Tina Modotti

Tina Modotti
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Compañera del líder revolucionario cubano Julio Antonio Mella
NombreModotti, Assunta Adelaide Luigia
Nacimiento17 de agosto de 1896
ciudad de Údine,
Italia Bandera de Italia
Fallecimiento5 de enero de 1942 (45 años)
Ciudad de México,
México Bandera de los Estados Unidos Mexicanos
Causa de la muerteAtaque cardíaco
Residenciaciudad de México
Nacionalidaditaliana
Ocupaciónfotógrafa
Partido políticoPartido Comunista
CónyugeJulio Antonio Mella
PadresGiuseppe Modotti y Assunta Mondini

Tina Modotti (Údine, 17 de agosto de 1896 - Ciudad de México, 5 de enero de 1942) fue una luchadora revolucionaria y fotógrafa italiana que animó con su existir una época de convulsiones sociales y despertar creativo.[1]

Valerosa mujer ampliamente conocida en los medios artísticos e intelectuales como una renombrada fotógrafa italiana, pero y sobre todo, como una revolucionaria a escala internacional.

Fue además una de las mujeres que se adelantaron a su tiempo: luchó por los derechos de la clase desposeída en un país que no era el suyo pero que acabó siendo su patria, con su lente capturó la maravilla de una nación floreciente.[2]

Fue la última compañera del líder revolucionario cubano Julio Antonio Mella.

Síntesis biográfica

Primeros años

Assunta Adelaide Luigia Modotti nació en Udine una pequeña ciudad de fábricas textiles en el norte de Italia, cercana a Trieste, el puerto sobre el mar Adriático. Su padre, Giuseppe Modotti, era mecánico y su madre, Assunta Mondini, estaba dedicada a las tareas del hogar. Tina se educó en escuelas italianas y austriacas, pero debido a los bajos recursos económicos con los que contaba su familia, a los 12 años se vio precisada a trabajar en una de las fábricas textiles de su ciudad natal; no obstante, la situación monetaria familiar no mejoró.

A los 17 años emigró con su familia a Estados Unidos siguiendo las huellas de su padre, y comenzó como tantas jóvenes emigrantes a trabajar en una fábrica de seda de 1913 a 1914, y después como modista hasta 1917, ambas en la ciudad de San Francisco (California). Por su sensibilidad artística, se vinculó tempranamente con la escena, y al teatro aficionado dentro de la comunidad italoamericana, para después, trabajar en Hollywood, como actriz del período silente.

Conoció entonces a un joven poeta de origen francocanadiense, Roubaix de l’Abrie Richey con quien se casó y que la llevó a los medios intelectuales y literarios californianos.[3]

En 1921 conoció a Edward Weston, uno de los mejores fotógrafos estadounidense quien le enseñó a usar la cámara introduciéndola más tarde en el universo de la fotografía.

En 1922 viajó a México con su esposo, más pronto enviudó y decidió retornar nuevamente a California. En 1923 Weston abandonó a su familia y viajó a México con su hijo Chandler y Tina Modotti quien en ese tiempo era su modelo, discípula y amante. Ese país vivía el periodo de la Revolución y el muralismo, allí conocieron a Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Blanca Luz Brum, Nahui Ollín y Frida Kahlo, entre otros artistas e intelectuales. En esta época Tina se adentra en el mundo de las artes visuales y perfecciona su propia obra como creadora del lente, además de servir de modelo al propio Weston.

Durante su estancia en México escandalizó a la mojigata sociedad de aquella época por ser una mujer que vivía bajo el mismo techo con un hombre que no era su marido, ni su hermano, salía a la calle después de las ocho de la noche y compartía la mesa en lugares públicos con varios varones; además de tener la costumbre de bañarse desnuda en la azotea de su casa cuando llovía.

Trayectoria revolucionaria

Tina Modotti

Tina Modotti fue una de las mujeres que se adelantaron a su tiempo: luchó por los derechos de la clase desposeída en un país que no era el suyo pero que acabó siendo su patria, con su lente capturó la maravilla de una nación floreciente: son famosas las cananas y mazorcas mexicanas que simbolizan la guerra y la libertad.

Conmovida por la explotación en la que vivía la clase trabajadora de la post-revolución mexicana, Tina se convierte en activista revolucionaria desde principios de la década de 1920 desarrollando fuertes lazos con miembros del grupo de la Unión Mexicana de Artistas, entre los que se encuentran Manuel Álvarez Bravo, Diego Rivera, Charlot, Orozco y Siqueiros.

En 1927, integró las filas del Partido Comunista Mexicano participando activamente en la campaña «Manos fuera de Nicaragua» en apoyo a la lucha de Augusto César Sandino, ayudando además, a fundar el primer comité antifascista italiano. Desde ese año hasta 1940 trabajó como editora, colaboradora y fotógrafa de la revista Folklor Mexicano. y en la publicación de El Machete, creado por el Sindicato de Obreros, Técnicos, Pinturas y Esculturas en 1924.

Junto a Julio Antonio Mella

En 1928 Tina, que estaba vinculada afectivamente al pintor mexicano Xavier Guerrero, conoció a Julio Antonio Mella, el revolucionario cubano, y ambos participan en el comité en apoyo a los anarquistas italianos Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, así como en otras actividades como las del periódico comunista El Machete en el que escribía Julio. Entre ambos jóvenes surgió la atracción amorosa. Pero ella puso como condición a Julio Antonio que necesitaba hablar con Xavier, quien se encontraba en la Unión Soviética y a quien escribió una desgarrada carta, en la que le planteaba sus sentimientos y la ruptura. Comenzó entonces la relación que unió a Tina y a Mella y que sólo duró 4 meses al ser él asesinado el 10 de enero de 1929 en la Ciudad de México.

