Dermatofitosis en animales

Dermatofitosis en animales
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Dermatofitosis en animales: hongos que afecta a la piel, el cabello, y las uñas (garras). Los microorganismos más frecuentemente aislados de hongos son Microsporum canis (más comúnmente conocida como tiña), Trichophyton, Mentagrophytes y Microsporum gypseum. Esta enfermedad se presenta en perros, gatos, y otros mamíferos. Se diagnostica con mayor frecuencia en animales jóvenes que en viejos.

Etiología

La dermatofitosis es causada por hongos de los géneros Microsporum, Trichophyton y Epidermophyton. Estos organismos, denominados dermatofitos, son los miembros patogénicos de los hongos queratinofílicos (que digieren la queratina) del suelo. Microsporum y Trichophyton son patógenos humanos y animales. Epidermophyton es un patógeno humano.

Anteriormente, los dermatofitos se clasificaban como miembros del tipo Deuteromycota (Fungi imperfecti). Se sabe actualmente que algunos se reproducen en forma sexuada y se reclasificaron dentro del tipo Ascomycota, familia Arthrodermataceae. Cada uno de estos hongos ahora tiene dos nombres de especie: uno para la etapa sobre huéspedes vertebrados y otro para la forma que crece en el medio ambiente (el estado perfecto).

Antes, los estados perfectos de la especie Microsporum se ubicaban dentro del género Nannizia y los estados perfectos de Trichophyton, dentro del género Arthroderma. Actualmente, los estados perfectos, tanto de Microsporum como de Trichophyton, pertenecen al género Arthroderma.

Los sistemas más comunes para clasificar dermatofitos son:

  • Dermatofitos zoofílicos: se encuentran principalmente en animales pero pueden transmitirse a humanos.
  • Dermatofitos antropofílicos: se encuentran principalmente en humanos y, muy rara vez, se transmiten a animales.
  • Dermatofitos geofílicos: se encuentran principalmente en el suelo, donde se asocian con pelo, plumas y pezuñas en descomposición, así como otras fuentes de queratina. Infectan tanto a humanos como a animales.

Actualmente se sabe que prácticamente todos los dermatofitos constituyen reservorios en el suelo; no obstante, todavía se usa este sistema de clasificación para indicar la fuente usual/epidemiología de las especies dermatofíticas.

Entre las especies zoonóticas halladas en animales, se encuentran:

  • Microsporum canis (Estado perfecto: Arthroderma otae)
  • M. gallinae
  • M. gypseum (Un complejo que contiene al menos dos estados perfectos: A. gypseum y A. incurvatum)
  • M. equinum
  • M. nanum (Estado perfecto: A. obtusum)
  • M. persicolor (Estado perfecto: A. persicolor)

Trichophyton equinum

  • T. mentagrophytes (Un complejo que contiene al menos dos estados perfectos: A. benhamiae y A. vanbreuseghamii).

Existen algunas variedades de T. mentagrophytes. Algunos son patógenos importantes tanto en animales como en humanos, mientras que otros son patógenos principalmente humanos.

  • T. simii (Estado perfecto: A. simii)
  • T. verrucosum

Especies infectadas

Todos los animales domésticos son susceptibles a los dermatofitos. Los hongos más comunes varían según el huésped.

  • Perros y gatos: M. canis es la especie más común, especialmente en los gatos. M. gypseum y T. mentagrophytes también se pueden encontrar en forma ocasional. Otras especies son raras.
  • Ganado bovino: T. verrucosum es la especie más importante. Entre las especies que aparecen en forma ocasional, se encuentran: T. mentagrophytes, T. equinum, M. gypseum, M. nanum y M. canis.
  • Ovejas y cabras: T. verrucosum es la especie más común pero también se han observado brotes de M. canis.
  • Caballos: T. equinum y M. equinum son las especies más importantes. Se observa M. gypseum, M. canis y T. verrucosum ocasionalmente.
  • Cerdos: M. nanum es el agente más importante. Este dermatofito es raramente zoonótico.
  • Roedores: Son comunes las variedades de T. mentagrophytes entre los roedores. Ocasionalmente se observan las especies Microsporum, entre ellas, M. persicolo.
  • Conejos: T. mentagrophytes es la especie más importante.
  • Aves: T. gallinae es el agente habitual en las aves, incluso en aves de corral, canarios y palomas. Este dermatofito es raramente zoonótico. Ocasionalmente se observan infecciones por M. gypseum y T. simii.

