Mano de mortero en forma de pájaro (Utensilio de la antigüedad)

Mano de mortero en forma de pájaro (Utensilio de la antigüedad)
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Mano de mortero de piedra, encontrada a orillas del río Aikora, provincia de Oro, Papúa Nueva Guinea, 6000-2000 a. C.

Mano de mortero en forma de pájaro. Se trata de una mano grande, de unos 35 centímetros de altura. Fue encontrada a orillas del río Aikora, provincia de Oro, Papúa Nueva Guinea, 6000-2000 a. C. Esta mano de piedra es sólo una de las muchas que se han encontrado en el lugar, lo cual demuestra que por entonces había un gran número de agricultores cultivando sus tierras en los bosques y praderas tropicales.

Descripción

En el Museo Británico hay una enorme gama de objetos que podría haber elegido para ilustrar este momento concreto de la historia humana cuando la gente comenzó a echar raíces y a cultivar las plantas que la alimentarían durante todo el año.

Hace poco tiempo los arqueólogos han descubierto que uno de esos lugares fue Papúa Nueva Guinea, la enorme isla situada justo al norte de Australia, de donde procede esta mano de mortero en forma de pájaro. Se estima tiene unos 8.000 años, para entonces la mano de mortero debía de usarse exactamente igual que ahora, para moler y desmenuzar el alimento a fin de que resulte comestible.

La Mano de mortero en forma de pájaro

Se trata de una mano grande, de unos 35 centímetros de altura. La parte destinada a moler, en el extremo inferior, es un bulbo de piedra, aproximadamente del tamaño de una pelota de críquet, está visiblemente desgastada, y puede verse que se ha usado mucho. Por encima del bulbo, el mango resulta muy fácil de agarrar, pero la parte superior de dicho mango ha sido tallada de un modo que no tiene nada que ver con la preparación de alimentos, parece un pájaro esbelto y alargado con las alas extendidas y un largo cuello inclinado hacia adelante, de hecho se asemeja a un pequeño Concorde.

Esta mano de piedra es sólo una de las muchas que se han encontrado en Papúa Nueva Guinea, junto con numerosos morteros, lo que demuestra que por entonces había un gran número de agricultores cultivando sus tierras en los bosques y praderas tropicales.

Es un descubrimiento reciente y ha dado al traste con la opinión convencional de que la agricultura se inició en Oriente Próximo, en la zona que va desde Siria hasta Irak, a menudo denominada el Creciente Fértil y que desde allí se extendió al resto del mundo. Ahora sabemos que no fue así como ocurrió. Lejos de ello, este capítulo concreto de la historia de la humanidad se inició simultáneamente en muchos sitios distintos.

Dondequiera que la gente se puso a cultivar la tierra, empezó a concentrarse en un pequeño número de plantas, cosechándolas selectivamente al margen de las silvestres, plantándolas y cuidando de ellas. En Oriente Próximo, eligieron unas determinadas gramíneas que serían las primeras formas de trigo, en China, arroz silvestre seco, en África sorgo y en Papúa Nueva Guinea un tubérculo feculento, el taro.

No se conoce el género concreto de los cocineros que usaron esta Mano para moler taro en Nueva Guinea, pero por las evidencias arqueológicas de Oriente Próximo, se comprobó que allí la cocina fue principalmente una actividad de la mujer. Al examinar los enterramientos de este período, los científicos han descubierto que las caderas, los tobillos y las rodillas de las mujeres maduras en general estaban sumamente desgastados. Por entonces la molienda de trigo se debía de realizar de rodillas, balanceándose hacia adelante y hacia atrás para aplastar los granos entre dos pesadas piedras.

Esta actividad, aparte de provocar artritis, debía de ser muy dura pero las mujeres de Oriente Próximo y las nuevas cocineras de todas partes cultivaban así una pequeña gama de alimentos básicos nutritivos que podían sostener a grupos de personas mucho mayores de lo que había sido posible hasta entonces.

El esbelto, alargado y elegante mango de nuestra mano de mortero parece demasiado delicado para haber sido capaz de resistir el vigoroso machaqueo diario del taro, de manera que quizá deberíamos ver en él más bien un instrumento ritual, festivo, empleado para preparar comidas especiales en que la gente se reunía, tal como podemos hacer actualmente, para negociar, bailar o celebrar momentos clave en la vida.

Véase También

Fuente

  • La Historia del mundo en 100 Objetos [1]. Consultado 20/10/2020.