Colegio de San Hermenegildo

Colegio de San Hermenegildo.
Información sobre la plantilla
Obra Arquitectónica  |  (Edificio)
Isan hermenegildo2.jpg
El edificio actual de la antigua iglesia del Colegio de San Hermenegildo, dedicado a sala de exposiciones
Descripción
Tipo:Edificio
Localización:Sevilla, Bandera de España España
Uso inicial:Casas de viviendas
Uso actual:Colegio de San Hermenegildo
Datos de su construcción
Inauguración:Se inaugura como colegio el 19 de septiembre de 1579


Colegio de San Hermenegildo. Situado al Este de la ciudad de Dos Hermanas.

Historia

Antecedentes

El 26 de septiembre de 1552 llegó a Córdoba, con un compañero, el Padre Francisco Villanueva, de la Compañía de Jesús, después de haber conferenciado en Montilla con la Marquesa de Priego, a quien venían recomendados por su hijo, el Padre Antonio de Córdoba, que pocos años antes había ingresado en la Compañía. Con el apoyo moral y material de tan ilustre dama, abrieron los Padres escuelas de Gramática en Córdoba, en unas casas propiedad de la citada marquesa, el 13 de diciembre de 1553. Para entonces, ya el Fundador de la Compañía había nombrado Rector del nuevo Colegio al propio P. Antonio de Córdoba, quien vino a la capital andaluza con el futuro San Francisco de Borja y otro diez jesuitas.

Esta ciudad fue el centro de expansión de la Orden por Andalucía. A principios de mayo de 1554 entraron en Sevilla los dos primeros jesuitas. Por octubre del mismo año, la comunidad tenía ya doce religiosos, quienes vivían en "casa prestada y sin iglesia". El 19 de febrero de 1558 quedó fundada la Casa Profesa en unos locales que compraron con limosnas a un tal Hernando Suárez. En 1561 abrieron aquí cuatro clases de Gramática, "para lo cual pasó de Córdoba el P. Pedro de Azevedo". En 1563 había ya clase de Retórica, y en 1564, de Filosofía.

Fundación

El éxito y la prosperidad acompañaron a los jesuitas en estos primeros años de su historia. La provincia Bética, una de las más florecientes, contaba en 1579 con nueve Colegios y 260 religiosos. Precisamente este mismo año acudió el P. Provincial al Ayuntamiento hispalense en solicitud de ayuda para sus estudios. La erección de una suntuosa iglesia aneja al local de la Casa Profesa les obligaba a suprimir algunas aulas, y por ello se veían precisados a buscar nuevo local. En el Memorial presentado se hacía ver cómo tenían casi mil estudiantes y se habían desestimado otras mil peticiones por falta de espacio. El Ayuntamiento se hizo eco inmediatamente de la petición y comisionó a dos diputados para que comprasen en la ciudad un local adecuado.

Los gastos se sufragarían con las rentas del Almojarifazgo mayor, "pues en ninguna cosa se podía gastar con tanta utilidad pública, y que la casa que, se hiciese quedase por la Ciudad y su Patronazgo, bajo la advocación de San Hermenegildo". El resultado fue la compra de unas casas en la calle de Las Palmas, frente de la iglesia de San Miguel, el día 19 de septiembre de 1579, "donde con sigilo se dispuso iglesia y puso campana sobre la puerta, y al día siguiente se tocó a Misa, y dijo la primera a puerta abierta, quedando desde este día el Santísimo en el Sagrario". Pasó como Vicerrector y Prefecto de estudios el P. Luis Alvarez, y "continuáronse aquí las lecciones de Gramática y Filosofía, que era lo que entonces había".

Bóveda eliptica de la iglesia de San Hermenegildo. Esta capilla, hoy desacralizada, es lo único que queda del Colegio jesuita

Muy justificado estaba el sigilo con que se había procedido, porque en el mismo seno del Cabildo municipal había surgido, con fuerza insospechada, la oposición. El 28 de julio de 1580 se hizo ésta patente cuando Juan del Castillo, en nombre del Cabildo de Jurados, pidió se declarase nula la cesión; y que los jesuitas pagasen de su bolsillo lo que se había gastado, porque "los bienes de la Ciudad no se pueden gastar en hacer gracias unos a otros ni a otra persona alguna".

La oposición se hacía más concreta al descender a las causas de la donación, que importaba más de 50.000 ducados, pues "había sido con negociaciones que habían tenido los dichos padres de la Compañía con Vos, el dicho Asistente, por tener un hijo de la dicha Orden en el dicho monasterio de la dicha Ciudad, que aunque estaba en otra parte residiendo, se le había traído allí por darle gusto para este fin; y asimismo lo había negociado con Melchor Alcázar, Veinticuatro, que era el principal autor de este negocio, por tener otro hijo en la dicha Orden". Esta primera acusación contra la Compañía se endurecía al afirmar, sin rodeos, que los jesuitas "no administraban sacramentos a los pobres sino a los ricos".

