Cefnidir
|
Cefnidir. Pertenece a la familia de medicamentos llamados antibióticos cefalosporínicos. Es un antibiótico usado para tratar ciertas infecciones causadas por bacterias, como la neumonía, bronquitis, las infecciones de oídos, sinusitis, faringitis, amigdalitis y las infecciones de la piel.
Sumario
Indicaciones terapéuticas
Infecciones causadas por microorganismos susceptibles a Cefnidir, como: faringitis y amigdalitis causadas por Streptococcus pyogenes.
Otitis aguda causada por Haemophilus influenzae (incluyendo cepas productoras de ß-lactamasa), Streptococcus pneumoniae (sólo cepas susceptibles a la penicilina) y Moraxella catarrhalis (incluyendo cepas productoras de ß-lactamasa).
Infecciones de la piel con y sin complicaciones causadas por Staphylococcus aureus (incluyendo cepas productoras de ß-lactamasa) y S. pyogenes.
Neumonía adquirida en la comunidad, exacerbaciones de bronquitis crónica y sinusitis aguda causada por: Haemophilus influenzae y H. parainfluenzae (incluyendo cepas productoras de ß-lactamasa), Streptococcus pneumoniae (sólo cepas susceptibles a la penicilina) y Moraxella catarrhalis (incluyendo cepas productoras de ß-lactamasa).
Presentaciones
Cápsulas: Caja con 10, 20 ó 30 cápsulas con 300 mg de cefdinir en envase de burbuja. Suspensión: Caja con frasco con 45, 60 ó 100 ml de suspensión con 125 mg/5 ml de cefdinir. Caja con frasco con 30, 45, 60 ó 100 ml de suspensión con 250 mg/5 ml de cefdinir.
Recomendaciones sobre almacenamiento
Cápsulas: Consérvese a no más de 25°C. Suspensión: Hecha la mezcla el producto se conserva durante 10 días a no más de 25°C. Una vez transcurrido este tiempo deséchese el sobrante.
Dieta mientras toma este medicamento
El cefdinir puede causar malestar estomacal, por lo que se recomienda tomarlo con alimentos o leche.
Efectos secundarios
Menos comunes o raros
Diarrea (acuosa y severa posiblemente con sangre); fiebre; cólicos o dolor estomacal severo; sensibilidad en el estómago; sangrado o moretones inusuales.
Raros
Ampollas, despelleje o desprendimiento de la piel; convulsiones (ataques); disminución en la cantidad de orina; pérdida de la audición; dolor en las articulaciones; pérdida del apetito; náuseas o vómito; salpullido, picazón, enrojecimiento o hinchazón en la piel; dificultad para respirar; debilidad o cansancio inusuales; ojos o piel amarillos.