Veguita (provincia de Granma)

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Veguita (provincia de Granma)
Información sobre la plantilla
EntidadLocalidad
 • PaísBandera de Cuba Cuba
 • ProvinciaGranma
 • MunicipioYara
 • Fundación1865
Población 
 • Total11 259 hab.

Veguita. Consejo popular del municipio Yara, en la provincia de Granma (Cuba).

Está ubicado en la carretera Bayamo-Manzanillo.

Se extiende paralelo a las márgenes del río Buey, ocupando un terreno sumamente llano y fértil.

Ubicación

Limita con los consejos populares:

Historia

Según el censo agrícola nacional de Cuba de 1946, la extensión superficial del barrio bayamés de Veguita, cuyo núcleo urbano está ubicado en la carretera Bayamo-Manzanillo, y en un punto casi equidistante entre ambas ciudades fue de 141.2 km², es decir, un poco más de la mitad del territorio de la república Islas Seychelles, casi la mitad de la isla mediterránea de Malta, y más del doble de la República de San Marino, ocupando un terreno sumamente llano y fértil por el cual corren varios arroyos, como el Cimborro, más el otrora caudaloso río Buey. Justamente, el poblado de Veguita se extiende paralelo a las márgenes de este río del que ya se decía en el Diccionario geográfico (1861) de Jacobo de la Pezuela, que existían en sus riberas vegas de tabaco de altísima calidad.

No obstante el territorio veguitero fue uno de los más pequeños de los trece barrios rurales del municipio Bayamo, con excepción de Julia y Arroyo Blanco, pero la feracidad de sus suelos fue ocultada hasta después de 1959 por un área de pastos que ocupó el 55.6 % del territorio, de lo que se colige inmediatamente la práctica de la ganadería extensiva. Sin embargo, ni el tabaco ni la ganadería, ni la propia azúcar daría lugar al surgimiento del poblado de Veguita, según veremos.

A pesar de que históricamente hablando, el nombre originario es Veguita (sin s), en las comunicaciones telefónicas y telegráficas se utilizó a veces el plural: Veguitas. Eso provocaba confusión con el nombre del poblado de Veguitas, en la provincia de Las Tunas, que se encuentra 104 km al norte del Veguita granmense.

Primeras noticias del poblado

Antiguo camino principal de Veguita.

La noticia más antigua relacionada con Veguita es un punto geográfico en la llamada Carta de Vives, o sea, en el plano o mapa de la Isla de Cuba de 1824-1831, que a todas luces se trata de la estancia Veguita, finca que dará nombre al poblado. Las referencias inmediatas datan de aproximadamente cuarenta años más tarde, en que el nombre Veguita, aparece en la obra Caminos de la Isla de Cuba (1865), del geógrafo cubano Esteban Pichardo (1799-1879), donde se hallan dos itinerarios de dos caminos entre Bayamo y Manzanillo.

Parte del itinerario del primer camino, próximo a Veguita y en dirección hacia la zona manzanillera, Pichardo lo describe así:

Río de Buey. Rio caudaloso, ancho de 16 varas con grandes y varias pozetas; álveo de piedras grandes. En las crecientes sube más de 10 varas y se pasa en canoa. Deja el ingenio demolido Caonao, la cañada y vereda y va a la Casa del Curro. Sigue tortuoso, bajo, con algunos pantanos en las aguas para Rivero. Prosigue casi paralelo y cercano al Río de Buey y rectamente por piso llano, alto y bueno a la Estancia de Rivero. Continúa lo mismo y tortuoso al Repelón y a las 360 yardas de este. La tienda reducida y pobre, lo mismo; pero rectamente a Naranjo. Corral-Arroyo sigue tortuoso y algo bajo con un pantano; deja la Veguita y seguidamente inclinándose a la Tienda de la Unión. Camino para el pueblo de Yara.

Guerras de independencia

La posición estratégica de Veguita era incuestionable, pero no menos cierto también es que, una vez producido el levantamiento armado el 10 de octubre de 1868 ―que iniciío la Guerra de los Diez Años (1868-1878)―, el territorio veguitero fue dominado por las fuerzas revolucionarias del general Modesto Díaz, tal como indican partes y acciones militares firmados en este lugar por ese general, los cuales fueron publicados en el periódico mambí El Cubano Libre. Incluso el Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, sostuvo en Veguita una reunión, el 14 de noviembre de 1868 con jefes y oficiales cubanos «con el objetivo de acordar las operaciones militares de gran importancia que entre breves días se llevarán a cabo».

