Sumner Welles

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Sumner Welles
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Embajador de Estados Unidos en Cuba
NombreWelles, Benjamin Sumner
Nacimiento14 de octubre de 1892
ciudad de Nueva York,
estado de Nueva York,
Estados Unidos Bandera de los Estados Unidos de América
Fallecimiento24 de septiembre de 1961 (68 años)
ciudad de Bernardsville,
estado de Nueva Jersey,
Estados Unidos Bandera de los Estados Unidos de América
Nacionalidadestadounidense
Ciudadaníaestadounidense
Alma materUniversidad de Harvard
Ocupaciónabogado y diplomático
Partido políticoPartido Demócrata
CónyugeEsther Hope Slater,
entre 1915 y 1923,
Mathilde Townsend,
entre 1925 y 1949
(la muerte de ella);
Harriette Appleton Post,
entre 1952 y 1961
(la muerte de él)
HijosBenjamin Welles (1916-2002), corresponsal extranjero del diario New York Times y autor de la biografía de su padre;
Arnold Welles (1918-2002)
PadresBenjamin J. Welles y Frances Wyeth Swan Welles

Sumner Welles (Nueva York, 14 de octubre de 1892 - estado de Nueva Jersey, 24 de septiembre de 1961) fue un diplomático estadounidense. En 1933 sirvió brevemente como embajador de los Estados Unidos en Cuba, pero sus públicos y controvertidos intentos de socavar el régimen liberal allí llevaron a su destitución. En 1937 fue ascendido a subsecretario de Estado y fue uno de los asesores diplomáticos más confiables del presidente Franklin Delano Roosevelt.

Amigo de Roosevelt desde sus tiempos universitarios en la Universidad de Harvard, en 1933 este lo nombró su enviado especial en Cuba con la misión de mediar entre el presidente Gerardo Machado y la oposición para frenar la revolución. Luego del fracaso de su misión fue sustituido en diciembre y volvió al Departamento de Estado donde llegó a ocupar el cargo de subsecretario encargado de Asuntos Latinoamericanos, hasta marzo de 1943. Con posterioridad cumplió diversas misiones a pedido del presidente Roosevelt.

Síntesis biográfica

Descendiente de viejas familias de Boston, Massachusetts y New York. Nació en Nueva York, hijo de Benjamin J. Welles y Cisne de Frances Wyeth. Su hermana era Emily Frances Welles. Fue bautizado con el nombre de Sumner en honor a su tío segundo Charles Sumner, senador por Massachusetts.

Entró muy joven al Servicio Exterior de los Estados Unidos como secretario de la embajada de Estados Unidos en Tokio. Hizo carrera rápidamente y fue promovido a jefe de División de América Latina en el Departamento de Estado.

Vivió en abundancia y privilegio, con una familia prominente en sociedad. A la edad de 10 años fue inscrito en el externado de Srta. Kearny para muchachos. En septiembre de 1904, un mes antes de que cumpliera los 12 años entró en la Escuela de Groton en Massachusetts, donde permaneció durante seis años. En Groton, Welles compartía la misma habitación del hermano de Eleanor Roosevelt. Luego matriculó en la Universidad de Harvard, donde se graduó de nivel superior en 1914.

Carrera política

Siguiendo consejo de su amigo Franklin Delano Roosevelt, entró al Servicio Exterior de Estados Unidos y ganó una beca para una asignación a Tokio (Japón). Más tarde fue trasladado a Buenos Aires (Argentina), donde perfeccionó su español.

Se preocupó por estudiar la idiosincrasia y las costumbres latinoamericanas. De vuelta a su país, a pesar de pertenecer al partido demócrata, el secretario de Estado Charles Hughes, prominente estadista del Partido Republicano, en justo aprecio de su preparación le hizo nombrar jefe de la División Latinoamericana del Departamento de Estado en 1921, puesto elevado al que Welles renunció al año siguiente. En el mismo año de 1922 el presidente Warren Harding lo comisionó con el rango de Ministro Plenipotenciario, para dirigir las negociaciones que dieron como resultado la terminación del gobierno militar de ocupación americana en República Dominicana.

