Guerra de los comanches (1863-1875)

Guerra de los comanches (1863-1875)
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Guerreros kiowa
Fecha:abril de 1863
Lugar:Texas
Descripción:
Guerra de la nación comanche, por defender sus tierras, de los colonos blancos que avanzaban cada vez más ocupando su territorio.
Resultado:
El gobierno de Estados Unidos se apoderó prácticamente todo el territorio de los indios, reduciéndolos a pequeñas reservas.
Consecuencias:
En esta guerra perdieron la vida muchísimos indios.
País(es) involucrado(s)
Estados Unidos Bandera de los Estados Unidos de América
Líderes:
Pequeño Cuervo, Cafetera Negra, Satank, Satanta.
Ejecutores o responsables del hecho:
Frederick Wylyams,


Guerra de los Comanches. Enfrentamientos efectuados entre la nación de los comanches y kiowa principalmente, aunque también participaron otras naciones indias. En esta guerra que se extendió de abril de 1863 hasta 1875, murieron muchos indios, los supervivientes tuvieron que vivir en pequeñas reservas.

Antecedentes

En 1834, ya existian las hostilidades entre los comanche y los colonos blancos que avanzaban hacia el Oeste desde Arkansas hacia las grandes praderas de Kansas y Texas, supuso la formación de la Expedición Dragón conducida por el coronel Henry Dodge, para establecer un Tratado de Paz.

Llegaron a un enorme poblado compuesto por cerca de 700 tipis y establecido cerca de la confluencia de los ríos Washita y Red, en Texas. Dodge explicó a los comanche que la expedición iba en son de paz; había sido enviado por el presidente de los Estados Unidos y esperaba que se pudiera establecer un sistema de comercio beneficioso para ambas partes. La expedición tuvo éxito y al año siguiente se ratificaron los acuerdos. Sin embargo empezaron a surgir problemas para los comanche cuando los cheyenne deseosos de comerciar en Fort Bent. se desplazaron hacia el sur y se unieron a los arapahoe. Estas dos tribus aliadas obligaron a los comanche, kiowa y los apaches de las grandes llanuras a aceptar que el río Arikansas sería la frontera norte de sus dominios.

No obstante, dos años más tarde al darse cuenta del peligro potencial que suponía el avance de los blancos y los indios del este, que estaban bien armados, hacia el sur de las praderas; crearon la alianza de La Gran Paz; con ella, no sólo se aseguraban que los cheyenne y los arapahoe podían tener más caballos a su disposición; sino que se formaba una gran barrera frente a la usurpación de tierras por parte de los blancos del este.

Los comanche debían estar alerta de los blancos con toda razón, ya que ni siquiera esta gran alianza pudo protegerlos. En marzo de 1840, se reunieron 12 jefes comanche con los representantes de Texas, con el propósito de firmar un tratado de paz; sin embargo los texanos pidieron que los comanches entregaran a sus prisioneros blancos. Al negarse, las tropas entraron en la sala de juntas y como resultado de la batalla que se entabló, murieron los 12 jefes junto con otros indios comanches.

Tras la anexión de Texas a los Estados Unidos, en 1845, el gobierno federal lanzó tentativas para establecer una política justa para las tribus del sur. En 1847 nombró a Robert S. Neighbours, un oficial diplomático y paciente, agente especial de las relaciones con los indios de Texas. Durante varios años se mantuvo una tensa paz en el sur de las praderas gracias a su actitud amistosa. Sin embargo, la ruptura de un tratado con los kiowa y comanche en abril de 1863 despertó un gran descontento y a partir de entonces, los comanche, kiowa, cheyenne, arapahoe y algunos sioux consiguieron que las rutas de Denver y el sur, hasta la ruta de Santa Fe fueran peligrosas.

Inicio de la batalla

La venganza del Coronel J. M. Chivingon, a la cabeza de una milicia del estado de voluntarios de Colorado, supuso la masacre y la derrota de un pacífico poblado cheyenne en Sand Creek, al mando de los jefes Cafetera Negra, Antílope Blanco y Mano Izquierda. Aunque los dos últimos cayeron bajo las balas, el primero sobrevivió. Sin embargo la brutalidad y salvajismo de los soldados, los hombres, mujeres y niños fueron degollados y mutilados, hecho que impresionó a la nación y la masacre de Sand Creek, como pasó a llamarse, precipitó una situación de hostigamiento continuo de los soldados a los cheyennes, cuyas filas iban en aumento, dirigidos por Toro Alto y Caballo Blanco. Sus francos fueron reforzados con los cheyenne del norte, al mando de Nariz Romana, y los lakota, con el Matador Pawne.

