Aborigen australiano

Aborígenes Australianos
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Los aborígenes australianos son, junto con los Isleños del estrecho de Torres, los descendientes de los primeros habitantes del país Australia y sus islas adyacentes, y han continuado viviendo ahí a lo largo de la Colonización Europa. Según la legislación australiana, ambos pueblos constituyen el conjunto de los indígenas australianos. El territorio tradicional de los aborígenes australianos se extiende por toda Australia, Tasmania y algunas islas cercanas.

Aclaraciones sobre la terminología

Si el sentido primero de la palabra "aborigen" define los habitantes nativos de cualquier país, ese término se aplica preferentemente a los habitantes nativos de Australia.

El adjetivo "aborigen" , aboriginal en inglés aparece en idioma inglés desde el siglo XVII al menos y significa "desde el origen" (ab-origine), derivado del latín. Ha sido usado en Australia para describir a sus pobladores indígenas ya desde el año 1789. Pronto se convirtió en un nombre propio y se empleó para referirse a todos los indígenas australianos. Hay que hacer notar que, en inglés, el uso de aboriginal como nombre ha adquirido connotaciones negativas, incluso despectivas entre algunos sectores de la comunidad, que lo ven como poco sensible e incluso ofensivo, y tiende a evitarse por las asociaciones históricas hechas con el colonialismo. También la palabra "nativo", que era común en la literatura antes de los años 60, actualmente se suele considerar ofensiva. El término más aceptado es el sustantivo aborígenes. Esta distinción no se aprecia en español, que traduce ambos términos por "aborigen".

Algunos aborígenes a su vez reivindican el uso del término inglés Aborígenes (aborigen) con mayúscula, para diferenciarse de los aborígenes de otras partes del mundo y que se les reconozca como un pueblo específico. Este uso de la mayúscula, propio del inglés, no se puede aplicar, sin embargo, al español.

Con motivo de los debates sobre la posible inclusión en la Constitución australiana de los derechos territoriales ancestrales de los aborígenes, la política aborigen Lowitja O'Donoghue abogó a favor del término "aborigen" y rechazó el término "indígena" para referirse a su pueblo, por ser demasiado general. El gobierno australiano, de acuerdo con las comunidades autóctonas, emplea desde los años 80 del siglo XX la expresión "indígenas australianos" (Indigenous Australians) para referirse conjuntamente a los aborígenes y a los Isleños del estrecho de Torres, y distinguirles de los pobladores coloniales y de otros orígenes.

Los habitantes de las Islas del Estrecho de Torres poseen una herencia e historia cultural y social que les diferencia de los aborígenes. Los habitantes de esas islas, en particular de la parte oriental, se relacionan concretamente con el pueblo papuano de Nueva Guinea y hablan lenguas papúes. Por ello no se incluyen bajo la designación de "aborígenes australianos". Éste ha sido uno de los factores que han llevado hacia el término, más genérico, de "indígenas australianos".

Definición del Gobierno australiano

Después de numerosos debates, el gobierno australiano ha adoptado la siguiente definición: Un Aborigen o un Isleño del Estrecho de Torres es una persona descendiente de los Aborígenes o de los Isleños del Estrecho de Torres, que se identifica como Aborigen o Isleño del Estrecho de Torres y es aceptado como tal por la comunidad en la que vive El color de la piel no se considera un criterio válido para determinar la pertenencia a cualquiera de los grupos indígenas. Se toman en cuenta exclusivamente criterios culturales y sociales. Se prohíben también matizaciones basadas en el mestizaje. Uno es o no es aborigen, pero no puede ser "medio aborigen".

Los diversos pueblos aborígenes

Mapa de las regiones aborígenes de Australia

Existen más de 400 pueblos aborígenes australianos, cada uno con rasgos culturales diferenciados y una localización geográfica propia. Se les identifica por el nombre de su lengua indígena o por la palabra con la que ellos se autodenominan. Entre los principales tenemos:

Esos grupos pueden ser a su vez divididos en subgrupos. Por ejemplo, los Anangu (que significa 'persona de la región del desierto de la Australia central') incluyen las subdivisiones locales Yankunytjatjara, Pitjantjatjara, Ngaanyatjara, Luritja y Antikirinya.

Lenguas

Antes de la colonización europea, se hablaban más de 250 lenguas aborígenes de Australia, que en el siglo XXI se han reducido a menos de 20 (y algunas en grave peligro de extinción).

