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Historia de Sancti Spíritus
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Escudo de Sancti Spíritus
Cronología
Época precolombina
Corrientes migratorias
Colonia
Fundación de la villa
Etapa republicana
Revolución en el poder

Historia de Sancti Spíritus. El actual municipio cubano de Sancti Spíritus, capital dela provincia de igual nombre, posee una rica historia que comienza con los asentamientos aborígenes establecidos en el territorio que actualmente ocupa el municipio, lo que se le denomina etapa precolombina, y llega hasta la actualidad, pasando por la ocupación española, las luchas de independencia, la etapa republicana o seudorepública hasta llegar a la etapa revolucionaria.

Los primeros hombres que habitaron el territorio espirituano fueron grupos de cazadores, con tradiciones paleolíticas, que llegaron a estas tierras procedentes de América del Norte hace unos 8 000 años. En este periodo precolombino existieron comunidades con características paleolítica, mesolíticas y neolíticas incipientes, las cuales se asentaron principalmente cerca de los ríos y las cosas. Estas poblaciones subdesarrolladas fueron las que encontraron los conquistadores españoles en 1514 cuando llegaron al territorio y fundaron la cuarta villa del Imperio Español en la isla de Cuba. Este hecho ocurrió a mediados de este año bajo la guía del Adelantado Diego Velázquez de Cuéllar.

Época precolombina

El territorio que actualmente ocupa la provincia de Sancti Spíritus comenzó a ser habitada por seres humanos unos 8 000 años ante de la llegada de los primeros conquistadores españoles en 1514. En esta época, identificada por el nombre de precolombina, llegaron los primeros grupos de cazadores-recolectores. Desde aquellos tiempos hasta que se produce la conquista y colonización europea se establecen en el territorio espirituano comunidades con características étnicas y niveles de desarrollo económico diversos. De estas comunidades aborígenes, los cronistas sólo pudieron dar referencias, algunas distorsionadas, de las que encontraron en su paso por la región.

Los estudios arqueológicos efectuados hasta el presente han posibilitado la realización de una reconstrucción histórica, quizás bastante aproximada, de estas comunidades en lo tocante al desarrollo socioeconómico alcanzado y su filiación cultural a partir de las evidencias materiales descubiertas en diversas localidades de este territorio.

Corrientes migratorias

La llegada de los primeros hombres al territorio espirituano ocurrió en diversas o corrientes migratorias. La primera corriente migratoria se produce hace unos 8 000 años, cuando grupos de cazadores, con tradiciones paleolíticas, procedentes de América del Norte, se desplazaron a través de las islas que componen el archipiélago de las Bahamas y penetraron, a partir de la costa norte de las actuales provincias de Matanzas y Villa Clara, en estos territorios, logrando dispersarse algunos de estos grupos en la zona de la actual provincia de Sancti Spíritus.

Una segunda corriente llegó a este territorio central del país hace unos 4 500 años, en esta ocasión llegaron procedentes del continente suramericano (Venezuela, Nicaragua y Honduras), esta corriente esta formada por grandes grupos cuyo estadio se correspondía con el mesolítico temprano. Estas comunidades se establecen temporalmente en algunas áreas de la costa sur espirituana, otras se internan tierra adentro a través de los ríos que desembocan en dicha costa, mientras que otros grupos establecen sus asentamientos en determinados puntos de la costa norte y la cayería existente al norte del actual Yaguajay. La mayoría de los asientos de estas comunidades al norte de la provincia se ubicaron en cuevas y solapas de los cayos: Lucas, Salinas y Caguanes, mientras que los de tierra firme, no muy lejos del litoral. Al parecer estos últimos arribos debieron producirse por vía marítima, si se tiene en cuenta la barrera natural que impone las alturas del nordeste por un lado, y la distribución espacial de los sitios tipo reconocidos hasta el presente.

La tercera corriente migratoria se origina a partir del 500 a.n.e. Aquí se distingue claramente dos tipos de comunidades diferentes: una de ellas con características de la etapa mesolítica (tardías) con presencia de tradiciones neolíticas incipientes.