Sin embargo, Castillo reconocía que la enseñanza que impartían era muy eficiente, "pues casi todos los otros estudiantes de los demás Estudios se habian venido a los de la Compañía, porque en los demás Estudios no había el orden de clases y distinción de maestros, e los demás medios que en la dicha Compañía se ponían".

Pese a esta adversa postura, la traslación del Colegio adquirió solidez con el tiempo y su prestigio no hizo más que aumentar. En 1581 se le entregaron las rentas del antiguo edificio, que quedó reducido a Casa Profesa, con 60 individuos que vivían de limosna. En 1584, al mismo tiempo que se fundaba la Congregación de la Anunciata, daban principio los cursos de Teología en San Hermenegildo, que contaba ya con la protección real. La Ciudad, además del local, entregó 5.000 ducados de limosna.

El 22 de septiembre de 1587 se empezaron a construir, también a expensas de la Ciudad, unas escuelas de Gramática junto a San Hermenegildo. En ellas enseñarían los jesuitas Latinidad, con carácter gratuito, a los niños pobres de Sevilla. El Ayuntamiento subvencionó la obra con un total de 23.000 ducados. Tendrían estas escuelas puertas a la calle, con las armas de la Ciudad y una inscripción que publicase ser suyas las escuelas. El municipio no podría cederlas ni disponer del edificio, hipotecario o venderlo, "pero sucediendo caso de que dicho Colegio se deshaga o se mude a otra parte... la Ciudad queda libre de este compromiso".

Terminadas las obras se bendijo el edificio y consagró a San Hermenegildo, en 1590. Hízose un gran "coloquio" al que asistió el Arzobispo, ambos Cabildos, Audiencia y toda la nobleza sevillana.

Evolución

El actual edificio de San Hermenegildo ha sufrido numerosas transformaciones a lo largo de su historia, no sólo en sus funciones, sino también en su disposición arquitéctonica. Actualmente sólo se conserva la iglesia de lo que fue el complejo original, constituido por la propia iglesia y el edificio anexo, que fuera el colegio jesuita.

Inicialmente, el edificio ubicado en la actual plaza de la Concordia, se construyó según los planos de Juan Bautista Villalpando, aunque después, en el año 1614, el jesuita Pedro Sánchez rediseñó parcialmente la planta del edificio, que presenta disposición manierista, inspirada en la sala capitular de la catedral de Sevilla. El centro de la cúpula consta de una cartela elíptica de la que nacen doce nervios radiales, que se abren cuando apoyan en los muros, incluyéndose en estos espacios figuras de santos, temas vegetales y cabezas de ángeles, apareciendo también entre los nervios lunetos con ventanas. El diseño de las yeserías, realizadas entre 1619 y 1620 se atribuye a Francisco Herrera el Viejo. La portada se debe a Alonso de Vandelvira.

Tras la expulsión de los jesuitas de España en 1767, el edificio del Colegio albergó a la institución de los "niños toribios", una especie de correccional para menores conflictivos. En 1802 el edificio cambia nuevamente de función, siendo esta vez cuartel del tercer regimiento de artillería, al tiempo que los "toribios" son trasladados a la casa Pumarejo. Durante la invasión napoleónica, el edificio fue objeto de repetidos saqueos en los que gran parte del patrimonio de la iglesia fue expoliado.

En 1823, desde el 23 de abril al 11 de junio, San Hermenegildo acogió las Cortes constitucionales, celebrándose en su iglesia las sesiones parlamentarias, a la vez que el tercer regimiento artillero se traslada al contiguo Hospicio de Indias de la Compañía de Jesús (anexo a la iglesia). Tras el avance de los Cien Mil Hijos de San Luis, las Cortes decidieron su traslado a Cádiz. Los diputados marcharon precipitadamente de Sevilla el día 12 y con ellos los útlimos destacamentos de milicianos y soldados.

Posteriormente la iglesia quedó sin uso hasta el 25 de diciembre de 1836, fecha en la que, por un período de cuatro meses, se utilizó como teatro hasta el 30 de abril de 1837, (estrenándose obras de autores como Rossini y Monteschi). Mientras, el antiguo Hospicio de la Compañía de Jesús siguió siendo cuartel, función que desempeñará hasta su derribo en 1956. Desaparecido el cuartel, comenzaron las obras de restauración de la iglesia, a la que se dio su aspecto actual, dotándola también de una plaza aledaña (Plaza de la Concordia) al aprovechar el espacio que ocupaba el viejo cuartel.

Actualidad

Desde entonces y hasta 1968, la iglesia permaneció inactiva, momento en el que se le asignaron funciones de carácter cultural, exceptuando el periodo fundamental en que acogió los plenos del Parlamento Andaluz entre el 3 de diciembre de 1985 y el 28 de febrero de 1992, tras el cual fue empleada nuevamente para fines generalmente culturales. En 1995 se instaló en ella una sala de congresos y exposiciones del Ayuntamiento de Sevilla, uso que permanece en la actualidad.

Fuentes