La columna de la Veguita, al mando del teniente coronel Campillo, con algunos voluntarios, atacó y tomó las trincheras que los rebeldes tenían en el Purial, a la derecha del río Yara, causándole un muerto y varios heridos. El siguiente día continuó aquella columna la persecución del cabecilla Modesto Díaz. Así, pues el pueblo de Veguita en sus orígenes no fue otra cosa que un campamento militar y, como tal, un bastión del colonialismo y, sin dudas, las tropas españolas acantonadas en ese lugar debieron ser lo suficientemente fuertes, pues sólo se conoce de un intento fallido de los mambises para tomarlo.La defensa de Veguita a que hace alusión el general español Concha, fue el ataque al pueblo realizado en 1873 por el General Calixto García, en el cual fue herido según sus propias palabras el patriota Fernando Figueredo. Todo esto explica por qué Veguita contó, desde 1874, con una línea telegráfica hasta Manzanillo y que en 1877 se terminase otra línea telegráfica más de Veguita a Bueycito campamento este último sumamente importante, el corte de la línea telegráfica Manzanillo-Veguita produjo el movimiento de las tropas españolas que capturaron herido de su propia mano en un lugar cercano San Antonio de Baja al general Calixto García, quien recibió las primeras curas en el propio Veguita.

Combates de Veguita de Bayamo (1896 y 1897)

En la mañana del 16 de diciembre de 1896, fuerzas del 2.º cuerpo del Ejército Libertador, bajo el mando superior del mayor general Calixto García, atacaron una columna española a la salida de este poblado.

Otro combate se produjo entre el 4 y el 6 de mayo de 1897, cuando fuerzas bajo el mando del teniente Nicanor González, hostilizaron en cinco ocasiones un convoy protegido por una fuerte columna española, que se dirigía hacia Bayamo.

Intentos de segregación

Siempre llamó la atención que el poblado fuese un barrio bayamés y no manzanillero, en tanto distaba de esta última ciudad unos seis o siete kilómetros menos que de Bayamo.

En este sentido, los documentos existentes prueban que no siempre los veguiteros vieron con buenos ojos su dependencia de la futura Ciudad Monumento y que, incluso, intentaron segregarse de esta ciudad por razones totalmente ajenas a las distancias.

El 6 de agosto de 1881, tres años después de finalizada la Guerra de los 10 años, el Gobernador Civil, Ramón Blanco, sometió a la consideración del Consejo de Administración una solicitud de los veguiteros de segregarse de Bayamo.

La segregación fue aprobada ese mismo año e inmediatamente se hizo el traspaso formal tanto de Bueycito como de Veguita al municipio Manzanillo. Sin embargo, las autoridades bayamesas protestaron con energía, al no estar dispuesto a perder la zona que más ingresos fiscales aportaba al municipio y, en efecto, la segregación fue suspendida. Las quejas veguiteras no prosperaron a pesar de someterse esta disputa a la consideración de España. Quizás esta fue la clave del por qué durante más de medio siglo de seudorrepública, Veguita fue el barrio más desatendido por los políticos y polítiqueros en el poder municipal bayamés, y de la nación.

Desarrollo económico

No se sabe cuáles fueron las actividades básicas de sustentación de Veguita desde la terminación de la Guerra de los 10 años hasta el advenimiento de la seudorrepública, pero se deduce de la documentación existente que fueron la ganadería y el tabaco, así como las relacionadas con la industria azucarera. Más, el hecho de que para el año 1907 su población urbana fuese de 1012 habitantes un aumento de más de un centenar de pobladores en comparación con veinticinco años antes; el pueblito no desapareció a pesar de la Guerra y en ello tuvo mucho que ver la instalación del ingenio azucarero Sofía (después llamado Ranulfo Leyva), a unos dos kilómetros de distancia del poblado.

Este central sería el único del municipio Bayamo hasta la zafra de 1913 y su fundación data de una fecha anterior a 1893. Y esto contribuye a explicar, a su vez, que el el 7 de abril de 1910 se autoriza la apertura de un ramal ferroviario entre Bayamo y Manzanillo, con un paradero o embarcadero en Veguita más el consabido chucho con su trasbordador.

