adicional, 6 centros de acopios; además de carros de ferrocarril todos son de hierro en la actualidad, siendo bueno el estado de equipos y maquinarias.

Tanto en lo que se refiere a la instalación de la Caldera Compacta, como a la de la Planta de Tratamiento de agua y a las de las pizarras en la Planta Eléctrica, fue decisiva la cooperación de Técnicos Soviéticos. Además en la adaptación y reconstrucción de almacenes para azúcar a granel se vio reflejada la ayuda del hermano país soviético, por ser los proyectistas del trabajo.

La jornada de trabajo en tiempo inactivo y tiempo de reparación es de 8 horas diarias y en zafra es de tres turnos de producción de 8 horas cada uno, existiendo, además, el turno de mantenimiento de 8 horas de labor.

Desde el punto de vista político del centro ha habido un gran paso de avance pues la Empresa cuenta con militantes del PCC; Aspirantes del mismo y militantes de la UJC. La militancia del Partido se encuentra desglosada de la siguiente forma: Un Comité de Dirección y núcleos distribuidos en las distintas áreas de trabajo; la militancia de la UJC cuenta además, con un Comité de Dirección y Comité de Base.

El Movimiento Obrero se encuentra dirigido por un Buró de Empresa y Secciones Sindicales. Este movimiento cuenta con obreros de Avanzada, dentro de los que se incluyen Vanguardias Nacionales.

Cambio de nombre

Inicialmente este ingenio siempre se llamó Tuinucú, pero luego de todo el proceso de Nacionalización se decide a esta Empresa Azucarera cambiarle el nombre por el de: Melanio Hernández, pues además de ser un trabajar de esta empresa, fue un dirigente destacado en la época de opresión, tomó parte activa en la lucha de los trabajadores, se destacó por su espíritu de lucha, sacrificio y honradez, ganándose el respeto, la confianza y admiración de los trabajadores del Central y la zona.

En varias ocasiones fue nombrado Secretario General del Sindicato. Luchó arduamente por lograr la unidad de todos los trabajadores, inculcándoles que la única forma de luchar y vencer era uniéndose sólidamente.

Por su esfuerzo se construyó el local del Sindicato en horas voluntarias aportadas por los trabajadores. Estuvo vinculado a Jesús Menéndez cuando laboraba por estas zonas. A pesar de no militar en el Partido, mantuvo estrecha relación con los militantes y actuó siempre de acuerdo a la línea trazada por el Partido en el Movimiento Obrero.

Es lógico que a partir de la nueva Estructura, la politización y la conciencia revolucionaria de los trabajadores esta Empresa haya avanzado notablemente, lo que se ha visto reflejado en el cumplimiento de los planes, Emulación Socialista, movilizaciones y otras muchas actividades realizadas en beneficio de la Empresa y sus trabajadores. Cuenta con personal altamente calificado capaz de enfrentar la responsabilidad de llevar adelante todo el trabajo en esta Empresa.

Enlaces externos

Fuentes

  • Documentos y archivos del Historiador Municipal.
  • Documentos y archivos ofrecidos por la Dirección de la Empresa Azucarera Melanio Hernández.