Algunos lingüistas consideran que casi todas las lenguas aborígenes están emparentadas, aunque lejanamente y las clasifican en dos grandes familias: las lenguas pama-ñunganas, habladas en la mayor parte de Australia, y las lenguas no pama-ñunganas, habladas en el norte del país. Pero debido a la dificultad de establecer una filogenia clara, otros estiman que las lenguas aborígenes no forman verdaderas familias lingüísticas, sino que constituyen un Sprachbund, a saber un grupo de idiomas parecidos debido a su proximidad geográfica y a los Contacto entre lenguas frecuentes. Algunas lenguas aborígenes son consideradas como lenguas aisladas, como es el caso de la Idioma tiví hablada en la isla del mismo nombre, en el Territorio del Norte. Respecto a las lenguas de los aborígenes de Lenguas de Tasmania, se conocen demasiado poco para relacionarlas.

Cultura

Un niño de la etnia arrente en la región del río Alberga (1920-24)

La cultura aborigen se desarrolló de manera Autarquía, dando lugar a una gran variedad de lenguas y culturas con rasgos comunes, y es la cultura viva más antigua del planeta. Los aborígenes llevaban una vida de cazadores-recolectores, y vivían en grupos semi nómadas que recorrían amplios territorios cazando con lanzas y bumerán es, pescando en canoas y recolectando frutos y plantas. Al no tener lengua escrita, transmitían su conocimiento por medio de relatos y canciones.

El Tiempo del Sueño

El Tiempo del Sueño (Tjukurpa en lengua anangu o Dreamtime en inglés) es un conjunto de leyendas aborígenes que explican sus orígenes, sus relaciones con su entorno natural y su futuro. Esta tradición religiosa constituye el núcleo de la cultura aborigen y les sirve de guía en su vida cotidiana. Su lugar sagrado es la formación rocosa llamada Uluru (también conocida como Ayers Rock), clasificada por la UNESCO desde 1989 como sitio natural Patrimonio de la Humanidad, y desde 1994 como sitio cultural.

Astronomía

Dado que la cultura aborigen australiana es la más antigua de las civilizaciones aún continuadas, se ha dicho que los aborígenes australianos bien podrían haber sido los primeros astrónomos de la historia. Algunos grupos de aborígenes australianos utilizan los movimientos de los cuerpos celestiales como calendario. A menudo se le atribuyen significados religiosos o mitológicos a los fenómenos astronómicos y a los cuerpos celestiales. Hay mucha diversidad de tradiciones astronómicas en Australia, cada una con su particular expresión cosmología. Sin embargo, parece haber líneas comunes entre los distintos grupos, como son el Astronomía aborigen australiana o la Canoa de Orión.

Música

El más conocido de los instrumentos musicales aborígenes es el didgeridoo, o yidaki, tocado tradicionalmente por los hombres de la Tierra de Arnhem y de la región de Kimberley, en el norte de Australia. Este instrumento se ha divulgado en el mundo entero, y goza de una creciente popularidad entre músicos tanto de música tradicional como de rock, pop y jazz.

Pintura

Pintura Rupestre Aborígen

Pintura rupestre aborigen.La pintura aborigen es un arte de tradición milenaria. Los motivos representados suelen relatar las leyendas del "Tiempo del Sueño", por lo que se ha asimilado a veces a una forma de escritura. Se realiza mayoritariamente sobre rocas, Pintura en corteza y telas. Con excepción de las pinturas rupestres, se trataba tradicionalmente de un arte efímero: dibujos en la arena y pinturas corporales. El pintor aborigen Albert Namatjira (28 de junio de 1902 - 8 de agosto de 1959) es uno de los pintores australianos más reputados. El estilo de sus acuarelas inspiró la Escuela Hermannsburg de arte aborigen.

Deportes

El lanzamiento del búmeran es la práctica deportiva favorita de los aborígenes australianos, seguida por el fútbol australiano, el rugby y el críquet. Desde la década de 1960, se ha ido incrementando el número de deportistas aborígenes olímpicos en distintas disciplinas.

Cocina aborigen

Frutos recogidos en la región de Alice Springs.

Las bayas constituyen la base de la alimentación tradicional de los aborígenes australianos. El bush tucker designa el conjunto de las especies animales y vegetales australianas que permiten al hombre sobrevivir en la naturaleza, y su conocimiento es parte integral de la cultura aborigen. Los alimentos pueden ser asados sobre brasas, o envueltos en cortezas para ser cocidos en hornos excavados en el suelo.