A su regreso a los Estados Unidos escribió La Viña de Naboth, obra contiene relativa a la historia de República Dominicana desde su fundación en 1844 hasta el año de 1924.

La mediación en Cuba

En 1933 el presidente Franklin Delano Roosevelt lo nombró su enviado especial en Cuba con la misión de mediar entre el presidente Gerardo Machado y la oposición para frenar la revolución.

El 7 de mayo llegó a Cuba en el barco Petén. Sus gestiones del embajador comenzaron de inmediato. Se acercó a los dueños de medios de prensa y también a prestigiosas figuras del Ejército Libertador como el coronel Cosme de la Torriente. A instancias suyas una parte de la oposición se sumó a la Mediación. En un primer momento el presidente Machado estuvo dispuesto a aceptar algunas transformaciones en la Constitución con la esperanza de mantenerse en el poder hasta mediados de 1935.

En abril de 1933, Franklin Delano Roosevelt nombró a Welles como «secretario de Estado adjunto para asuntos latinoamericanos»,[1] pero cuando una revolución en Cuba contra el presidente Gerardo Machado dejó a su gobierno dividido e incierto, se convirtió en el enviado especial del presidente a Cuba. Welles llegó a La Habana en mayo de 1933.[1] Su misión era negociar un acuerdo para que Estados Unidos pudiera evitar intervenir en la isla, tal como lo ordenaba la ley estadounidense ―es decir, la Enmienda Platt de 1901.[1]

Sus instrucciones fueron mediar "en la forma más adecuada" para poner fin a la situación cubana.[2]

Welles prometió a Machado un nuevo tratado comercial para cubrir el desfalco económico que había perpetrado Machado, y si llegaba a un acuerdo político con sus oponentes. Según Welles, el corrupto Machado creía que Estados Unidos le ayudaría a sobrevivir políticamente.

A espaldas de Machado, Welles prometió a los opositores de la tiranía un cambio de gobierno y participación en la administración posterior, si se unían al proceso de mediación y apoyaban una transferencia ordenada del poder. Un paso crucial fue persuadir a Machado para que emitiera una amnistía para los presos políticos para que los líderes de la oposición pudieran aparecer en público.[1]

Machado pronto perdió la fe en Welles y denunció la interferencia estadounidense como una aventura colonialista. El proceso de mediación de Welles confirió legitimidad política a sectores de la oposición que participaron y permitió a Estados Unidos evaluar su viabilidad como aliados políticos a largo plazo.[3]

Incapaz de influir en Machado, Welles se reunió con Rafael Guas Inclán ―presidente de la Cámara de Representantes―, en la casa del editor de periódicos Alfredo Hornedo, y le solicitó que iniciara un juicio político contra el presidente. Cuando Guas lo refutó severamente, Wells luego negoció el fin de su presidencia de la Cámara.[4]

En agosto de 1933 estalló la revolución contra Machado. La huelga general, organizada por la CNOC y el Partido Comunista dejaron a la Mediación y Sumner Welles a la zaga absorbidos por los acontecimientos. La batalla popular de los que no aceptaban la confabulación de la embajada de Estados Unidos pasó a primer plano y no se conformó con otra solución que la caída de Machado.

Inmediatamente el embajador maniobró para sustituir a Machado por una figura afín a la mediación. Este fue Carlos Manuel de Céspedes, que de inmediato fue reconocido por el gobierno de Estados Unidos. Sin embargo la situación se escapó de su control cuando el 4 de septiembre, soldados del ejército dieron un golpe de Estado y depusieron a Céspedes.