Período de incubación

La fluorescencia producida por algunos dermatofitos (M. canis) puede aparecer en el pelaje dentro de los 7 días de exposición y los síntomas clínicos en un período de entre 2 y 4 semanas.

Signos clínicos

En general, los dermatofitos crecen sólo en tejidos queratinizados como el pelo, las uñas, la capa externa de la piel; el hongo comúnmente detiene la propagación cuando entra en contacto con células vivas o áreas de inflamación. Las membranas mucosas no se ven afectadas.

Las lesiones dermatofíticas se caracterizan por tener zonas de alopecia, descamación, costras, eritema y prurito, que se presentan en grados diversos. Ocasionalmente, los dermatofitos mueren en el centro de la lesión y esta área se resuelve, dejando una lesión con forma de anillo. En los animales, este patrón es relativamente poco frecuente. El pelo de la región afectada suele ser frágil y quebrarse cerca de la superficie de la piel, dando a menudo una apariencia de "rasurado" a la lesión; es posible ver mechones de pelo cortado a través de escamas y costras. La pérdida del pelo no es permanente a menos que el folículo haya sido dañado por la inflamación. En la mayoría de los casos, existe cierto grado de foliculitis; las pápulas y pústulas que incluyen el folículo del pelo o la dilatación del orificio cónico del folículo piloso sugieren la existencia de dermatofitosis en animales pequeños. En animales, las dermatofitosis pueden ser pruriginosas o no. En general, los animales pequeños son los más afectados. Las infecciones asintomáticas son comunes, especialmente en animales adultos.

Perros

Dermatofitosis en perro

En perros, la dermatofitosis se ve con mayor frecuencia en cachorros. No es frecuente en perros adultos, a menos que estén inmunodeprimidos. Las lesiones pueden aparecer sobre cualquier parte del cuerpo y en general se presentan como áreas circulares de alopecia; los pelos normalmente se quiebran en la base, lo que produce el aspecto de que la zona fue rasurada. El centro de la lesión en general contiene escamas de piel pálida, lo que le otorga un aspecto polvoriento y los bordes normalmente son eritematosos. En estadios posteriores, la lesión suele cubrirse con una costra cuyos bordes están inflamados. Las lesiones individuales pueden unirse formando grandes manchas irregulares. Pueden observarse vesículas y pústulas en la infección en forma precoz. También puede observarse una forma nodular focal (querion), caracterizada por una inflamación grave localizada con piel inflamada, esponjosa y que supura. En forma concurrente puede aparecer onicomicosis. La dermatofitosis suele ser autolimitada en perros.

Gatos

Muchos gatos infectados tienen pocas o ninguna lesión. Los gatos adultos de pelo largo, en especial, pueden ser portadores subclínicos; en algunos casos, el gato puede presentar lesiones mínimas que consisten en zonas irregulares de pelo rasposo, alopecia y placas escamosas o eritematosas, visibles sólo a la inspección cercana.

Dermatofitosis en gato

Los casos sintomáticos tienden a verse en crías, con lesiones tempranas en cara, orejas y patas. En general, las lesiones constan de un área de alopecia focal, con escamas y costras que tienen algunos pelos quebrados. En el área puede aparecer una costra fina y de color blanco grisáceo o una escara espesa y húmeda, que puede o no ser pruriginosa. El acicalamiento típico de los gatos puede propagar la infección a todo el cuerpo. En algunos gatos, la dermatofitosis puede parecer una dermatitis pruriginosa miliar, o uno o más de un nódulo cutáneo o subcutáneo ulcerado (pseudomicetomas). Los pseudomicetomas aparecen principalmente en gatos con pelo largo. También se puede observar onicomicosis al mismo tiempo, las uñas puede lucir opacas, con manchas blanquecinas y descamación en la superficie. Las lesiones suelen ser autolimitantes dentro de un período de algunas semanas a algunos meses en gatos de pelo corto, pero pueden persistir, ya sea en forma sintomática o asintomática, en gatos de pelo largo.