No fue mucho lo que pudo hacer el central Sofía por Veguita a lo largo de más de medio siglo de neocoloniaje, en tanto fue el más pequeño central azucarero entre 28 que murieron en la provincia de Oriente durante la zafra de 1902.

El auge cañero de las primeras tres décadas seudorrepublicanas fue acompañado de la producción tabaquera. Sin embargo, no hay datos acerca de esta producción, pero no debió ser tan modesta, pues se asegura que el poblado, sus caseríos e incluso localidades situadas más allá del territorio veguitero como las propias cabeceras municipales bayamesas y manzanilleras fueron abastecidos de tabacos elaborados en las pequeñas e improvisadas fábricas.

La apertura de la carretera central en 1931, y consecuentemente, la distribución de cigarros y tabacos procedentes de las grandes industrias habaneras, conjuntamente con la crítica situación económica de los últimos años del machadato, y después de él, debieron liquidar la actividad tabaquera de Veguita.

Por otra parte, en 1930 la Compañía Nacional de Alimentos abrió en Bayamo una fábrica de leche condensada y evaporada (La Lechera y Nestlé) que permitiría a tres o cuatro grandes ganaderos veguiteros suministrar una cuota estable de leche a esa fábrica.

La contención del despoblamiento veguitero de los años 1950 fue quizás producto de la zafra arrocera, casi coincidente con la azucarera. El hecho de haberse construido un molino arrocero en el propio poblado hacia los años iniciales de los años 1940, puso coto a la imperceptible y extremadamente lenta migración familiar para casi toda la población.

La actividad comercial minorista

La única alternativa posible para la mayoría de los veguiteros de adquirir diariamente los bienes de consumo primarios fue el crédito. Obviamente, las compras eran pagadas en las épocas de zafras, pero una vez concluidas éstas, comenzaba de nuevo el ciclo de endeudamiento para el consumidor. Muy pocos escaparon al sistema del crédito y, en consecuencia, a la deuda vitalicia.

De manera que el crédito comercial siempre tuvo un límite para los clientes, por ende, ello obligaba a estos últimos a autolimitarse en las compras a pena de consumir en breve tiempo la facilidad crediticia otorgada. Así, fue una pequeña libreta en manos del consumidor, donde se anotaba el importe de la libreta de autorracionamiento.

La adquisición de ropas y calzado se hacía mediante pagos al contado por lo que, lo más usual era la compra de telas lo que originaba, a su vez, que las vestimentas fuesen generalmente de fabricación casera, sobre todo para el caso del sexo femenino. Por eso fracasaron comercialmente todas las tiendas de ropa, con excepción de las tiendas mixtas donde también se ofertaban vestimentas y calzado.

Urbanización y sociedad

La urbanización veguitera se produjo simultáneamente en dos direcciones: una, a lo largo del camino real Bayamo-Manzanillo y, otra, siguiendo el camino vecinal hacia el barrio La Sal, en el noreste veguitero. En ambos casos el proceso urbanístico se completó esencialmente, durante las tres primeras décadas del siglo XX.

A partir de entonces el crecimiento del poblado se detuvo virtualmente y la solución al problema de la vivienda, en lo adelante, fue la división y subdivisión de las primitivas casas con lo cual la holgura fue sustituida por el hacinamiento. La urbanización, pues, quedó conformada en dos zonas básicas y, una de ellas, el «reparto», concentró a los núcleos familiares más humildes del poblado y vino a ser algo así como un apéndice de la parte urbana que se extendió a lo largo de la carretera Bayamo-Manzanillo.

Antes de terminar los años 1940, la gente del reparto se decidió a fundar una sociedad recreo. El Club de los 23, por estar vedado para ellos el denominado Círculo Veguita.

Pero en el campo de béisbol enclavado en el apéndice hacia los años 50, confraternizaron poseedores y desposeídos sin distinción de razas. En suma, la discriminación racial lugareña fue siempre soterrada, parcial, casi imperceptible, imbricándose con la discriminación social de todos los desposeídos como diáfana expresión clasista.

Las «clases vivas»

La burguesía pueblerina, identificable con la tierra y el comercio, es posible analizarla a partir de dos grupos muy bien definidos: uno de ellos típicamente cubano y, el otro, definidamente extranjero por su origen de procedencia, es decir, español.

