José Celedonio Rodríguez

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José Celedonio Rodríguez
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Combatiente revolucionario de la localidad de Florencia
NombreJosé Celedonio Rodríguez Rodríguez
Nacimiento1845
Bayamo, Granma, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento1 de septiembre de 1901
Manzanillo, Bandera de Cuba Cuba


José Celedonio Rodríguez Rodríguez. Patriota de la gesta independentista. Se incorporó a la gesta emancipadora de 1868-1878, donde se destacó como flebotomiano adscripto al cuerpo de sanidad militar; por sus conocimientos de Medicina que había adquirido de forma autodidacta le llamaron "el doctor".

Síntesis biográfica

Nació en Bayamo, Oriente, en 1845.

Inicios

Al concluir la guerra con el grado de Coronel, se radica en Manzanillo donde continúa sus ideales separatistas. El 26 de agosto de 1879 fue detenido junto a otros patriotas por órdenes del Gobernador de Oriente. Fueron conducidos a Santiago de Cuba en una cañonera e internados después en el Castillo del Morro donde permanecieron un tiempo y luego fueron deportados a España, donde sufrieron prisión en varias cárceles y muchos de ellos fueron enviados al África -conducta vil- que no levantó ningún acento en las clases directoras del país.

En 1880 llegó José Celedonio Rodríguez a las islas de Chafarinas (frente a las costas de Marruecos), en calidad de prisionero. En agosto de 1882 fueron trasladados a Ceuta, presidio más seguro y de ahí hasta la cárcel de Cádiz: "[...] un edificio pequeño, estructurado próximo a la costa, el agua de mar se filtra por el pavimento y cuando el tiempo está algo tempestuoso las olas avanzan hasta los cimientos [...]".

Fuga

El 15 de agosto de 1882 José Celedonio Rodríguez, junto a José Maceo y Rogelio del Castillo, lograron fugarse bajo proyecto atrevido concebido por Calixto García. Acompañados por Cecilia (mujer del General José), Dolores Alcántara, Elizardo (hijo de José Maceo) y la hija de Dolores, partieron hacia Tánger a bordo del vapor "San Antonio", que habían fletado con anticipación los amigos que fraguaron el plan. De Tánger tuvieron que marchar anticipadamente y buscaron asilo en la plaza inglesa de Gibraltar, donde llegaron a bordo del vapor "Hércules" a las 4.30 pm., siendo arrestados en el acto por indicación de la autoridad española fronteriza y el cónsul de España en aquel lugar.

Entregados José Celedonio, José Maceo y Rogelio del Castillo a las autoridades españolas, estas, como es lógico, extremaron el rigor contra ellos. Fueron trasladados a Ceuta y encerrados en el Castillo del Hacho, el 25 de agosto de 1882. A partir de este hecho estalló un conflicto diplomático entre España e Inglaterra, por el incalificable proceder de que fueron víctimas estos prisioneros en Gibraltar, suceso denunciado en la carta que le enviara José Maceo al Ministro Plenipotenciario de su Majestad Británica, informando al parlamento a través de James O'Kelly -diputado inglés- siendo apoyado por Sir R. Cross y Lord Randolph; este caso tomó características internacionales.

En las discusiones que se desarrollaron dentro del parlamento, Sir Cross expresaba

"[...] Ellos fueron sin misericordia entregados a su enemigo y entregados a un destino peor que la muerte [...] Ellos tenían el derecho a la protección de la bandera británica y el derecho de asilo -uno de los más preciados- ha sido groseramente violado [...]". Por su parte Lord Randolph plantea: "[...] esos hombres (José Celedonio, José Maceo y Rogelio del Castillo) han sido maltratados por el gobierno español y este país ha sufrido una desgracia y una vergüenza [...]".

Como resultado de estas protestas le costó el puesto al Gobernador de Gibraltar, Lord Naipes, a pesar de sus grandes méritos, porque el parlamento del Reino Unido celoso de las leyes establecidas por la constitución, reprobó enérgicamente el proceder de aquella autoridad.

El Ministro inglés, obedeciendo instrucciones de su gobierno, exigía al de Madrid la libertad de los presos políticos que buscaron refugio bajo el pabellón de Londres, dándole la libertad a José Celedonio y Rogelio del Castillo, no siendo así a José Maceo que lo trasladaron a las Islas Baleares y así lo informaba Gómez a Maceo el 18 de junio de 1883, según noticias tomadas de un periódico de San Salvador que insertaba lo siguiente: "Los prisioneros políticos Rodríguez y Castillo, cubanos, han sido devueltos a las autoridades inglesas y se dice que lo será también José Maceo, pero bajo ciertas condiciones".

A su regreso a la patria, a José Celedonio lo esperó su compañera Eliodora Tamayo -junto a su pequeño hijo nacido en 1879 durante su prisión-, con la cual contrajo matrimonio. De este matrimonio nacieron el resto de sus hijos. Constituyeron una familia humilde, laboriosa y honesta.