Ganado bovino

Dermatofitosis en ganado bovino

En el ganado bovino, la gravedad de la enfermedad varía, desde pequeñas lesiones focales de 1 cm hasta afecciones dérmicas extensivas generalizadas. Con mayor frecuencia, la enfermedad se presenta como lesiones perioculares no pruriginosas en terneros. Las vacas y vaquillonas pueden presentar lesiones con mayor frecuencia en el pecho y las extremidades, y los toros en la papada y la piel intermaxilar. Las lesiones iniciales son discretas, de color blanco grisáceo, con zonas afectadas por costras secas con algunos pelos quebradizos. Algunas áreas pueden supurar y presentar costras gruesas. También pueden observarse lesiones que semejan escaras de color marrón claro; cuando estas escaras se caen, dejan una zona de alopecia. Las lesiones suelen resolverse espontáneamente en 2 a 4 meses.

Caballos

Dermatofitosis en caballos

En caballos, la mayoría de las lesiones dermatofiticas se encuentran en áreas de contacto con la montura y otras prendas de montar. Las lesiones por T. equinum suelen ser pruriginosas, con laceraciones exudativas y zonas sin pelo, con piel engrosada. Las lesiones por M. equinum suelen ser menos graves y consisten en pequeñas áreas escamosas con pelos quebradizos. Las lesiones dermatofíticas precoces pueden parecerse a la urticaria papulosa.

Ovejas y cabras

Dermatofitosis en ovejas y cabras

La dermatofitosis es común en corderos de exposición pero poco frecuente en animales de producción. Las lesiones más notorias suelen ser circulares, con áreas alopécicas y escaras gruesas sobre la cabeza o la cara; sin embargo, se pueden encontrar lesiones extensas debajo de la lana cuando se esquila a los animales. En corderos sanos, las lesiones suelen ser autolimitantes.

Cerdos

Dermatofitosis en cerdos

Los cerdos desarrollan una lesión rugosa cubierta por una escara delgada, marrón y fácilmente removible o por una región inflamada en forma de anillo que se expande. Las infecciones dermatofíticas suelen ser asintomáticas en cerdos adultos.

Roedores

Dermatofitosis en Roedores

La mayoría de los roedores infectados con T. mentagrophytes son asintomáticos o presentan pocos signos clínicos. En ratones, se pueden observar áreas de alopecia parcial o completa, eritema, escamas y escaras, a menudo, en la cola. En ratas, las lesiones suelen encontrarse en el lomo. Los cobayos comúnmente desarrollan lesiones pruriginosas, zonas inflamadas, sin pelo, en forma ovalada, con costras o escamas; estas lesiones primero aparecen en la cara y luego se propagan a los miembros inferiores o el lomo.

Conejos

Dermatofitosis en Conejos

En Conejos, la dermatofitosis ocurre con mayor frecuencia en animales pequeños recientemente destetados. Se observa alopecia focal, con eritema, costras y escaras alrededor de los ojos, la nariz y las orejas, con lesiones secundarias en las patas. La enfermedad suele ser autolimitante.

Aves

Dermatofitosis en Aves

En las aves, puede aparecer alopecia, particularmente en la cara y el cuello, escamas, automutilación y desplumes. Algunas lesiones pueden tener forma de anillo o ser pruriginosas.

Transmisión

La mayoría de los dermatofitos animales se transmiten con facilidad a otros huéspedes susceptibles, incluso a humanos, por contacto y contaminación del ambiente. M. nanum de los cerdos y T. gallinae de las aves rara vez se transmiten a los humanos.

Pruebas de diagnóstico

Algunas cepas de M. canis y M. equinum (pero no todas) presentan fluorescencia verde ante la estimulación de ciertas longitudes de onda de luz ultravioleta. Se puede usar una lámpara de Wood para examinar el pelaje y hallar a estos hongos. Ciertas preparaciones tropicales pueden enmascarar la fluorescencia y el alcohol puede suprimirla o causar una fluorescencia inespecífica.

El examen microscópico de muestras de piel o de pelo en hidróxido de potasio (KOH) puede revelar hifas o conidias. También se puede utilizar una mezcla de hidróxido de potasio y blanco de calco flúor (CFW) para visualizar estructuras dermatofíticas, utilizando un microscopio de fluorescencia.

