Tánger

Tánger
Información sobre la plantilla
Ciudad de Marruecos
Mapa de la Ciudad de Tánger
Mapa de la Ciudad de Tánger
EntidadCiudad
 • PaísBandera de Marruecos Marruecos
Gentiliciotangerino, tingitano
Ciudad Tanger.jpg
Ciudad de Tánger

La ciudad de Tánger. Está situada al norte de Marruecos, en las costas del estrecho de Gibraltar, a tan solo 14 kilómetros de Tarifa, y a unos 60 de la propia Gibraltar. Tánger es sin duda una de las ciudades más visitadas de Marruecos por los turistas, y esto es debido a su excelente posición geográfica, ya que la mayor parte de la gente que visita el continente africano desde Europa pasa por Tánger, y desde ella se hacen multitud de excursiones diferentes.

Historia de su independencia 

Fue fundada por los fenicios en 1450 a.c y son los cartagineses los que la llaman Tingis. En el 1450 a.c. pasó ser colonia romana con Augusto en 38 a.c. declarándola capital de la provincia Mauritano-tingitana. Mousa la conquista con apoyo de las tribus de Gomara en el 1682 y desde ella se sirve para conquistar la península ibérica. Cae en manos portuguesas en 1471 y pasa a depender de España en 1581. Posteriormente pasa a Inglaterra que introduce el Té en el país.

En 1786 se convierte en la capital diplomática del reino instalándose los diplomáticos extranjeros, el consulado de España, y la primera delegación USA en el exterior (1797)

En 1906 tras la conferencia de Algeciras la ciudad pasa a ser controlada por el cuerpo diplomático y en 1923,coincidiendo con la instauración del protectorado español, se abre la época internacional de la villa de Tánger, que cambió la ciudad, hasta el 1956. Tas la independencia la ciudad ha tenido que adaptarse a la nueva situación, creciendo de forma importante convirtiéndose en una de las grandes ciudades marroquíes y puerto de importación y exportación de sus productos.

Ciudad mítica

Es una de esas ciudades olvidadas, que todo el mundo considera una ciudad de paso. Parece una ciudad a quien nadie le presta atención, pero cuando vives en ella y respiras su aire mientras paseas por su medina, o sus playas no la puedes volver a olvidar, ha visto pasar por sus tierras todas las culturas del Mediterráneo. Actualmente, en Tánger conviven la religión musulmana, cristiana y judía. Y en ella han vivido artistas como Paul Bowles, o hasta los mismos Rolling Stones se han dejado seducir por sus callejuelas.

Economía

Es el segundo centro industrial de Marruecos después de Casablanca. Los sectores están diversificados e incluyen industria textil, química, mecánica, metalúrgica y naval. La ciudad cuenta con cuatro parques industriales, dos de los cuales cuentan con el estatus de zona franca. La economía se basa fuertemente en el turismo. Los hoteles y alojamientos cercanos a las playas han crecido notablemente a través de inversiones extranjeras. Las compañías constructoras y de bienes raíces han mejorado en gran escala la infraestructura turística. La bahía que delimita el centro de la ciudad se extiende por más de 7 km de costa.

Para el 2008 se prevé la terminación de grandes proyectos como el segundo puerto mediterráneo y sus parques industriales; un sitio de 45.000 plazas, comercios e instalaciones turísticas. La agricultura regional es principalmente cerealera. La infraestructura urbana comprende un puerto marítimo de cargas y pasajeros, una marina, y un puerto pesquero.

El ferrocarril conecta a la ciudad con Rabat, Casablanca y Marrakech en el sur, y con Fez y Oujda en el norte. La autopista Rabat-Tanger está disponible desde el verano de 2005, y conecta Tánger con Fez vía Rabat (250 km), y con Settat vía Casablanca (330 km). El aeropuerto internacional Ibn Batuta se encuentra 15 km al sudoeste de la ciudad.

El mercado artesanal en la ciudad vieja se especializa en cuero, manufacturas de madera y plata además de calzado y vestimenta tradicional marroquí. La ciudad ha sido centro del éxodo rural e la región, con una población cuadruplicada en las últimas dos décadas. Este fenómeno ha provocado la existencia de distritos periféricos habitados mayoritariamente por la primera y la segunda generación de emigrados rurales, de muy bajo nivel económico y cultural. En estos barrios se observa un importante déficit de infraestructura urbana básica.

Desarrollo social

Cultura

Enclave multicultural de comunidades musulmanas, judías y cristianas, Tánger ha atraído la atención de artistas como Paul Bowles, William Burroughs, Jack Kerouac, Tennessee Williams, Eduardo Haro, Brion Gysin y los Rolling Stones, todos los cuales vivieron o visitaron la ciudad. Después de Delacroix, Tánger se convirtió en una parada obligada para los artistas que buscaban los colores y la luz que aquel mostró. Como por ejemplo Mariano Fortuny, autor, entre otras obras, de Zoco de Tánger que se conserva en la Hispanic Society of Americade Nueva York, o Henri Matisse que residió varias temporadas en Tánger, siempre hospedándose en el hotel Villa de France. Todavía puede visitarse la habitación desde cuya ventana pintó su famoso paisaje, recordando su frase «encontré los paisajes de Marruecos exactamente como los describen las pinturas de Delacroix».

