Segundo Imperio Mexicano

Segundo Imperio Mexicano
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18631867

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Bandera Escudo
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Capital Ciudad de México
Idioma oficial Español ´
Religión Católica
Gobierno Monarquía constitucional
Emperador
 • 1864-1867 Maximiliano I de México
Historia
 • Proclamación 1863
Superficie
 • 1863 1 972 550 km2

Segundo Imperio Mexicano. Es el nombre con el que se conoce el período histórico comprendido entre julio de 1863 y junio de 1867, la cual se enmarcó dentro de la Guerra Franco-Mexicana. El Segundo Imperio llamado a si luego de la conformación de un nuevo estado monárquico en dicho país, tengase en cuenta que el primer estado imperial mexicano fue establecido de mayo de 1822 a marzo de 1823, fue impuesto por el poder francés y nombrado como emperador el noble austricano Fernando Maximiliano José de Habsburgo-Lorena, archiduque de Austria, quien pasaría a la historia como Maximiliano I de México.

Tras varios años de crisis interna y fuerte lucha contra las fuerzas opositoras a la dictadura de Maximiliano, el bando republicano liderado por Benito Juárez, logró la victoria en la primavera de 1867, finalizando oficialmente el imperio el 19 de junio de 1867, con el fusilamiento de Maximiliano I en el Cerro de las Campanas.

Proclamación del imperio

El Segundo Imperio Mexicano nació como un intento del emperador francés, Napoleón III, de fortalecer el papel de Francia como nación poderosa y con múltiples aliados, para luego enfrentarse a su gran enemigo, el Imperio Alemán. Una comisión de personas relacionadas con el Partido Conservador de México y la Iglesia Católica, a disgusto con el gobierno de Benito Juárez y en franca oposición a la Constitución de 1857 llegó en 1863 al Castillo de Miramar, en Trieste, Italia. Allí se entrevistaron con el archiduque Fernando Maximiliano de Habsburgo, hermano del emperador austriaco Francisco José I.

El 10 de julio de 1863, la Junta de Notables emitió el siguiente dictamen, en el cual se proclamaba el Imperio Mexicano:

Primero. La nación mexicana adopta por forma de gobierno la monarquía moderada, hereditaria, con un príncipe católico.

Segundo. El soberano tomará el título de Emperador de México.

Tercero. La corona imperial de México se ofrece a S. A. I. y R., el príncipe Maximiliano, archiduque de Austria, para sí y sus descendientes.

Cuarto. En caso que, por circunstancias imposibles de prever, el archiduque Maximiliano no llegase a tomar posesión del trono que se le ofrece, la nación mexicana se remite a la benevolencia de S. M. Napoleón III, emperador de los franceses, para que le indique otro príncipe católico.

Entronación de Maximiliano

El ofrecimiento de la corona mexicana a Maximiliano, obra del pintor Edgar Ritkvon, muestra el ofrecimiento hecho al joven maximiliano

Para convencer a Maximiliano, los conservadores utilizaron el pretexto de que el apoyo al príncipe europeo era general y popular y por tanto no recibiría oposición. A Napoleón III de Francia le agradó la idea de crear un imperio en México y decidió apoyar a los conservadores enviando al ejército francés a México, con el fin de establecer un gobierno pro-francés frente a los Estados Unidos. El ejército francés fue derrotado en la famosa Batalla de Puebla, pero al año siguiente regresaron y tomaron la ciudad de Puebla, y finalmente con el apoyo de los conservadores mexicanos tomaron la ciudad de México y con ello el poder instaurando la monarquía parlamentaria, declarando a Maximiliano I de Habsburgo, segundo emperador de México.

Maximiliano llegó al puerto de Veracruz en la famosa fragata Novara el 28 de mayo de 1864 entre el júbilo y algarabía de los conservadores, que se congregó especialmente en Puebla y en la Ciudad de México. La travesía a la Ciudad de México se le presentó un panorama distinto al que le habían contado: un país herido por la guerra y profundamente dividido en sus convicciones. Al llegar a la ciudad escogió el Castillo de Chapultepec como residencia y mandó trazar un camino que le conectase a la ciudad (el actual Paseo de la Reforma), que se llamó originalmente "Paseo de la Emperatriz". Como el emperador y la emperatriz no podían tener hijos decidieron adoptar a dos nietos (Agustín y Salvador) de Agustín de Iturbide, el primer emperador mexicano.