El diagnóstico definitivo suele realizarse mediante un cultivo. Para los cultivos pueden utilizarse muestras de piel o de pelos removidos, o bien se puede cepillar el pelaje con un cepillo de dientes desinfectado para recoger pelos. Algunas especies observadas en perros y gatos crecen en un período aproximado de 4 a 7 días a 25-28 ºC, en una variedad de medios comerciales. El medio de prueba para dermatofitos (MPD) contiene un indicador de pH (rojo fenol) que tiñe de rojo al medio cuando está creciendo un dermatofito; no obstante, las bacterias y los hongos, a diferencia de los dermatofitos, también pueden producir un cambio en el pH. Por lo tanto, debe examinarse el crecimiento con posterioridad para diferenciar el microorganismo. Los dermatofitos tradicionalmente se identifican usando un “cultivo en portaobjetos” para observar las estructuras reproductivas (conidias) y las hifas. Se pueden identificar las especies mediante la estructura y el color de la colonia, la microconidia, macroconidia y otras estructuras microscópicas.

Tratamiento

Los animales suelen presentar infecciones autolimitantes que se resuelven dentro de algunos meses, pero el tratamiento puede acelerar la recuperación, disminuir la propagación de las lesiones en el animal y disminuir el riesgo de transmisión. El tratamiento puede incluir cremas antimicóticas de uso tópico o champús, y/o antimicóticos sistémicos. La onicomicosis puede resultar difícil de curar; es posible que se necesite un tratamiento prolongado o remoción quirúrgica de las garras. Se debe aislar a los animales hasta que se resuelva la infección. El medio ambiente y los fomites deben limpiarse y eliminar el pelo y las escamas de piel, y luego desinfectar.

Prevención

Para prevenir la transmisión, los animales infectados deben estar aislados hasta que se resuelva la infección. Los animales que han tenido contacto con el paciente deben revisarse para detectar infecciones asintomáticas. Algunos veterinarios usan antimicóticos como profilaxis para animales en contacto. Las instalaciones se deben limpiar (pasar la aspiradoras) y desinfectar para ayudar a prevenir infecciones en otros animales o humanos.

Para prevenir la introducción de dermatofitos en rebaños o en guarderías caninas, los animales de reciente adquisición se deben aislar y se les debe realizar un cultivo. El control de los roedores puede disminuir la exposición a T. mentagrophytes. Se debe evitar el acceso a suelo contaminado, especialmente con especies geofílicas.

En algunos países, hay vacunas disponibles para T. verrucosum, en ganado bovino, y T. equinum, en caballos. Se encuentra disponible una vacuna inactivada para M. canis (Fel-O-Vax) para ser aplicada en los gatos de Fort Dodge. Se pueden prevenir o disminuir los signos clínicos, pero no se ha observado que se eliminen los hongos.

Parece posible la erradicación de algunos dermatofitos. En Noruega, se erradicó T. verrucosum del ganado bovino por vacunación, desinfección de establos contaminados, aislamiento de animales infectados y buena higiene.

Morbilidad y mortalidad

Entre los animales pequeños, los índices de prevalencia informados en diversos estudios varían ampliamente. En general, se cree que los dermatofitos son transportados en forma asintomática por gatos con mayor frecuencia por perros. Se han informado índices de infección entre 6% y 88% en felinos. Algunos autores concluyen que, en general, muy pocos animales domésticos son portadores asintomáticos. Otros sienten que las infecciones dermatofíticas subclínicas son muy comunes, particularmente en gatos.

En el ganado bovino, las dermatofitosis son especialmente frecuentes en climas fríos donde los animales se mantienen en establos durante períodos prolongados. En ganado bovino, la tiña se ve con mayor frecuencia en invierno. Las infecciones son infrecuentes en ovejas y cabras, salvo en corderos de exposición, pero se informó sobre brotes de M. canis en Australia, que afectaron entre el 20% y el 90% de un rebaño.

Si luego del contacto con el dermatofito, el animal se infecta o no, depende de la edad del animal, de su estado de salud, de la piel expuesta y del acicalamiento. Los animales pequeños son más propensos a presentar infecciones sintomáticas. La dermatosis también es más frecuente cuando los animales están inmunodeprimidos, tienen una nutrición deficiente o viven en poblaciones de muy alta densidad. La mayoría de las infecciones en animales sanos cicatrizan espontáneamente en un período de entre uno y varios meses. Las infecciones pueden ser más persistentes o propagarse a animales jóvenes o enfermos, y en algunos gatos de pelo largo.

Fuentes

http://www.cfsph.iastate.edu/FastFacts/spanish/S_dermatophytosis.pdf