Andrés Chongo Contreras

Andrés Chongo
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NombreAndrés Chongo Contreras
Nacimiento3 de julio de 1936
Mataguá, Manicaragua, Villa Clara, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento29 de noviembre de 1958
La Maya, Santiago de Cuba, Bandera de Cuba Cuba
Causa de la muerteMuerte en combate
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubana
OcupaciónMilitar
Conocido porChongo
TítuloCapitán del Ejército Rebelde

Andrés Chongo Contreras (Chongo). Se le conocía por Chongo en el Ejército Rebelde. Una de las personalidades matagüenses de más trascendencia histórica con su incorporación a la Sierra Maestra y a la columna comandada por Fidel Castro Ruz.

Biografía

Infancia y juventud

Nació en Guabina, Mataguá, provincia de Villa Clara en el centro de Cuba, en el seno de una familia humilde.

Su traslado para Mataguá se produce porque desalojan a su familia. Inquieto y juguetón pero muy respetuoso, cuentan los vecinos del poblado que le gustaba jugar a la pelota y que era muy bueno en este deporte, le decían Talúa Dandy. Era habitual verlo andar dando salticos apoyado en un palito que siempre le acompañaba.

Cursó hasta el tercer grado y la gran necesidad económica que presionaba a su familia no le permitió terminar ese grado ni continuar estudios posteriores. Por esos motivos sus hermanos mayores partieron para Camaguey a la zafra y él tuvo que hacerse cargo de la cría de animales y ayudar a su mamá en el resto de las labores. Algunos años después, también emprendió el camino hacia la tierra agramontina.

Aunque rechazaba abiertamente la dictadura batistiana, no pertenecía a las células del Movimiento 26 de Julio.

Otras etapas de su vida

Cierto día dijo frente al teniente de la guardia batistiana que operaba en su poblado, que iba para la Sierra a luchar junto a Fidel; el militar dijo irónico: "Mira a este negro, va a cortar caña y dice que va para la Sierra".

El 11 de julio de 1958 se incorporó a la columna comandada por Fidel. Según testimonio del general Oliveras, a todos causó gran sorpresa que aquel joven sin vínculos con el Movimiento 26 de julio llegara así como así a la Sierra.

Estuvo retenido hasta que Fidel lo vio y conversó con él. Inmediatamente se ganó la confianza y la simpatía del máximo jefe, que lo puso a prueba. Muy pronto era conocido, admirado y querido por su valor y su carácter jocoso.

Tuvo el honor de participar en varios combates e integrar la Unidad de Choque de la Columna 17 Abel Santamaría. Minas de Ocujal, Nícaro, Soledad, Baltony, La Zanja y Socorro son testigos de su disposición de combate. Songo - La Maya y San Luis son páginas heroicas de su vida como soldado del Ejército Rebelde.

Muerte

El 29 de noviembre de 1958, en el segundo combate de La Maya, en Santiago de Cuba cayó en combate.

Fue ascendido póstumamente al grado de capitán del Ejército Rebelde. Le fue otorgado el distintivo de la Legión de Honor Frank País.

Al triunfo de la Revolución, sus restos fueron llevados a su pueblo, Mataguá, y velados en la antigua Sociedad de Color. A esta velada asistió el general Abelardo Colomé Ibarra.

Fue enterrado en el cementerio de la localidad. Al concluir el Mausoleo del II Frente Oriental sus restos fueron trasladados allí.

Anécdotas

Del Libro "Descamisado" de Enrique Acevedo

"Un rebelde sindicado y achaparrado se aproxima, me pregunta si soy villaclareño. Me golpea verlo tan joven con un Garand, la mejor arma que se puede obtener en esta tropa. Sin darse cuenta de mi desconcierto, se presenta como Chongo, de Mataguá. Entonces pierdo un poco la timidez, la conversación surge de forma franca. Me cuenta sus experiencias, de su ingreso a la guerrilla, las acciones combativas. No sé donde esconder mi escopetica 22, símbolo de mis fracasos. En un arranque de franqueza le narro mi desventura como escopetero. No siento ningún rechazo. Aprovecho la oportunidad para presentarlo a Rogelio. Desde ese mismo instante surge un gran afecto, que perduró durante toda la campaña hasta el día de su muerte en combate en el Segundo Frente Frank País". Irene Contreras, madre de Chongo, siempre refería en las frecuentes visitas que recibía por parte de los Acevedo, la gran preocupación porque no le faltara cosa alguna. Se reía con maldad diciendo que un día de los enamorados Acevedo la visitó. Luego seria nos dijo que: "ellos se comprometieron a, después de la guerra, si uno caía el otro atendería a la madre".

Fuentes