En junio de 1867, estando Denver prácticamente aislada, los guerreros atacaron Fort Wallance, justo al norte de Sand Creek. El sargento Frederick Wylyams, quien era famoso por su brutalidad, se encontraba al mando de una compañía. Mientras su destacamento perseguía a una pequeña banda de indios, se vieron atacados repentinamente por un grupo de guerreros. Finalmente, los indios fueron expulsados por la caballería del capitán Barniz, mejor armada, y se descubrieron los cadáveres de los cinco soldados.

El cuerpo del sargento Wylyams se encontró salvajemente mutilado. Luego se descubrió con objetividad científica los diferentes signos que cada tribu había dejado en su cuerpo para dar cuenta así de su presencia en la batalla; no era difícil reconocer el significado de algunas heridas.

Después de la batalla

Una comisión mixta especial del gobierno señaló que el problema principal frente a estas tribus del sur radicaba en la usurpación a gran escala de su territorio. De esta forma se firmó el tratado de Medicine Lodge cerca de Fort Dodge, en Kansas, en octubre de 1867, se trataba de una tentativa del gobierno para reconciliar las grandes diferencias que existían entre los rostros pálidos y los pieles rojas. Finalmente, los representantes del gran poblado indio en el que vivían cerca de 5.000 indios repartidos en 850 tipis; cheyenne, arapahoe, comanche, kiowa y kiowa-apache; se reunieron en las proximidades de Medicine Lodge Creek, que significa casa de la medicina porque los kiowa habían celebrado allí su danza anual del Sol.

Los cien hombres blancos, diplomáticos, intérpretes, representante y reporteros fueron escoltados por un batallón del Séptimo de Caballería, bajo el mando del mayor Joel H. Elliot. La asamblea se describió como una de las más largas y pintorescas entre indios y oficiales que jamás se vieran en las praderas, y se ofreció comida y café en abundancia para asegurar que los indios no se fueran.

Aunque los famosos jefes indios Pequeño Cuervo perteneciente a la nación de los arapahoe, Cafetera Negra y Pequeño Traje a los cheyennes, Satank y Satanta a los kiowas, Manga de Lobo a kiowa-apache y Diez Osos, firmaron el tratado y los ataques cesaron durante varios meses, la guerra entre las tribus continuó. Los cheyenne y los arapahoe asolaron a la nación osage y kaw, los kiowa y comanche asaltaron a los navajo, caddo y Wichita. Más adelante, comenzaron las incursiones a las granjas y asentamientos de los chickasaw. El problema derivó de varios malentendidos y dificultades, un modelo que se repetiría más tarde en las negociaciones con las tribus del norte y centro de las praderas. El tratado estipulaba que a cambio de la garantía de seguridad por todo el territorio, se construirían agencias y escuelas, y se les proporcionaría instrumentos agrícolas, semillas, médicos, maestros y artesanos.

En las agencias se repartirían regularmente raciones y anualidades y se tomaban medidas para que los representantes y comerciantes sin escrúpulos no engañaran a los indios. Sin embargo, el gobierno tardó bastante en cumplir lo acordado y aquello supuso que los indios que habían firmado no entendieron muy bien cuáles eran sus obligaciones o, si lo hicieron, fueron incapaces de controlar a los jóvenes guerreros, sobre todo kiowa y comanche, que seguían asolando Texas.

La muerte de Nariz Romana en la Batalla de la Isla Beecher en septiembre de 1867, la matanza de Cafetera Negra con más de cien hombres, mujeres y niños, ordenada por Custer en Washita, la desaparición progresiva del bisonte, la introducción de armas más sofisticadas, la capacidad de la caballería de atacar los poblados en invierno, fueron factores que aceleraron el exterminio de los indios. A principios de 1870 habían muerto los principales jefes kiowa y comanche, los nuevos líderes, Lanza de Plumas , kiowa y el recio Quanah Parker, comanche, recurrieron a la negociación y muchos de ellos fueron a visitar al Gran Padre en Washington. En 1875, la guerra en las praderas del sur había terminado.

Fuentes