Ecolalia

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Ecolalia
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Concepto:trastorno del habla que consiste en la repetición involuntaria e inconsciente de palabras, frases y conversaciones, diálogos o canciones, que el paciente haya escuchado.

Ecolalia. ecolalia (del griego ἠχώ, "eco" y de λαλιά, "habla" o "charla") La ecolalia es un trastorno del habla que consiste en la repetición involuntaria e inconsciente de palabras, frases y conversaciones, diálogos o canciones, que el paciente haya escuchado, por lo general en personas que conviven con él o desde algún medio de difusión masiva como la radio y la televisión.

Características

El origen de esta perturbación del habla se encuentra en otra patología por lo que la ecolalia es un síntoma de otras enfermedades como los Trastornos del Espectro Autista (TEA), el síndrome de Tourette, la afasia, la esquizofrenia, la demencia, la epilepsia, etc. Las ecolalias se caracterizan no solo por la imitación de palabras o frases, sino por la prosodia, es decir, la entonación y la articulación que emplea el afectado mientras las repite. Su discurso suele ser monótono, mecánico, como el de un robot, y siempre mantiene un mismo ritmo y tono. A partir de los 6 o 7 años de edad, la ecolalia puede manifestarse en la repetición exacta de una frase o texto, con una imitación perfecta de la entonación, e incluso de los gestos a lo que se le denomina ecopraxia, observados por el paciente. Los seres humanos aprendemos a hablar por imitación repitiendo lo que escuchamos en nuestro entorno, pero si un niño a partir de los 3 años de edad, sigue manteniendo esta pauta es necesario consultar con el logopeda, para descartar que lo que se están produciendo son ecolalias, ya que pasada esta edad se considera una patología.

Diagnóstico

El diagnóstico de la ecolalia siempre va a asociado a las enfermedades que a continuación se relacionan como son: Trastornos del Espectro Autista (TEA), el síndrome de Tourette, la afasia, la esquizofrenia, la demencia, la epilepsia, etc. en ausencia de éstas, cuando un niño de más de tres años mantiene este tipo de repeticiones puede ser un simple retraso del lenguaje. Es significativo tener en presente que el niño o niña o un adulto ecolálico realmente no están entendiendo nada de lo que repiten, y no se dan cuenta de que lo están haciendo, por lo que no debemos requerirlos por su forma de actuar. Estas repeticiones no son intencionadas, sino que surgen de manera espontánea, aunque se encuentren totalmente fuera de contexto, lo que requiere de un mayor esfuerzo para analizar y llegar a comprender lo escuchado.

Pronóstico y tratamiento

La ecolalia patológica es un trastorno que no tiene cura, pero sí se puede trabajar para que se reduzca el número de repeticiones y la intensidad de las mismas, así como para lograr una mejor comunicación con los afectados, ya sean menores o adultos.

Cuando la ecolalia es consecuencia de una patología mental, la medicación para tratarla favorece que las repeticiones disminuyan. La duración de la ecolalia depende directamente de la gravedad del trastorno al que va asociada.

El mejor enfoque es potenciar la competencia comunicativo lingüística del niño o niña. Es por esta razón que la terapia llevada a cabo por el especialista del lenguaje y un psicopedagogo es fundamental para compensar o reducir la presencia de la ecolalia. Es importante la participación de los padres y todo el que de una forma u otra interactúe con el menor en su contexto social facilitando la comprensión del lenguaje.

La ecolalia suele ir acompañada de otros problemas del lenguaje como léxico limitado, oraciones mal estructuradas, distorsión de la voz durante la ecolalia y problemas de comprensión. Es complicado entender a los niños que padecen ecolalia, por eso es importante que los padres conozcan a fondo este problema y cómo ayudar a su pequeño.

Para ayudar al niño o niña a comprender, lo primero sería reducir el lenguaje adaptándolo a su nivel de comprensión. Los mensajes deben ser claros y directos ya que los menores con TEA que presentan ecolalia, reconstruyen ecos bastante elaborados gracias a su sorprendente capacidad de memoria auditiva, y caemos en el error de pensar que presenta competencias que realmente no posee. La o el terapeuta puede ayudar a comprender cuál es el nivel real de competencia. Las instrucciones deben ser claras y utilizar una voz calmada y articular correctamente, usando también gestos y expresiones faciales adaptables a la situación.

Una de las técnicas más utilizadas para facilitar que el niño o niña discriminen cada elemento aislado de la oración y puedan desarrollar un lenguaje flexible es la “sustitución”, que consiste en la presentación de una frase estímulo para que el niño verbalice o repita, pero sustituyendo alguno de sus elementos. Si nos aseguramos de que comprende e integra, por ejemplo, la acción comer, debemos presentarle diferentes composiciones como “mamá come mango”, “papá come mango”, “mamá come pan”, “el perro come hueso”, etc. Siempre, describiendo una situación real, y representarla visualmente para que la asocie.

Debemos para mejorar su autonomía, secuenciar por pasos las diferentes rutinas de la vida diaria bañarse, vestirse, comer, dormir, cepillar los dientes, etc. Estas actividades le aportan tranquilidad al niño o niña y ayudan a mejorar su entorno, lavar los dientes. Estimularlos ante conductas apropiadas con mensajes directos empleando frases como “muy bien” utilizando matices en la voz y expresión facial que reflejen el momento y mostrar desacuerdo con un mensaje claro “eso no se hace”, utilizando un tono de voz firme con expresión facial acorde sin alzar la voz.

Fuentes