Los grupos pertenecientes a estas comunidades proceden de Norte América (Península de la Florida y Valle del Mississippi) y luego de su arribo a la costa norte de Matanzas se expanden al oriente y occidente de la isla de Cuba. En la provincia de Sancti Spiritus algunas agrupaciones humanas penetran por la costa sur hasta zonas mediterráneas, mientras que otros logran ubicarse hacia la porción norte del territorio.

Las restantes están constituidas por comunidades neolíticas (en Cuba también se denominan agricultores-ceramistas), del tronco étnico aruaco que, procedentes de la isla La Española, se asentaron en la región oriental de la isla y desde allí llegaron por la costa sur hasta el territorio espirtuano estableciéndose unas próximas al litoral, mientras que otras lo hacen en zonas mediterráneas[1].

Colonia

Fundación de la villa

Documentos fundacionales

Adelantado Diego Velázquez de Cuéllar, conquistador español que funda la Villa de Sancti Spíritus.

Aunque en ningún documento de la época se hace referencia explícita a la fecha de la fundación de Sancti Spíritus, existen tres textos imprescindibles para arrojar luz sobre este proceso y servir de fuente primaria a los investigadores. Ellos son: Las Cartas de Relación del Repartidor de Indios Diego Velázquez a Su Alteza Fernando II de Aragón, del 1 de abril de 1514 y el 1 de agosto de 1515, en Documentos para la Historia de Cuba, de Hortensia Pichardo Viñals, tomo I y la Historia de las Indias, del Padre Bartolomé de las Casas.

El análisis de la Carta de Relación que enviara el Adelantado al Rey, el 1 de abril de 1514, el documento más interesante que se conserva sobre la conquista de Cuba - al decir de la doctora Hortensia Pichardo:
(...) permiten afirmar que la erección de Sancti Spíritus nunca pudo ocurrir antes de esa fecha, pues el remitente no la menciona, olvido impensable en un informe de esa naturaleza.
Las palabras de Las Casas constituyen el único fundamento documental sobre la fundación de Sancti Spíritus[2]:
(... ) y porque Diego Velázquez con la gente española que consigo traía, se partió del puerto de Jagua para hacer y asentar una villa de españoles en la provincia donde se pobló la que se llamó de Sancti Spíritus, y no había en toda la isla ni clérigo ni fraile, después de en el pueblo de Baracoa donde tenía uno, sino el dicho Bartolomé de Las Casas, llegándose la Pascua de Pentecostés, acordó dejar su casa que tenía en el río de Arimao (...) una legua de Xagua, donde hacía sus haciendas, e ir a decirles misa y predicarles aquella Pascua.

Este testimonio permite enmarcar en tiempo la fundación de Sancti Spíritus. La Pascua de Pentecostés es una fiesta dedicada al Espíritu Santo - bajo cuya advocación estaba la nueva villa -, que varía del 10 de mayo al 13 de junio, y que de acuerdo al cronista Gonzalo Fernández Oviedo en 1514 correspondió al 4 de junio [3]. Si bien no podemos circunscribir a una fecha lo que constituye todo un proceso,[4] sí podemos afirmar que entre abril y mayo de ese año quedó establecida la villa de Sancti Spíritus en un punto no determinado de la región central de Cuba. Por la relación de Velázquez se sabe que el 1º de abril él todavía estaba en Jagua, donde agora dice que está, y que en esa fecha la villa espirituana aún no existía, pues de lo contrario no hubiera dejado de consignarla.

El padre Las Casas fue muy explícito[5]:
Velázquez partió de Jagua para fundar Sancti Spíritus y cuando se acercaban los días de Pentecostés - probablemente en mayo- el sacerdote marchó de Arimao en dirección a la nueva villa para predicarles a sus pobladores el sermón correspondiente a la festividad. Fue un momento crucial para él, porque la lectura de las sagradas escrituras para preparar su alocución antes de partir para Sancti Spíritus determinó una toma de conciencia que lo llevó a renunciar de inmediato a las encomiendas y a comenzar su prédica a favor del indio. Le comunicó su decisión a Velázquez y ambos, conocedores de la trascendencia y las consecuencias que traería tal acto, acordaron mantenerla en secreto durante un tiempo.

