Endamoeba histolytica


Endamoeba histolytica
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La Endamoeba histolytica. Es un parásito que invade y vive esencialmente dentro de los tejidos de su hospedero, no habiendo pruebas evidentes de que pueda vivir por tiempo prolongado en la luz intestinal sin producir lesiones.

Historia

Losch descubrió en 1875 la Endamoeba histolytica en San Petersburgo, en lasheces de un ruso con disentería, dándole el nombre de Ameba coli y no considerándola como la causa de los síntomas, a pesar de encontrar, en la autopsia, las amebas en las ulceraciones intestinales del paciente y de reproducir experimentalmente la disentería en el perro, mediante la inoculación rectal de heces del paciente. Walker y Sellards, en 1913, en las Islas Filipinas, demostraron experimentalmente en el hombre, que la Endamoeba histolytica es la causa de la disentería amebiana. La disentería amebiana es una enfermedad parasitaria intestinal de tipo alimenticia, producida por la infección de la ameba Endamoeba histolytica, está asociada a dolor abdominal, fiebre, diarrea, e inflamación y ulceración de la boca.

Avance y síntomas

Al comenzar a multiplicarse los trofozoítos la mayoría de las infecciones son controladas por el sistema inmunitario, no habiendo generalmente síntomas, pero sí excreción de quistes infecciosos. A medida que aumenta el número de parásitos, provocan la destrucción de la mucosa intestinal, con ruptura de los vasos sanguíneos y destrucción de las células caliciformes que almacenan la secreción. El sistema inmunitario rechaza su presencia generando focos diseminados de inflamación del intestino. El resultado es la mala absorción de agua y nutrientes de los alimentos (debida a la destrucción de las vellosidades de los enterocitos) con diarrea sanguinolienta.

Otros síntomas frecuentes son los dolores intestinales, náuseas y vómitos. La formación de úlceras intestinales y las pérdidas de sangre pueden causar anemia por déficit de hierro, especialmente en las mujeres. La disentería amebiana puede ser recurrente, con períodos asintomáticos y sintomáticos, durante muchos años. A veces ocurren infecciones bacterianas asociadas, debido a la fractura de la mucosa del intestino. Si los parásitos se diseminan por el tracto gastrointestinal, pueden causar otros problemas. En el hígado destruyen hepatocitos y se forma un absceso que al crecer provoca problemas hepáticos. En algunos casos pueden formarse abscesos en el bazo o en el cerebro, con complicaciones muy peligrosas. Síntomas de invasión amebiana sistémica son la fiebre alta ondulante, tremores, sudores, dolores abdominales en la zona del hígado, fatiga y hepatomegalia.

Patología

Las lesiones por E. histolytica pueden ser intestinales o extraintestinales potencialmente involucrando a varios órganos.

Lesiones intestinales

La patología intestinal ocurre principalmente en cualquier parte del colon, en particular el ciego, sigmoides y el recto. La interacción inicial del trofozoíto conlleva a lisis de las células diana, probablemente por acción proteolítica de lectinas. Una vez atravesado el epitelio intestinal, penetra por la capa de la muscularis mucosae e instala hábitat en la submucosa, formando una apertura pequeña de entrada con un fondo ancho, que tiene la apariencia histológica de un botón de camisa. La reacción inflamatoria resultante en el tejido intestinal produce nódulos que progresan a úlceras y subsecuente necrosis localizada como resultado de trastornos del riego sanguíneo. La resistencia del parásito al ataque del sistema del complemento, hace que pueda sobrevivir en medio de una sobrepoblación infiltrativa de células linfocitarias (células plasmáticas, linfocitos, eosinófilos, etc.)

Lesiones extraintestinales

  • Localización pulmonar, generalmente originada por contigüidad de las lesiones hepáticas, observándose con más frecuencia en el pulmón derecho. Se caracteriza por necrosis del parénquima pulmonar con posible infección bacteriana secundaria.
  • Localización cerebral, causada por diseminación sanguínea. Es una complicación bastante rara.
  • Localización en la piel, causando úlceras dérmicas, viéndose con más frecuencia en la región perianal, peneal y la pared abdominal.
  • Absceso hepático.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico logra mediante exámenes de laboratorio de la materia fecal con microscopio óptico. En algunos casos se requiere tomar imágenes del hígado con TAC, o detección del ADN del parásito mediante PCR o serología con detección de anticuerpos específicos. La afección se trata por prescripción médica de metronidazol, iodoquinol, paramomicina o furoato de diloxanida y tinidazol. Los abcesos hepáticos avanzados pueden requerir de cirugía.

