Manlio Francia
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Manlio Francia. Violinista y compositor italiano.
Síntesis biográfica
Manlio Francia es un violinista y compositor dedicado al género del tango que pasa por diversas orquestas e intervino en muchas de las grabaciones de la Orquesta Típica Victor Nace en la bella Venecia el 29 de junio de 1902 y ha sido considerado el mejor segundo violín de la historia del tango. Al respecto Luis Adolfo Sierra escribe ponderando esta virtud: «Para quienes desconocen el significado de los términos instrumentales podrían suponer que el segundo violín es menos que el primero. Y no es así. El segundo requiere siempre una aptitud distinta al del primero, que tiene, por lo general, la voz cantante. Porque existe incluso, una natural tendencia para desempeñarse como segundo preferentemente en las orquestas de tangos por su inventiva en la creación de contra cantos y segundas voces a dúo con el primero.
Y sigue diciendo: «Vale decir, que hay segundos violinistas natos, con más posibilidades de lucimiento interpretativo que los promovidos a primer violín. Y primeros violinistas que si fueran segundos no cumplirían correctamente ese papel.
Y remata subrayando: «Francia es el caso indiscutido de segundo violín, acaso insuperado en el quehacer tanguero por su incuestionable talento en la creación de impecables contra cantos, por lo general improvisados en el momento de la grabación, que sobresalen por la brillantez del sonido y la inspirada originalidad de los dibujos melódicos».
Trayectoria
En 1979 en un interesante reportaje realizado por el periodista Norberto Chab, Manlio cuenta sobre su formación y trayectoria: Su padre es violinista y tenía su orquesta que durante los meses de verano, en Francia, toca a lo largo de la Costa Azul: Niza, Biarritz, Montecarlo. Cuando cumple cinco años le regalan un violín. Antes del año diez, le proponen viajar a la Argentina, para presentarse en el Hotel Bristol de Mar del Plata, donde se reunían los apellidos más prominentes de la sociedad porteña durante la temporada estival. Viaja papá y toda la familia. El, debe interrumpir sus estudios de música con el maestro Isaac Isaiye.
Cuando llega el día del debut nadie espera que fuera el comienzo de la despedida. Ocurre que nos acompaña una cantante y bailarina que ilustra mejor algunos números musicales, pero la pacatería de las damas no lo soporta. Los señores sí, por supuesto. Deja de actuar la atracción femenina y el acto gustó, pero enseguida retornamos a Francia, aunque cada verano regresábamos a Mar del Plata, en total son siete viajes. El último partimos desde el puerto de Marsella y en el viaje nos enteramos que había comenzado la Primera Guerra Mundial. Por ese motivo, nos quedamos en este país.
En Buenos Aires continúa los estudios musicales en el Instituto Santa Cecilia, con su director el maestro Galvani. Recibe el diploma en 1918, entre sus compañeros está los hermanos Astor Bolognini, Ennio Bolognini y Remo Bolognini, Eduardo Armani y otros que tienen su buena trayectoria. Sus primeras presentaciones son en fiestas y en salones, donde siempre lo invitan para tocar fragmentos de música clásica.
Hasta que cae en el Café La Armonía de la calle Corrientes 1443, ahí pedían tangos que es música tabú en algunos sitios elegantes donde él había tocado. Va haciendo amigos y llega al Maipú Pigalle donde actúa junto a Osvaldo Fresedo y a Enrique Delfino. Luego forma parte del Cuarteto de Maestros con Juan Carlos Cobián, Julio De Caro y Roque Biafore. Después, de nuevo con Fresedo y con Cobián en el Abdulla Club y con la jazz de Gordon Stretton, ya le gustaba el jazz, anda más adelante con Eleuterio Iribarren.
En 1925 integra la orquesta de Adolfo Carabelli, al mismo tiempo, forma un conjunto con Francisco Pracánico para presentarnos en el restaurante Conte de Mar del Plata. Cuando Pracánico se retira, queda el al frente, esa es su única experiencia como director. Nunca más quiso serlo porque le acarreaba una serie de problemas. Ahí el otro violín es Larrosa, está Sinibaldi en contrabajo y los bandoneones es Grupillo y uno de los hermanos Scarpino.
Graban con Delfino un disco para Odeón, el tango “Porotita” y un fox trot. Está un tiempo en la orquesta de Fresedo que le graba varios temas de él. Integra un quinteto con Petrucelli donde se hace el loco, toca el banjo y canta, le gusta imitar a Al Jolson. Graba con la jazz de Carabelli y con De Caro, con el que está veinte años, todo lo registrado para los sellos Brunswick y Victor. Es el segundo violín se hacía el loco. A Julio le gusta algunas bromas. Cuando en medio de un tema instrumental aparecía una voz, esa era el, por ejemplo en “El buey solo”, soy el que exclama «huella, huella, buey» o en “El monito”, «monito querés café». Otro que intervenía de la misma manera es el negro Leopoldo Thompson.
En la Victor integra todos los conjuntos, es como una mafia, no deja entrar a nadie, resulta que están tan consustanciados que sabiendo cómo es la estructura musical de una pieza, la leíamos una vez y ya grabábamos.
Forma parte, por largos años, de la orquesta estable de Radio El Mundo y desde 1945 al 1950, se incorpora a la orquesta de Carlos Di Sarli. Un estilo tan opuesto al de De Caro, pero insuperable. Es buen músico y muy exigente. Todo esto sin abandonar el jazz ni la música clásica. Y exactamente, el 20 de junio de 1978, deja la música».
Agregan, e integra las formaciones de Carlos Vicente Geroni Flores, Dajos Bela, Emilio Orlando y Ciriaco Ortiz.
Como compositor no tiene mayor relieve, no hubo en su lista títulos de trascendencia. Pese a ello, varios de ellos llegaron al disco.
A modo de ejemplo, destacamos: “Sangre azul” 1922, “Fuego lento”, “Maco”, “Luis María”, “Que racha”, “Ramas de sauce”, “Sol y sombra”, “Queja campera” 1923, “Maldita visión”, que le grabó Carlos Gardel 1925, “Elena”, “Toda para mí” 1926, “Fantasías”, “Pasionaria” 1927, “Nochero” 1930, “Dame un besito” 1931.
Muerte
Manlio Francia fallece el 7 de mayo de 1981 en Venecia, Italia.