Ceremonia fundacional

Bartolomé de las Casas, obispo español que estuvo en la expedición de Velázquez y fue un digno historiador de los primeros años de la conquista española.

Por tanto, a falta de fuentes más exactas para precisar el origen de Sancti Spíritus, es lógico suponer que, entre marzo y abril, ocurrió la llegada del territorio, previamente escogido por los exploradores y los guías nativos, de los conquistadores –devenidos colonizadores-, el establecimiento del campamento, la verificación de la justeza de las informaciones anteriores y, solo entonces, se tomaría la decisión de erigir una nueva villa, lo cual requería de un acto de fundación, con su correspondiente ceremonia, avalada por la presencia de un sacerdote. Todo este proceso debe haber ocupado a los españoles entre abril y junio de 1514.

A diferencia del resto de las primeras siete villas, que se establecieron en la costa o cerca de ella, Sancti Spíritus se asentó en un paraje interior que, en medio de la isla, podría facilitar el acceso de la costa sur a la norte, al respecto se refería Bartolomé de Las Casas[6]:
/Diego Velázquez/ (...) Ordenó que se poblase otra villa más dentro en la tierra, cuasi en medio de las dos mares del Sur y del Norte, y llamóla la villa de Sancti Spiritus /sic/.

Otra razón importante podría ser la cercanía a las excelentes minas descubiertas en el territorio nombrado por los aborígenes Cubanacán - más al norte, en la región central de la isla -, hallazgo relatado también por Las Casas. En este sentido Sancti Spíritus podía funcionar como un sitio puntual en la carrera del oro en su tránsito del norte al sur para ser sacado por el puerto de Trinidad - único más cercano que por entonces había en la región centro-sur de la isla- y por las propias minas de su territorio, como lo demuestran la propuesta de la corona en 1517 y 1518 para establecer la fundición de oro en Sancti Spíritus, entre otros lugares de la isla, (24) y la producción aurífera de este territorio todavía significativa en la década del 30 del siglo XVI.

La ceremonia fundacional debe haberse efectuado el mismo 4 de junio, coincidiendo con el Domingo de Pentecostés y el famoso Sermón del Arrepentimiento, donde Bartolomé de las Casas, invitado especial del fundador Diego Velázquez, fustigara duramente la crueldad con que los colonizadores se servían de los indios, su ceguedad, las injusticias e iniquidades cometidas con aquella gente inocente y mansísima. Las Casas no regresó a las encomiendas y permaneció en Sancti Spíritus, de acuerdo con sus propias palabras:
(...) predicando el dicho clérigo, día de la Asunción de Nuestra Señora en aquel lugar en que se dijo que estaba.

Al contrario de Pentecostés, el Día de la Asunción es fecha fija y se celebra desde el siglo VI el 15 de agosto, por lo tanto, en esa fecha y en Sancti Spíritus Las Casas pronunció su famosa homilía que ha pasado a la historia como el Sermón del Arrepentimiento. Allí rompió su promesa de silencio al proclamar su toma de conciencia a favor del indio y conminar a sus compañeros a arrepentirse de su impiedad. Este sermón se convirtió en la más dura crítica a la injusticia y crueldad de los conquistadores con los indocubanos.

Sermón del Arrepentimiento
El sentimiento religioso que pretendía cobijar el egoísmo colonizador, fue también el formidable explosivo político que utilizó el Padre Las Casas contra el inhumano sistema de encomiendas:
Mancillada es la ofrenda del que hace sacrificio de lo injusto.