Desde finales del siglo XVIII, la pérdida de sus territorios tradicionales de caza y recolecta impidió que los aborígenes conservaran sus tradiciones alimentarias. Por otro lado, el desprecio manifiesto de los colonos europeos hacia este tipo de alimentación, y la introducción de alimentos nuevos no aborígenes condujo a la progresiva desaparición del bush tucker, especialmente en las zonas altamente pobladas del sureste australiano.

En los años 1970, varios estudios de botánica y horticultura avivaron el interés por la alimentación tradicional aborigen y la pusieron de moda. A partir de los años 1990, fue renombrada bushfood y empezó a aparecer en la carta de algunos restaurantes gastronómicos de Sídney, en libros de cocina y en programas culinarios de televisión. La creciente demanda en ingredientes silvestres australianos impulsó entonces la creación de cultivos industriales basados en los conocimientos de los aborígenes, sin que éstos participaran de este nuevo y próspero negocio. Desde principios del siglo XXI, algunos organismos australianos están promoviendo la incorporación de las comunidades aborígenes a la producción y comercialización de alimentos tradicionales aborígenes.

Historia

La Australia aborigen

Se piensa que hacia 40.000-50.000 años atrás, en el pleistoceno, llegaron los primeros australianos procedentes del sureste de Asia. Aquellos primeros pobladores habrían viajado de isla en isla, utilizando los puentes terrestres que unían muchas de ellas en aquella época, y recorriendo cortos tramos marítimos hasta alcanzar el extremo oriental de las Islas Menores de la Sonda y la isla de Nueva Guinea, para luego desplazarse por la Sahul plataforma continental australiana, por entonces encima del nivel de los mares. Los restos humanos más antiguos encontrados hasta la fecha, el [[Hombre de Mungo datan de hace 50.000 años pero los expertos consideran que las primeras migraciones humanas podrían remontar hasta hace 125.000 años, aunque esta fecha sea contestada. Los restos del Hombre de Mungo fueron encontrados en Nueva Gales del Sur, a unos 3.000 km de la costa norte de Australia donde se piensa que se realizaron los primeros asentamientos humanos.

Un estudio reciente del genoma aborigen australiano, a partir de muestras de pelo de un aborigen que vivió hace 100 años, ha mostrado que estos migraron desde África hace entre 62.000 y 75.000 años, en una primera ola de dispersión humana hacia Asia que se produjo antes de los movimientos de población que se dividieron en las poblaciones europea y asiática, hace entre 25.000 y 38.000 años. Llegaron hasta Australia donde han permanecido desde entonces, y constituyen probablemente una de las más antiguas poblaciones continuas que existen fuera de África. Olas migratorias posteriores reemplazaron parte de esta primera ola de dispersión pero se puede considerar a los aborígenes así como a otras poblaciones minoritarias de Filipinas, India y Papúa Nueva Guinea, como poblaciones relictas de la primera ola de dispersión. Estos datos concuerdan con los hallazgos arqueológicos en esta zona así como con los estudios de ADN mitocondrial.

Siglo XVIII y XIX: la colonización británica

En 1770, el capitán James Cook tomó posesión de las dos terceras partes de Australia en nombre de la corona del Reino Unido, basándose en el principio de Terra nullius, que presuponía que la tierra no tenía dueño.

En 1788, se inició la colonización británica con el desembarco en la actual Nueva Gales del Sur de la First Fleet (Primera Flota), una flota de 11 navíos con casi 1.500 personas a bordo. Eran Destierro penal que habían sido autorizados a fundar una primera colonia penitenciaria.

Ante la llegada repentina de los colonos británicos, los aborígenes tuvieron reacciones diversas, pero se volvieron inevitablemente hostiles cuando tuvieron que competir por conservar sus recursos vitales, y cuando asistieron a la ocupación y secuestro de sus territorios según iba avanzando la "frontera" hacia el interior del continente. Para los colonos, se podía expulsar a los aborígenes de las tierras que querían destinar a la agricultura y a la ganadería, porque eran nómadas e ignoraban el concepto de posesión de la tierra. Pero la cultura aborigen estaba intrínsecamente relacionada con la tierra en la que vivían, por lo que al tener que abandonar sus territorios tradicionales no podían mantener las prácticas sociales y espirituales que aseguraban la cohesión de los clanes y las interrelaciones entre los grupos. Además de la desestructuración de la sociedad aborigen, la pérdida de sus territorios de caza y de recolección provocó graves hambrunas.

