Convulsión febril

Convulsión febril
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Convulsión febril. Crisis convulsiva que ocurre coincidiendo con la fiebre, en niños menores de 5 años, sin datos de infección intracraneal.

Introducción

La convulsión febril (CF) es un proceso benigno de la infancia que afecta al 2-5% de los niños. La mayoría solo la padecen una vez en su vida, pero causa una gran preocupación en la familia del paciente. Esta revisión resume la evidencia actual y recomendaciones para el diagnóstico y tratamiento de los pacientes con CF.

Nombres alternativos

Convulsión inducida por fiebre, convulsiones febriles.

Factores genéticos

El riesgo de presentar una convulsión febril es un 20% mayor cuando existe un hermano afecto, y alrededor del 30% si ambos padres y un hermano la padecieron.

No se ha conseguido identificar el gen o genes que confieren susceptibilidad para el desarrollo de convulsión febril. Por el contrario, sí se han identificado con éxito los genes responsables de las epilepsias genéticas con convulsiones febriles , que engloban síndromes de epilepsia familiar, en las que las convulsión febril persisten más allá de los 6 años de edad. Se han encontrado mutaciones en SCN1A y SCN1B (ambos genes implicados en los canales de sodio, importantes para una correcta neurotransmisión) y en GABRG2 (relacionado con ácido aminobutírico, un importante neurotransmisor inhibidor). El síndrome de Dravet (epilepsia mioclónica grave de la infancia), una alteración del desarrollo con convulsiones intratables, a menudo empieza con crisis prolongadas desencadenadas por la fiebre. El patrón de las convulsiones cambia con la edad y más tarde aparecen convulsiones focales. La alteración del desarrollo aparece con el tiempo. El síndrome de Dravet es una forma de epilepsia genética con convulsiones febriles.

Fiebre

Las Convulsión Febril son más frecuentes en el primer día de fiebre: alrededor del 20% ocurren en la 1ª hora del proceso febril y más de la mitad de la 1ª a las 24 horas del inicio. Los antipiréticos no parecen reducir el riesgo de CF, lo que sugiere que, en sí misma, la fiebre no es la causa(4). Las convulsiones pueden ocurrir antes del comienzo de la fiebre o con fiebre suave, pero habitualmente suelen ocurrir cuando la temperatura está por encima de 38,5ºC. Sigue sin estar claro, que el factor desencadenante más importante es el incremento brusco de la temperatura y no la temperatura máxima que se alcance.La fiebre puede aumentar la temperatura cerebral como resultado de la producción de mediadores inflamatorios pro convulsionantes, como la interleukina 1beta, pero todavía no está claro cómo pueden inducir las convulsiones. También, puede ser que cambios funcionales de los canales de sodio neuronal respondan a la fiebre con una sincronización de la actividad neuronal en individuos susceptibles, bien por el grado de maduración cerebral o bien por predisposición genética. La hiperventilación y la alcalosis que provoca la fiebre pueden jugar algún papel patogénico.

Infecciones

Las convulsiones febriles se asocian con más frecuencia a infecciones virales que a bacterianas.Las infecciones virales que cursan con fiebre más alta, como el virus del herpes humano 6 (HHV-6) y la influenza, parecen representar el mayor riesgo.

Vacunas

El riesgo de padecer convulsiones febriles aumenta el día siguiente de la administración de la vacuna antitosferina de células enteras y entre los 8 y 14 días que siguen a la administración de la vacuna triple vírica.La administración de vacuna cuádruple vírica (sarampión-rubéola-parotiditis-varicela) podría duplicar la incidencia de convulsiones febriles en comparación con la administración separada de las vacunas: triple vírica y Varicela.

Edad

Las convulsiones febriles afectan a niños de 6 meses a 5 años de edad. Son más frecuentes en los niños de 12 a 18 meses.

Síntomas

Existen dos tipos de convulsiones febriles:

  • Las convulsiones febriles simples son las más frecuentes. No suelen durar más de unos pocos minutos, pero en casos excepcionales pueden durar hasta 15 minutos. En este tipo de convulsiones, un niño puede:
    • Tener temblores, agitarse y retorcer todo el cuerpo.
    • Poner los ojos en blanco.
    • Gemir o quejarse.
    • Perder la conciencia (o desmayarse)
    • Vomitar u orinar durante la convulsión.
  • Las convulsiones febriles complejas duran más de 15 minutos, ocurren más de una vez en 24 horas, y las sacudidas y retorcimientos afectan solo a una parte del cuerpo o bien a una mitad del cuerpo.

Causas de las convulsiones febriles

Nadie sabe por qué ocurren las convulsiones febriles. Pero hay pruebas que sugieren que están relacionadas con determinados virus y con la forma en que el cerebro del niño en proceso de desarrollo reacciona a la fiebre alta.

Conducta a seguir frente a convulsiones febriles

  1. mantenga la calma.
  2. Coloque al niño con suavidad en el suelo.
  3. Retire cualquier objeto cercano.
  4. Acueste a su hijo sobre un costado para evitar que se asfixie.
  5. Aflójele cualquier prenda de ropa que lleve alrededor de la cabeza o del cuello.
  6. Fíjese en si presenta signos de dificultades para respirar, incluyendo que el rostro se le ponga azulado.
  7. Trate de registrar cuánto tiempo dura el episodio convulsivo.

Si el episodio convulsivo dura más de 5 minutos o el niño se pone azul, podría tratarse de un tipo de convulsión más grave auxiliarse de inmediato al médico.

También es importante que sepa lo que no debe hacer ante un episodio de convulsiones febriles:

  • No intente sostener, retener o contener a su hijo.
  • No le meta nada en la boca.
  • No intente darle medicamentos para bajarle la fiebre.
  • No trate de darle un baño de agua fría o tibia para bajarle la fiebre.

Fuentes