Insuficiencia pancreática exocrina
| ||||||||||
Insuficiencia pancreática exocrina. Es una enfermedad en la que el páncreas no está funcionado en absoluto a causa de una pancreatitis crónica.
Sumario
Funciones
- La exocrina o digestiva que produce el jugo pancreático que vierte en el duodeno por el conducto de Wirsung.
- La endocrina que produce insulina y glucagón.
Causa
Es la causa de una pancreatitis crónica, de una hipoplasia nativa, cáncer pancreático, o atrofia del páncreas, etc. Por eso, no puede digerir bien la comida crónicamente (siempre todo el tiempo).
La pancreatitis crónica aparece generalmente en perros de más de cinco años. Es frecuente en los Schnauzer Miniatura.
En la atrofia del páncreas sólo se atrofia la secreción externa para secretar la enzima digestiva, aparece comparativamente más en los perros jóvenes de 1-5 años. Se podría pensar que la causa es alguna alteración de la nutrición por la que el conducto pancreático se va obturando, o por alguna intoxicación u otras causas, pero la causa verdadera se desconoce. El cáncer aparece en un animal viejo, pero es muy raro. Pero la influencia no es la simple indigestión por la falta de enzimas digestivas, sino que se extiende a los intestinos y las bacterias aumentan anormalmente y aparecen varios síntomas.
Síntoma
Las heces son blandas y blanquitas; a veces tiene diarrea aguada. También presenta vómitos crónicos. Como resultado de esto, también presenta otros síntomas como la disminución de peso, polifagia, polidipsia, coprofagia (come sus propias heces y las de otros animales), y su estómago hace ruido. El principal síntoma es que come más pero adelgaza.
Tratamiento
Normalmente el páncreas no se recupera como antes, se deberá controlar toda la vida. Se puede hacer un buen control mediante la dieta con la enzima del páncreas. Es mejor dar una dieta digerible y de poca fibra. También conviene proporcionar vitaminas y antibiótico.
Técnicas especiales en cirugía pancreática
El notable desarrollo obtenido en los últimos años en la tecnología radiológica, endoscópica e isotópica permite en la actualidad poseer una extraordinaria capacidad diagnóstica para procesos médicos localizados en cualquier órgano del aparato digestivo. El páncreas, que por su localización anatómica siempre ha tenido dificultades para establecer un diagnóstico preciso de sus enfermedades, no ha quedado al margen de este avance.
De esta forma se ha producido un notable incremento en el diagnóstico de una patología que en muchas ocasiones no produce ningún síntoma al paciente pero que sin embargo tiene un evidente potencial presente y futuro de malignidad. Así, diferentes procesos como lesiones quísticas pancreáticas, tumores neuroendocrinos e incluso tumores ductales localizados en fase muy precoz son actualmente diagnosticados con una gran precisión.
Asociado a esta mejora diagnóstica se ha producido una importante modificación de los procedimientos quirúrgicos. Del concepto radical y mutilante que se defendía hace unos años para el tratamiento quirúrgico de cualquier lesión pancreática independientemente de la naturaleza de la lesión, se ha pasado a una cirugía tan funcional y conservadora como compleja que se asocia a mínimas consecuencias funcionales post-operatorias.
Este tipo de cirugía está especialmente indicada en lesiones neoplásicas sin un importante potencial maligno. La indudable aportación del abordaje laparoscópico a estos procedimientos nos ha favorecido aún más si cabe esta atractiva apuesta terapéutica.