En el primer grupo, unos noventa años de existencia del poblado coadyuvó al establecimiento de vínculos familiares, y de negocios, o ambos, entre unas veinte familias cuyos miembros entrarían a formar parte de lo que en su época se denominaron eufemísticamente «clases vivas», o sea, los elementos pudientes y activos en el orden económico social y cultural recreativo. En tal grupo, aparecen las familias fundadoras de Veguita las que más tempranamente plantaron su morada en él, junto con tierras y comercios, sin que ello niegue una importante participación, desde los primeros momentos, de aisladas figuras españolas, como en el caso del coronel Martín Miret, fundador del ingenio Sofía.

Los gobernantes bayameses del Partido Auténtico dotaron a Veguita de un paseo, al construirse la denominada carretera Bayamo-Manzanillo, sin nadie pedírselo, simplemente porque no tenía base electoral en el poblado, paseo en el, por cierto, las «clases vivas» donaron los bancos, pero con la condición de que llevaran incrustados el anuncio comercial de sus negocios.

Etapa revolucionaria

En el contexto socioeconómico veguitero, no fue casual que penetrada la prédica regeneradora de Eduardo Chibás y que, por tanto, ortodoxia contara con arraigadas simpatías en la población, especialmente entre los elementos más jóvenes y humildes comprometidos con la política tradicional. Familias casi completas o miembros de diferentes familias se adscribieron al Partido Chibasista.

Tiempos más tarde, luego de la acción revolucionaria del 26 de julio de 1953, lo más puro de la juventud veguitera seguiría los pasos de quien ya era líder indiscutible de la oposición al batistato y al régimen burgués: Fidel Castro. La primera oportunidad de mostrar su adhesión a la causa revolucionaria fue cuando salvaron la vida del atacante al cuartel de Bayamo, Andrés García García, luego de torturado había sido dejado por muerto en un lugar muy próximo a la finca La Veguita, junto a los cadáveres de los revolucionarios Hugo Camejo y Pedro Véliz. Posteriormente, circulaba en Veguita el libro de Fidel La historia me absolverá.

A mediados de 1956, Pepito Tey creaba una célula del Movimiento 26 de Julio en Veguita que, en verdad, quedaría desactivada poco después por falta de organización, a escasos meses del desembarco del Granma, las fuerzas guerrilleras contaron con la participación de «alzados» veguiteros.

Desde los alzamientos iniciales y con los éxitos del Ejército Rebelde, Veguita pasó a ser bastión de la lucha revolucionaria, aportando cerca de 50 combatientes al Ejercito Rebelde y contando, a demás, con un sólido aparato clandestino.

El 16 de diciembre de 1957, fuerzas rebeldes al mando de Lalo Sardiñas, atacaron el cuartel del poblado (Ataque al cuartel de Veguita) en una de las primeras incursiones guerrilleras desde la Sierra Maestra.

El 16 de enero de 1958, el Ejército Rebelde venció al Ejército batistano en el combate de Veguita. El pueblo fue ocupado, como era el objetivo fundamental de la guerrilla. A partir de entonces y a lo largo de ese último año de la Guerra de Liberación (1956-1958), Veguita se convertiría en una de las principales puertas de entrada a la Sierra Maestra

Triunfo revolucionario

Con el triunfo de la Revolución cubana (1 de enero de 1959), el poblado comenzó a experimentar una transformación radical que todavía continúa, desaparecieron los añejos solares para dar paso a un edificio de microbrigada y a la construcción de viviendas.

Surgieron servicios sociales, tales como, un círculo infantil, un hogar de ancianos, un policlínico, un pequeño hospital, una casa materna, una biblioteca, un taller de electrónica, un parque, varios restaurantes, etc.

La educación, limitada hasta la primaria superior y a una rara academia privada que no pudo ir más allá de la preparación de alumnos para ingresar al bachillerato, se revolucionó con la edificación de un polo educacional compuesto por centros internos. Varias calles fueron pavimentadas.

En el orden económico, el latifundismo veguitero devino un centro productor de viandas y frutas, la Empresa Cultivos Varios Paquito Rosales.

El desamparo social y el desempleo, como en toda República de Cuba, han desaparecido y se mantiene el poblado incólume en cuanto a lo que ha sido y es el principal logro de la Revolución socialista: la dignidad plena del hombre.

Ver también

Fuentes

  • Historia de Yara (multimedia).
  • «Yara», artículo publicado en el sitio web Wikipedia.