Distribución geográfica

La Endamoeba histolytica es un parásito cosmopolita, pues ella ha sido encontrada en todas partes donde se han hecho estadísticas parasicológicas intestinales; pero es más frecuente en los trópicos y subtrópicos que en las regiones templadas, aunque en estas últimas, puede ser muy frecuente en aquellos lugares donde las condiciones sanitarias son malas.En el Hemisferio Occidental,Faust(1942) señala que la Endamoeba histolytica se ha encontrado desde los 52 grados de Latitud Norte(Saskatchewan) hasta los 52 grados de Latitud Sur(Estrecho de Magallanes).

Etiología - Epidemiología

Las distintas estadísticas practicadas en diversos países del Hemisferio Occidental,generalmente representan un porcentaje de parasitismo mucho más bajo de lo que en realidad es, debido a que muchas de ellas están basadas en un simple examen o examen único de heces fecales y,en ocasiones, ni siquiera en exámenes parasicológicos completos de heces fecales. Faust y colaboradores (1938 - 1939) han comprobado que examinando de 3 a 4 muestras de heces fecales de cada individuo, practicando cada vez exámenes directo,lugol,método de concentración al Sulfato de Zinc y coloración de Hematoxilina férrica, en caso necesario, obtienen un alto porcentaje de positividad y calculan que del 5 al 10% de los habitantes de los EE. UU albergan la Endamoeba histolytica. En México,Hegner, Beltrán y Hewitt (1940) encuentran un 25% de positivos en 866 personas examinadas y en Ciudad México el 20% de 109 individuos examinados. Fernández y Suárez (1945) en el examen coprológico practicado a 200 niñas campesinas procedentes de los campos de algunas provincias de Cuba encontró la Endamoeba histolytica en diez casos, lo que da un porcentaje del 5.05 % de las niñas examinadas.

Edad

Según Faust (1933) los niños menores de 5 años están menos infectados que los mayores de esa edad y que los adultos, siendo de 26 a 30 años de edad la época en que ocurre el mayor porcentaje de infección, volviendo a bajar el porcentaje después de los 35 años.La menor infección de los niños pequeños obedece a una menor exposición al contagio, mientras la caída del porcentaje después de los 35 años se debe probablemente a una inmunidad adquirida por infecciones previas.

Sexo

Todos los autores están de acuerdo en que la infección es más frecuente en el sexo masculino que en el femenino, sin que haya una explicación satisfactoria de este hecho, ya que ambos sexos están igualmente expuestos a la infección por esta ameba.

Raza

Todas las razas son igualmente sensibles a la infección, aunque con frecuencia se observa que los blancos inmigrantes en las zonas endémicas desarrollan síntomas más severos que los nativos o indígenas, debido probablemente a que éstos últimos adquieren alguna inmunidad por las repetidas infecciones con cepas locales.

Condiciones sociales

Los pobres se infectan con más frecuencia que los ricos, debido probablemente a una menor resistencia de los pobres a la infección, y a una mayor exposición al contagio por las inferiores condiciones sanitarias en que viven.

Clima

La Endamoeba histolytica es más frecuente, y más intensas sus manifestaciones clínicas, en las regiones cálidas que en las frías ,debiéndose ,su mayor frecuencia a las pobres condiciones sanitarias de la mayoría de los países ubicados en las regiones tropicales y subtropicales ,mientras que la mayor severidad de los síntomas clínicos puede deberse a una menor resistencia a la infección por parte de los individuos procedentes de países fríos.

Prevención

Hervir el agua, no usar cubos de hielo fuera de casa y no comer sin lavar intensamente ensaladas u otros vegetales crudos o frutas crudas con cáscara en zonas endémicas. Es además necesario evitar la presencia de heces humanas de los terrenos agrícolas. Como tratamiento previo al consumo de tubérculos, que crecen en contacto directo con la tierra, es recomendable la desinfección con agua a la que se añade una pequeñísima cantidad de cal viva. Éste procedimiento es normalmente usado en los cultivos hidropónicos. Éste método extermina los nematodos, incluso estando éstos en la parte central del fruto

Fuentes

  • Markel y Voge. Parasitología: Diagnóstico, Prevención y Tratamiento. Editorial: Manual moderno, Págs. 33-34.
  • Dr. Pedro Kouri.Lecciones de Parasitología.Editorial: Pueblo y Educación.Págs. 16, 17,18 y 19.