En una ocasión en que ambos se separaron Mella conmocionado por la separación momentánea escribió a Tina desde Veracruz:

Mella, foto tomada por Tina
Mía cara Tiníssima:
Puede ser que para ti fuera una imprudencia el telegrama, pues estas acostumbrada a llenarte de asombro por todo lo que hay entre nosotros. Como si fuera el crimen más grande el que cometemos al amarnos. Sin embargo, nada más justo, natural y necesario para nuestras vidas… Creo que voy a perder la razón. He pensado con demasiado dolor en estos días y hoy tengo todavía abiertas las heridas que me ha producido esta separación, la más dolorosa de mi vida.
Julio Antonio Mella[4]

La noche del asesinato, andaba Mella caminando del brazo de su compañera, Tina Modotti, cuando sus asesinos lo liquidaron a balazos.

El joven lo había vaticinado antes de salir de Cuba:

No le tengo ni un ápice de miedo a la muerte, lo único que siento es que me van a asesinar por la espalda.
Julio Antonio Mella[5]

Tina grita, pero no llora ante el cuerpo del caído sin embargo llora después, cuando llega a su casa, al amanecer, y ve los zapatos de Mella, vacíos, como esperándolo bajo la cama.

Modotti y Mella

Una campaña de mentiras inunda la prensa mexicana: el gobierno cubano de Gerardo Machado, no tiene nada que ver con su muerte, afirman los diarios mexicanos de derecha, Mella ha sido víctima de un crimen pasional; Tina Modotti, es una mujer de dudosa decencia, que reaccionó con frialdad ante el trágico episodio y posteriormente, en sus declaraciones policiales, incurrió en contradicciones sospechosas.

Al año siguiente en 1930 fue expulsada de México, por su constante activismo, acusada injustamente de conspiraciones contra políticos mexicanos, principalmente la acusan de complicidad en el intento de asesinato de Pascual Ortiz Rubio, presidente de México, por lo que se le deporta a Alemania.

En el exilio

Tras su salida de México hacia Alemania donde llegó a mediados de 1930, para encontrar en la nación existencia de manifestaciones de las ideas del fascismo hitleriano que, más tarde, tomó el poder, allí continuó su trabajo en Berlín, donde se hace miembro de la Unión GmbH de fotógrafos de prensa, y publica sus imágenes en la revista Der Arbeiter-Fotograf.

Viajó a la Unión Soviética donde se reencontró con Vittorio Vidali, a quien había conocido en México. Participó en el Socorro Rojo Internacional en la Unión Soviética. Abandonó momentáneamente la fotografía por el activismo político mientras se encontraba en Moscú entre 1931 y 1934 trabajando para la Cruz Roja Internacional de la URSS.

En 1934 se trasladó a Francia, de donde partió hacia España. Trabajó en Madrid y Valencia. Después de la rebelión militar antidemocrática de Francisco Franco en 1936, y el comienzo de la Guerra Civil Española (1936-1939), se alistó al Quinto Regimiento y trabajó con las Brigadas Internacionales con el nombre de María, hasta el fin de la guerra civil. Laboró además como reportera del diario republicano Ayuda, al mismo tiempo que para movimientos revolucionarios y para la Cruz Roja. Su participación terminó a la par de la guerra civil a la que se ve obligada al exilio. Junto con Weston, fue mentora del fotógrafo mexicano Manuel Álvarez Bravo.

Retorno a México

Tumba de Tina Modotti.

A finales de 1939 regresó como asilada a México, donde continuó su actividad política, con un nombre falso, a través de la Alianza Antifascista Giuseppe Garibaldi, en medio de la Segunda Guerra Mundial. Un año más tarde, el entonces presidente de México, el general Lázaro Cárdenas anuló la expulsión de la revolucionaria italiana. Fotografió, trabajó y continuó su labor política hasta su muerte en 1942.

Muerte

Falleció víctima de un ataque cardiaco, con sólo 45 años, el 5 de enero de 1942, trece años después que Julio Antonio Mella, y cinco días antes de cumplirse el aniversario de la caída de su compañero, en la misma ciudad en la que él fue asesinado en 1929, en la capital de México. La muerte la sorprendió cuando regresaba a su casa, luego de una cena junto a Pablo Neruda y otros amigos. Por azares del destino, su cuerpo será trasladado a la misma sala de urgencia y descansara sobre la misma loza donde estuvo el de Julio Antonio Mella, el 10 de enero de 1929.

Sus cenizas descansan en tierra azteca.[3]

En su lapida en el panteón Dolores de la Ciudad de México se lee un verso de Pablo Neruda:

Portada de la novela Tinísima, de Elena Poniatowska.
Tina Modotti, hermana, no duermes, no, no duermes;
tal vez tu corazón oye crecer la rosa
de ayer, la última rosa de ayer, la nueva rosa.

Sobre ella Alfredo Guevara dijo:

Resultó ser una de las más grandes fotógrafas de la historia de la Fotografía, la primera mujer reconocida como la superfotógrafa, la que da lecciones. Fue actriz de Hollywood, modelo de Edward Weston, se atrevió en su época a posar como vale la pena hacerlo si uno es una estatua viviente.[6]

En homenaje a lo que fue su vida la escritora mexicana Elena Poniatowska escribió una biografía novelada intitulada Tinísima, y Víctor Hugo Rascón Banda escribió una obra de teatro llamada Tina Modotti.

Fuentes