El artista californiano Richard Diebenkorn fue directamente influenciado por los cautivadores colores y patrones rítmicos de las pinturas marroquíes de Matisse. A finales del siglo XIX llega a Tánger el misionero franciscano Padre Lerchundi. Conocido arabista que revolucionará, con su gramática de lengua árabe dialectal marroquí, el modo de comprender el status de la lengua local. La ciudad ha conocido también el éxito de autores nativos, como Mohammed Chukri, considerado uno de los escritores del norte de África más controvertidos y leídos.

Paul Bowles colaboró estrechamente con Choukri en las traducciones, y escribió la introducción a su novela autobiográfica «Al-jubs Al-hafi», "El pan desnudo". En la traducción inglesa publicada originalmente llevó por título For Bread Alone,[1] y que fue descrita por Tennessee Williams como «un verdadero testimonio de la desesperación humana, destrozada por su impacto». En las décadas de 1940 y 1950, mientras la ciudad era una zona internacional, sirvió como refugio para artistas, zona de juerga para millonarios excéntricos, lugar de encuentro para agentes secretos y todo tipo de timadores, una Meca para especuladores y estafadores, un El Dorado para los amantes de la buena vida. Las familias Bakkali, Sebahi o Sbaai son alguna de las familias más populares y ricas de la ciudad.

Educación

Tánger ofrece cinco diferentes tipos de sistemas educativos: el marroquí, el británico, el español, el francés y el norteamericano. Cada uno de estos sistemas tiene cursos desde preescolar hasta el 12º año (bachillerato o high school diploma).

Escuelas primarias

Hay más de una docena de establecimientos distribuidos por la ciudad.

Escuelas primarias internacionales

• Colegio español Ramón y Cajal

• Colegio francés Adrien Berchet

• American School of Tangier

Escuelas secundarias internacionales

• Instituto Español "Severo Ochoa" de Tánger

• English College of Tangier

• American School of Tangier

• Liceo francés Regnault

• Liceo francés Robert Schuman

Universidad

Varias instituciones académicas superiores se ubican dentro y fuera de la ciudad, como el Institut Superieur Internationale de Tourisme (ISIT) que ofrece carreras de grado desde administración de empresas hasta hotelería. El instituto está entre las más prestigiosas escuelas de turismo del país. La École Nationale de Commerce et de Gestion (ENCG) es una de las más grandes de Marruecos en la especialidad. De hecho, esta institución forma parte de la Universidad Abdelmalek Essaâdi, que a su vez alberga la facultad polidisciplinaria (Formación Profesional) y la de Ciencias Jurídicas, Sociales y Empresariales. También encontramos la Escuela Nacional de Ciencias Aplicadas, la Facultad de Ciencias y Tecnologías y la Escuela Superior Fahd de traducción, todas con sede en Tánger. La Facultad de Ciencias y la de Filología y Humanidades están sin embargo en el campus de Tetuán (ciudad colindante).

Lugares de interés

Tánger no se parece a ningún otro sitio del norte de África. Su medina no es ni la más grande ni la más hermosa. Su arquitectura colonial no se puede comparar con la de Casablanca o Melilla, pero tiene algo único que la hace inconfundible. Quizás sea su emplazamiento, entre el Mediterráneo y el Atlántico. A lo mejor es esa mezcla de estilos, de ambientes que se entremezclan por todas partes pero sobre todo es esa memoria, tan cargada de vivencias que, de alguna forma, aflora a cada paso e impregna cada rincón.

Directo a la medina

Para disfrutar de la vista que se contemplaba desde sus habitaciones ahora es posible alojarse en el mucho menos glamuroso hotel Le Dawliz o desde la aún más modesta terraza del McDonald's. Si se pudiese viajar en el tiempo y volver cincuenta años atrás, la vista que podríamos contemplar desde este mismo punto sería muy parecida. Hay nuevas construcciones, sobre todo en la lejanía, ya cerca del faro de Malabata que cierra la bahía pero por el momento casi todo sigue igual. Aunque quizás no por mucho tiempo, ya que las grúas parecen adueñarse del horizonte. Un callejón sumerge en la medina a través de la calle Siaghin, donde aparecen tanto una sinagoga como una iglesia Pero volvamos al Zoco Grande. Los diferentes mercados o zocos siguen ahí. Cada uno especializado en algo y donde las campesinas todavía vestidas con su traje y sombrero típico vienen cada mañana a vender sus productos.

La puerta triunfal del fondo nos lleva a la Kasbah donde Moulay Ismael construyó un grandioso palacio en el siglo XVII pero pasando primero por la calle Italia todavía cuajada de magníficas edificaciones de un siglo XIX dominado por italianos y franceses. Un callejón a la derecha sumerge en la medina a través de la calle Siaghin, donde tan pronto aparece una sinagoga hoy convertida en Museo del Tánger Internacional como una iglesia católica, la Purísima, o la antigua sede del Telégrafos Español, cubierta de azulejos vidriados. Y de pronto ya estamos en el Zoco Chico que nos traslada a El Cielo Protector de Paul Bowles y al mundo de Juanita Narboni, la protagonista de la novela de Ángel Vázquez adaptada para el cine por Javier Aguirre y más recientemente por Farida Benlyazid. Posiblemente sea el momento de tomarse una pausa y comenzar a leer alguna de estas novelas o, aún mejor, olvidarse del pasado y dejarse seducir por la nueva Tánger.

Fuentes