Enfermedades

Al año siguiente de la llegada de los primeros colonos, una epidemia de viruela acabó con la vida del 90% del pueblo aborigen darug que habitaba la región. Los británicos atribuyeron más adelante la epidemia a pescadores Macasar procedentes de las islas Célebes Las enfermedades europeas que los colonos traían consigo (como la viruela, la varicela, el sarampión, la gripe y la tuberculosis) acabaron con la vida de miles de aborígenes. En las regiones donde cohabitaban ambas comunidades, las enfermedades venéreas redujeron gravemente la tasa de fertilidad y la tasa de natalidad aborígenes. Con los colonos, los aborígenes descubrieron también el alcohol, el tabaco y el opio; el Abuso de sustancias que se generalizó a lo largo del siglo XIX sigue siendo un problema muy extendido entre las comunidades indígenas australianas del siglo XX. Los efectos combinados de las enfermedades, de la pérdida de sus tierras y de la violencia directa redujo la población aborigen en un 90% entre 1788 y 1900.

Siglo XX

A principios de la década de 1920, se estima que la población aborigen australiana se había reducido a entre 50.000 y 90.000 personas, y el sentir general entre la población europea era que estaban abocados a desaparecer. A pesar del impacto de los asentamientos y del modo de vida europeos, algunas comunidades aborígenes que permanecían aisladas en regiones remotas sobrevivieron manteniendo su forma tradicional de vida hasta muy entrado el siglo XX. Por otro lado, su inmunidad frente a las enfermedades había mejorado, por lo que la tasa de natalidad aborigen empezó a volver a subir a partir de los años 1930.

Al iniciarse el siglo XX, la mayoría de los aborígenes vivían en reservas y en zonas controladas, y sus desplazamientos estaban limitados por ley. Tenían pocas posibilidades laborales y seguían empleándose en las explotaciones agrícolas donde no percibían sueldo (en algunos casos se les daba una pequeña compensación) y recibían comida, ropa y alojamiento a cambio de su trabajo. En 1901, Australia se constituyó en federación y la Constitución del Commonwealth entró en vigor. El Commonwealth Franchise Act, aprobado en 1902, negó el derecho de voto a los aborígenes a no ser que hubiesen estado inscritos en las listas electorales de un estado antes de 1901, lo que dejaba fuera a la inmensa mayoría. A partir de 1915 se les permitió votar con limitaciones en algunos estados, pero sus pocos derechos civiles varían mucho de un estado a otro.

En los años 1932-1934, una serie de asesinatos en legítima defensa perpetrados por aborígenes del Territorio del Norte, así como sus juicios correspondientes, marcaron un giro en las relaciones entre aborígenes y no aborígenes. Conocidos como Crisis de Caledon Bay, esos acontecimientos y sobre todo su desenlace supusieron un alivio pasajero en las tensas relaciones entre ambas comunidades.

Los aborígenes australianos en el siglo XXI

Bandera de los aborígenes australianos (Zoo Bíblico, Jerusalén)

Las comunidades indígenas australianas (aborígenes e isleños del estrecho de Torres) presentan graves deficiencias sanitarias y económicas, y los indicadores sociales les colocan en posiciones inferiores en lo que respecta a la salud, la educación, el empleo, la pobreza y la delincuencia. En 2004, el entonces Primer Ministro, John Howard, estableció una serie de contratos con las comunidades aborígenes en los que se les concedía apoyos económicos sustanciales a cambio de una serie de compromisos, como la escolarización de los niños. Estos contratos se conocen como Shared Responsibility Agreements (Contratos de Responsabilidad Compartida). Marcan un giro en la política aborigen que ha pasado de la "autodeterminación" sobre los temas de su comunidad a la "obligación mutua" con las comunidades no aborígenes.

El concepto de "obligación mutua" ha sido introducido recientemente y se aplica a todos los australianos beneficiarios de la asistencia social y sanitaria, sin distinción de sus orígenes, siempre que no sean discapacitados ni ancianos.Las estadísticas publicadas por el gobierno de Australia reúnen a los aborígenes y a los isleños del estrecho de Torres bajo la denominación "indígenas australianos". Las cifras se refieren por lo tanto al conjunto de los habitantes autóctonos de Australia, excepto cuando se especifique lo contrario.