Durante el período que media de 1884 - 1895, radicó en la calle Comercio # 33, trabajando en su barbería con dirección Dr. Codina esquina a Plácido, la que convirtió en centro de conspiración del grupo de valientes manzanilleros veteranos de la guerra del 68.

Ocupó un lugar importante en su actividad conspirativa la logia masónica "Manzanillo", donde también tomaban participación algunos oficiales del ejército español.

En carta de José Martí -fechada el 25 de junio de 1894- al General Antonio Maceo, en Nicoya (Costa Rica), expresó:

[...] la hora es nuestra y es imposible que nos falte en el alma la grandeza suficiente para aprovecharla. Si oyera usted a un grupo de manzanilleros que están aquí, y a la esposa de José del Carmen Perea, a los hermanos Rondón, que han venido de Manzanillo y lo que nos informa un sobrino recién llegado de Bartolomé Masó. Se ve bullir toda aquella comarca.

En su minucioso relato. No hay rincón por allí, sin su jefe y el estado de decisión y ferviente espera por nosotros es realmente tal que no justifica mayor demora. Es la situación felizmente madura para lo que enseguida vamos a crear. De por Manzanillo y sus alrededores... todo está en sazón, cautos y ansiosos y con toda la gente de importancia: Bartolomé Masó, Amador Guerra, Celedonio Rodríguez, José del Carmen Perea, Enrique Céspedes, Francisco Estrada, todo lo que allí es fuerte y principal. Pero yo, que no uso vendas, gozaba -a pesar de mi cautela- en ver las muestras fervientes de la preparación absoluta de toda aquella comarca.

Como bien expresa Martí, Manzanillo constituía un centro de conspiración de importantes patriotas, llamados "los ilusos" por el gobierno español, entre los cuales se destacaron los abanderados del Grito de Bayate y en especial José Celedonio Rodríguez Rodríguez. Al crearse en el exilio el P.R.C. y comenzar sus actividades en la Isla, tuvo una gran connotación, por lo que muchas figuras se incorporaron, entre ellos tenemos al manzanillero José Celedonio.

Correspondió a este patriota el gran mérito histórico de recibir el telegrama, donde se señalaba el reinicio de la gesta emancipadora del 95. El telegrama, que llega el 22 de febrero decía:

"Celedonio Rodríguez Diga Director de "El Liberal", publique el domingo 24 artículo ecomendado. Martínez"

El viernes 22, todo listo para el pronunciamiento, se convocó una reunión en su barbería donde asistieron todos los comprometidos con la causa, allí se leyó la orden recibida y se ordenó a cada uno que ocupara su puesto y esperara los acontecimientos. Ese mismo día el Coronel Rodríguez y el Coronel Dimas Zamora envían un telegrama al Señor Juan Gualberto Gómez, que expresaba:

"Director de "La Igualdad" Habana.
Primer vapor, veinticuatro ejemplares, suscriptores deseosos".

En el mismo se le preguntaba si se ratificaba la orden del levantamiento, recibiendo la siguiente respuesta:

"Lorenzo Vega. Manzanillo.
Primer vapor 24 ejemplares. Diga al director de "El Liberal".

Durante los días 22 y 23 los principales jefes ultimaron detalles sobre el alzamiento, estableciendo uno de los primeros campamentos de la guerra del 95 -"Colmenar de Bayate"-, a unos 30 km de Manzanillo, en el barrio de Campechuela. En las primeras horas de la madrugada del día 24 llegaron Celedonio y otros compañeros, dándose aquí el Grito de "Independencia o Muerte", donde se encomendó la primera guardia del campamento al joven patriota José Rodríguez (hijo), quien alcanzó el grado de Coronel al terminar la guerra. Como Jefe del Estado Mayor del General Masó, el Coronel Celedonio junto a otros mambises, tuvo que enfrentar los intentos de los autonomistas y reaccionarios españoles que pretendían que los insurrectos depusieran sus armas, ejemplo de esto lo tenemos en la segunda comisión integrada por Juan Bautista Spotorno, Manuel León, Gabriel López y Enrique Portila (Juez de Instrucción), los cuales se dirigieron al campamento situado en el lugar llamado "La Larga", el 8 de marzo de 1895, expresándole al general lo siguiente: "no debían permanecer más tiempo en la manigua, la isla entera rechaza el movimiento iniciado, una guerra no le proporcionaría más que sacrificio y aniquilamiento de la riqueza".

El general le contestó contundentemente "[...] que el porvenir de Cuba depende de todos nuestros esfuerzos y que estamos dispuestos a agotarlos y que tenían la certeza de que el país responderá con decisión y entrega". A continuación Spotorno mostró una carta fechada en La Habana donde se comunicaba haber sorprendido una reunión de hombres de color, en la que se conspiraba con tendencia racista; ante esta insinuación de que el Grito de Bayate era de personas de color, el Coronel Celedonio interrumpió diciéndole: Esa carta la consideramos nosotros como un documento falso, con el fin de quitarle fuerza a nuestro movimiento armado que estamos realizando los hombres de todas las razas, pues cuando se quiere debilitar una causa se recurre a todos los medios y por eso se echa mano de este recurso criminal para desvirtuar la gran idea que defendemos y es más criminal aún en manos de quien fue el primer magistrado en la pasada guerra [...] Ud. sabe muy bien que los hombres de color, respetamos y guardamos toda clase de consideraciones a quienes eran nuestros jefes, apoyando incondicionalmente al Gobierno constituido [...] y por eso opino que son criminales de esta patria todos los que sostengan que este movimiento es racista[...]. A la llegada de los principales jefes a Oriente, este mambí manzanillero estuvo presente en el momento en que las fuerzas del General Masó se encuentran con Gómez y Martí arengando estos últimos a las tropas con encendidas palabras.