El imperio

El Castillo de Chapultepec fue la residencia oficial del emperador

El Imperio Mexicano contaba con el apoyo del partido conservador, y de buena parte de la población de tradición católica, aunque tuvo una oposición férrea de los liberales y de la masonería en México. Durante su gobierno Maximiliano I de México trató de desarrollar económica y socialmente a los territorios mexicanos bajo su custodia, aplicando los conocimientos aprendidos de sus estudios en Europa y de su familia, los Habsburgo, una de las casas monárquicas más antiguas de Europa, de tradición abiertamente cristiana y católica.

Maximiliano encontró en los conservadores gran renuencia a su política liberal y en los liberales una oposición férrea por representar a los invasores de México y, por ende, el ataque a la soberanía y a las instituciones republicanas. Y si bien el ejército francés había logrado que la Regencia gobernara en varios departamentos, nunca logró tener control absoluto sobre todo el país. Cuando el ejército desocupaba alguna ciudad, grupos liberales la recuperaban de inmediato para su causa. Para su desgracia, al término de la guerra civil en Estados Unidos, en 1866, Maximiliano supo que Napoleón III había decidido retirarle su apoyo militar por así convenir a sus intereses, amén de que en su propio país se ponía en tela de juicio la intervención no sólo por el hecho mismo, sino por el costo tan oneroso que representaba para Francia; con eso quedó claramente visible que la aventura de Napoleon III de un Imperio Mexicano, estaba al borde del colapso.

Decadencia

Pero la política de Maximiliano resultó ser más liberal que lo que sus partidarios conservadores pudieron tolerar. Ello es así en parte por la propia estrategia de Napoleón III, que el 3 de julio de 1862 había dirigido al mariscal Forey instrucciones secretas que requerían evitar el dominio conservador del régimen, instaurando en cambio un gobierno moderado en el que estuvieran representadas todas las tendencias. Y también por el talante liberal de Maximiliano, que ya había manifestado al gobernar Lombardía en los años 1858 y 1859.

Un hecho que puso de manifiesto esa tendencia incompatible con los conservadores locales fue la negativa de Maximiliano a suprimir la tolerancia de cultos y a devolver los bienes nacionalizados de la iglesia, cuando el nuncio papal le requirió ambas decisiones. Gran parte de los conservadores mexicanos, decepcionados, retiraron su apoyo a Maximiliano, e inversamente, hubo liberales moderados que se aproximaron al nuevo régimen, mientras que los liberales republicanos no por ello dejaron de persistir en la lucha por recuperar al país de un gobierno monárquico.

Fusilamiento del Cerro de las Campanas

El cuadro del pintor francés Édouard Manet, representa los sucesos del 19 de junio

El ejército republicano, al mando del general Mariano Escobedo, tenía sitiados a Maximiliano de Habsburgo y las pocas tropas francesas y conservadoras que le quedaban. El 15 de mayo, en la falda oriente del Cerro de las Campanas, Maximiliano entregó su espada al general Escobedo, significando su total rendición. Ahora existe un pequeño obelisco que marca el hecho. Ahí fueron hechos prisioneros Maximiliano y sus generales Miguel Miramón, expresidente de México, y Tomás Mejía. Fueron juzgados en el Teatro de la República por un tribunal de guerra,encontrados culpables y sentenciados a fusilamiento.

Al amanecer del 19 de junio de 1867 fueron llevados al Cerro de las Campanas para que se cumpliese la sentencia. Dieciocho soldados terminaron con 5 años de intervención francesa y el gobierno de un extranjero. Divididos en 3 grupos, los fusilaron en la ladera oriente, a unos 350 metros de donde se habían rendido.

Bibliografía

  • Hamnet, Brian . Historia de México (2001) ISBN 84-8323-118-2.

Fuentes