Demografía

Repartición geográfica

Un tercio de los indígenas viven en las principales ciudades australianas (32% o 165.800 personas). 45% se reparten entre las regiones continentales y los Territorios exteriores de Australia, y cerca de 25% viven en los Desiertos de Australia, llamadas “remotas” o “muy remotas Nueva Gales del Sur concentra la mayor proporción de la población indígena (152.700 personas), seguida de Queensland (144.900 personas). El Territorio de la Capital Australiana, Camberra y sus alrededores, es el que menos indígenas alberga (4.300 personas). En él Territorio del Norte, 30% de la población es indígena.

Edad media y esperanza de vida

La población indígena de Australia es mucho más joven que la población no indígena, debido a sus mayores tasas de mortalidad y de nacimientos. La edad media estimada es de 21 años para los indígenas y de 37 años para los no indígenas. Por ese motivo, se introducen a menudo factores correctores (age standardization) a la hora de comparar estadísticas sobre ambas poblaciones. Resulta también difícil cuantificar la esperanza de vida de los indígenas con precisión, dado que faltan datos acerca del número exacto de muertes. La oficina de estadísticas australianas cambió por ese motivo los métodos de análisis de los datos recogidos, y avisa de que no se pueden comparar las últimas cifras publicadas con las publicadas en ediciones anteriores.

Salud

Debido a la falta de acceso a la asistencia sanitaria, los aborígenes están más afectados por problemas de salud. Además, factores como pobreza, educación insuficiente, abuso de drogas, poco acceso a instalaciones sanitarias en zonas aisladas y presión cultural (que resulta en muy poca comunicación entre comunidades indígenas y trabajadores sanitarios) implican una desigualdad con respecto a la esperanza de vida. Gobiernos federales consecutivos han respondido a estos problemas con la implementación de programas como por ejemplo la Oficina de Salud de Aborígenes y Isleños de Torres Strait (OATSIH), lo que implica más asistencia sanitaria entre las comunidades indígenas, pero los problemas todavía están vigentes.

Criminalidad y encarcelamiento

La tasa de encarcelamiento entre los aborígenes es 5 veces mayor que la de los varones negros en Sudáfrica durante la apartheid. En 2002, fueron dos veces más frecuentemente víctimas de agresiones violentas que los no indígenas. En el año 2001 un 24% de la población indígena denunció ser víctima de violencia. En junio de 2004 un 21% de los prisioneros eran indígenas. Hay informes frecuentes de violencia doméstica y disturbios en las comunidades.

Abuso de drogas

Muchas comunidades indígenas sufren gran cantidad de problemas sociales, sanitarios y legales asociados con el abuso de drogas legales e ilegales. En 2007 una encuesta de la Estrategia Nacional de Drogas informó de que los indígenas se abstienen más de alcohol que los no indígenas (un 23,4% vs. un 16,8%), pero si consumen alcohol están más en peligro de beber a nivel muy elevado (un 27,4% vs. un 20,1%) Para luchar contra este problema se ha intentado implementar una serie de programas de prevención y mitigación del abuso de alcohol. Muchos de estos programas han sido iniciados por las comunidades mismas. Las estrategias incluyen declaraciones de “Zonas sin alcohol” entre comunidades indígenas, prohibiciones y restricciones de acceso a puntos de venta y colaboración ciudadana. Aunque en algunas comunidades han disminuido los problemas conectados con el alcoholismo, para otras todavía es un problema actual. Otro problema es la inhalación de petróleo entre algunas comunidades aisladas.

El conflicto territorial

El principio racista “terra nullius” siguió vigente en Australia hasta ser derogado en el juicio histórico Caso Mabo en 1992. Dicho principio, que establecía que la tierra en Australia estaba desocupada antes de la llegada de los colonizadores británicos, fue la herramienta de la que se valieron los sucesivos gobiernos coloniales para arrebatar a los aborígenes sus territorios ancestrales. La pérdida de su tierra tuvo consecuencias devastadores a nivel social, cultural y psicológico para los aborígenes, y a pesar del veredicto favorable a la recuperación de su propiedad, siguen sin devolverles gran parte de sus territorios.

Véase también

Enlaces externos