El 19 de mayo, el Coronel Rodríguez fué el primero en llevar la noticia de la caída de nuestro héroe nacional; según lo narrado por Piedra Martel en sus memorias. Meses más tarde, el 8 de julio de 1895, Celedonio participa en la histórica reunión celebrada en un lugar situado entre Manzanillo y Bayamo, donde los generales Bartolomé Masó y Antonio Maceo discutieron la forma de organización del Gobierno Revolucionario.

A finales de año estaría también involucrado en las contradicciones surgidas entre Antonio Maceo y Bartolomé Masó, dada la negativa de este último de enviar sus fuerzas para apoyar el proyecto de invasión y por su entrevista con Ramírez (elemento pro-español de la zona), lo cual se evidencia en carta de Antonio Maceo el 13 de noviembre de 1895 al Gobierno de la República en Armas: "[...] recurro nuevamente por vía oficial a fin que se tome un acuerdo de eficaz fortaleza con relación a las inteligencias habidas con emisarios del General Martínez Campos, asunto que me han corroborado en sus informes los Coroneles Francisco Estrada y Juan Masó Parra y además me confesó en entrevista celebrada conmigo el Coronel Celedonio Rodríguez[...] ".

Este mismo año el General Maceo ordenó a Jesús Rabí que continuara en Manzanillo, en organizaciones para adquirir armas y municiones, para cuyo fin lo autorizaba a entregar el dinero necesario al Coronel Celedonio, que junto con Dimas Zamora había iniciado estas operaciones. Durante el desarrollo de la guerra se convirtió en una de las principales figuras de las fuerzas revolucionarias de la región.

Al terminar la guerra ocupó un lugar importante en la salud pública, donde -debido a sus conocimientos de Medicina- desarrolló las funciones de auxiliar del Capitán Médico Jefe de Sanidad Municipal cuando la evacuación de las tropas españolas. El 30 de mayo de 1899 se le otorgó el cargo de celador de higiene de la ciudad, con un salario de $ 40.00 y según consta en las actas del ayuntamiento de Manzanillo, fechada el 8 de febrero de 1900, se acordó elevarle el sueldo a $ 55.00. Su modestia no le permitió aceptar ninguna dádiva que se le propuso en bienes materiales, lo que demuestra la actitud cívica de este patriota, así como su desprendimiento y entrega a la causa a la cual se había dedicado.

Muerte

El 1 de septiembre de 1901 dejó de existir físicamente debido a un cólico hepático; su funeral se efectuó en la calle Luz Caballero No.10, donde asistieron figuras destacadas del proceso independentista cubano. Su enterramiento se realizó por primera vez en el antiguo Cementerio de Manzanillo, ubicado al lado del hoy stadium de béisbol, posteriormente sus restos fueron trasladados al Panteón de los Veteranos, en el Cementerio nuevo, que fue inaugurado en 1908, situado al sur de la ciudad y posteriormente en 1923 fue exhumado y enterrado en un panteón privado de la familia; en todos los casos, según testimonio de sus nietos y periódicos de la época, se realizaron extraordinarias manifestaciones de duelo y recibió todos los honores en el Ayuntamiento Municipal.

Los restos de este mambí del pueblo cubano reposan en el cementerio de Manzanillo, junto a los otros patriotas que se destacaron en la gesta emancipadora del 68 y el 95, enalteciendo el inmenso valor histórico de este sagrado lugar de lo cual da fe el General José Miró Argenter en su hermosa y sentida carta escrita en 1915 al ser inhumados aquí los retos del General Titá Calvar y en la cual expresaba:

[...] me tengo por hijo de esta comarca heroica porque en ella nací a la vida de la Revolución: mi partida bautismal es el 24 de febrero de 1895 "fecha memorable" y tengo como padrino a Bartolomé Masó y a Celedonio Rodríguez y al mismo Manuel Calvar, cuyos huesos agrandarán este cementerio sacrosanto, donde reposan los viejos soldados de Yara [...] y de Masó [...] no será mucho pedir que yo reclame desde ahora un hueco en esta mansión cuando rinda la jornada de la vida [...]”.

Fuentes

  • Investigación. Rafael Labrada Tamayo
  • Enciclopedia Manzanillo
  • Centro de Estudios Militares de las FAR. Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Primera parte (1510-1898), Biografías. Ciudad de La Habana: Ediciones Verde Olivo, 2004;t 1.