José Miguel Irisarri (1895-1968) menciona acerca de ese momento:

Fui uno de los integrantes de la Pentarquía que gobernó Cuba durante cinco días a la caída de Gerardo Machado en agosto de 1933. La situación era manejada por el embajador estadounidense Sumner Welles. La marina de guerra de los Estados Unidas mantenía 30 buques de guerra anclados frente a La Habana. El Gobierno de Estados Unidos hizo siempre en nuestro país lo que le dio la gana. Ellos eran los que mandaban. Quitaban y ponían presidentes. Da asco hablar de aquella época. Por eso es que en Cuba siempre hizo falta una Revolución y hombres como Fidel Castro que tuviera los pantalones bien puestos y no les rindiera cuenta a los estadounidenses.

Desde ese momento Welles se propuso revertir la situación. Comenzó por aliarse con los oficiales que habían sido depuestos por los alistados y que se encerraron en abierta rebeldía en el Hotel Nacional llevando sus armas. Cuando estos fueron desalojados por el ejército y elementos civiles que apoyaban al gobierno de Ramón Grau San Martín, Welles comenzó a conspirar con el ABC. También se reunió con el recién ascendido coronel Fulgencio Batista, jefe del ejército, a quien inmediatamente identificó como el hombre fuerte capaz de defender los intereses de los monopolios estadounidenses y la reacción[6][7]

En medio de la crisis provocada por el alzamiento de los abecedarios el 8 de noviembre y la posición cada vez más traidora del jefe del Ejército, el presidente Ramón Grau San Martín solicitó al gobierno de Estados Unidos que retirara a su embajador Sumner Welles, el cual intervenía abiertamente en los asuntos internos de Cuba y exigió:

Ponga término a la perturbadora acción del embajador Welles, que mantiene relaciones y negociaciones con los enemigos del gobierno.[8]
Ramón Grau San Martín

El presidente de Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, respondió con una declaración amenazante, en la que amenazaba a Grau San Martín con sanciones económicas; pero, finalmente, decidió sustituir a Welles por Jeffersson Caffery.[8][9] Para ello, solicitó la ayuda del general Alberto Herrera, los coroneles Julio Sanguily, Rafael del Castillo y Erasmo Delgado, después de amenazar con la intervención de Estados Unidos bajo la Enmienda Platt y la reestructuración del alto mando del ejército cubano.[10]

Funcionario del Departamento de Estado

Luego del fracaso de su misión fue sustituido en diciembre y volvió al Departamento de Estado donde llegó a ocupar el cargo de subsecretario encargado de los asuntos latinoamericanos, hasta marzo de 1943.

En 1937, Franklin Delano Roosevelt ascendió a Welles a subsecretario y el Senado confirmó de inmediato el nombramiento.

Indicativo de rivalidades en curso dentro del Departamento de Estado, Robert Walton Moore, un aliado del secretario de Estado Hull, fue nombrado consejero del departamento al mismo tiempo, un puesto de rango igual al del subsecretario.[11]

Con posterioridad cumplió diversas misiones a pedido del presidente Roosevelt.

Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Welles fue la elección natural para suceder al enfermo secretario de Estado Cordell Hull (1871-1955). Después de un episodio homosexual que Sumner protagonizó en un tren en 1940,[12] el director del FBI, J. Edgar Hoover, afirmó que un homosexual como Welles sería considerado un riesgo de seguridad. Los enemigos políticos de Welles utilizaron esta denuncia contra él. y ―amenazándolo con una investigación ante el Senado― obligaron a Roosevelt a aceptar su renuncia en 1943. Roosevelt no tuvo más remedio que aceptar la renuncia de Sumner Welles.

Excluido formal e informalmente del establecimiento de la política exterior de por vida, la renuncia de Welles le quitó a Estados Unidos a su probable secretario de Estado a mediados de la Segunda Guerra Mundial. Aún hoy se subraya el daño que la homofobia causó a la política exterior estadounidense de mediados de siglo.[13]

Muerte

Welles continuó escribiendo y publicando comentarios sobre asuntos internacionales, articulando su visión de una comunidad global multilateral.

Falleció a la edad de 68 años en la ciudad de Bernardsville (estado de Nueva Jersey).

Fue enterrado en el Cementerio del Cala de la Roca, Washington, C.C.

Fuentes