Como quien inmola al hijo a la vista de sus padres, así es el que ofrece sacrificio de lo robado a los pobres, mata al prójimo quien le priva su subsistencia, y demanda sangre el que retiene el salario jornalero.
Sobre el Sermón la doctora Hortensia Pichardo señaló:
A la villa de Sancti Spíritus le cabe la gloria de que en su suelo se haya escuchado por primera vez en la Isla una voz clamando por la libertad de los naturales, voz que, si fue combatida por muchos, tuvo también muchos seguidores, y logró fijar la atención de los monarcas y del Consejo de Indias en el problema indígena y en la necesidad de hallarse soluciones más humanas.

En un sentido más amplio. El proceso de fundación puede entenderse como el período inicial de creación y fomento de una villa, lo cual implicó, en todos los casos cubanos, el cambio de lugar de emplazamiento, buscando el sitio idóneo. Para Sancti Spíritus, este proceso abarcaría, desde la primavera de 1514, hasta su traslado definitivo a las márgenes del Yayabo, en 1522.

Traslado de la Villa

Río Yayabo en la actualidad, afluente de agua donde los espirituanos establecieron la villa actual en 1522.

Parece que a los pobladores de Sancti Spíritus en su primer emplazamiento y a los que fueron después no les satisfizo, o no estuvieron conformes con la elección del lugar, ya porque aquél no fuese sino zona minera, ya por encontrarse demasiado retirado de la costa, dificultando la comunicación marítima con Trinidad, Santiago de Cuba y La Habana, o porque se sintiesen atraídos por las fértiles sabanas que bañadas por el río Yayabo hacían de aquel lugar el de sus ensueños de riquezas, pensaron abandonar las riberas del Tuinucú para situarse en estas del Yayabo en el año 1522.

Las primeras casas se situaron muy próximas al río, ocupando la iglesia el mismo lugar que ocupa hoy la Iglesia Parroquial Mayor.

Respecto al traslado de la villa de Sancti Spíritus, no existe prueba documental ni arqueológica que los justifique, aunque esa cualidad de villa itinerante bien pudo tenerla como el resto de las primeras villas, excepto Santiago y Baracoa, de las que hasta ahora no existen pruebas fehacientes de ello. Una antigua tradición oral recogida por el primer historiador espirituano Tadeo Martínez Moles presupone un cambio de asiento en 1522 desde las orillas del río Tuinucú hacia las cercanías del Yayabo y le atribuye diversas causas, entre ellas la muy conocida plaga de bibijaguas que asoló la villa, que a pesar de su matiz de inverosimilitud resulta una interesante nota de carácter ecológico. Otros criterios se inclinan hacia un acontecimiento político que debe haber marcado la vida de la villa en el año 1521: la violenta represión a la llamada revuelta comunera en Sancti Spíritus por Vasco Porcallo de Figueroa, que, procedente de Trinidad con una partida de hombres armados, depuso del cargo en nombre del rey al alcalde Hernán López, elegido por los vecinos, para dejar en esa plaza al que él consideraba serviría a los intereses reales (¿o velazquistas?), Jorge Velázquez[7].

El historiador Manuel Martínez Moles aporta un criterio a favor de una traslación digno de ser tomado en cuenta: el probable deseo de acercarse a Trinidad y al puerto, también de que la salida por el río Yayabo, navegable hasta 36 Km de su desembocadura, se hacía más rápida, así como la comunicación con Trinidad. Además, considera el posible aprovechamiento de mejores pastos para la cría de ganado caballar, vacuno y de cerda y la proximidad a los terrenos auríferos para los que se dedicaban a buscar oro en las vertientes de las montañas[7].

Tras su traslado a las márgenes del río Yayabo, se inició un lento, pero sostenido proceso de crecimiento y desarrollo de la jurisdicción, a partir del desarrollo de la ganadería como fuente principal de riqueza.

Otorgamiento del Título de Ciudad

Sorpresivamente el 24 de julio de 1867 se recibe en Sancti Spíritus la Real Orden de su Majestad la Reina Isabel II de España, fechada el 12 de mayo del propio año por la cual se otorgaba a la villa espirituana el Título de Ciudad, lo cual fue dado a conocer en Cabildo extraordinario el 27 de julio del mismo año.

Etapa republicana

Revolución en el poder

Referencias