Felicia Marcé Castellanos

Bandera de Céspedes
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Bandera enarbolada por Carlos Manuel de Céspedes en el ingenio La Demajagua el 10 de Octubre de 1868y confeccionada por Felicia Marcé Castellanos.

Felicia Marcé Castellanos Nació en Bayamo el 15 de agosto de 1850


Datos biográficos

Niñez y adolescencia

Felicia Marcé Castellanos nació en Bayamo el 15 de agosto de 1850. Fue la segunda de tres hermanas, hija del matrimonio formado por José Domingo Marcé y María Gertrudis Castellanos. A pesar de que su familia era una de las más acomodadas de la villa, Felicia y sus hermanas eran ardientes patriotas, que apoyaban sin reservas la sagrada causa de la independencia de Cuba.

En el mes de noviembre de 1868, a pocas semanas de haber sido liberada la ciudad de Bayamo por los insurrectos, el patricio bayamés Carlos Manuel de Céspedes, comisionó a su hijo Carlitos para que en su nombre le suplicara a Felicia Marcé la confección de una bandera con las dimensiones y materiales adecuados, referido a este hecho expresa la bayamesa, en el año 1928, al enviar una misiva a Rafael Guas Inclán y cito:

Muy señor mío: es en mi poder su muy atenta la que me es grato contestar. Respecto a su solicitud en relación con el debatido problema de la confección de la bandera de Céspedes, asunto del cual estimo se ha dicho mucho aunque ciertamente tengo que lamentar que ha sido poco lo cierto. Carlos Manuel de Céspedes comisionó a su hijo Carlitos para que en su nombre me suplicara le hiciera una bandera para las siete de la mañana del día siguiente porque la que hizo en su ingenio La Demajagua, se hizo provisionalmente y no la encontraba buena para el Te-Deum. El mismo Carlos Trazó con un compás la estrella en un cartoncito fino y formando este con raso blanco y un poquito de relleno, todo fue cocido a máquina de pespunte y doble cadeneta, por el revés creo que tenía dos varas de largo, al día siguiente fue llevada para la iglesia donde se bendijo, concluido el Te-Deum

La joven seleccionada para la mencionada misión tenía apenas 18años. Ella evoca aquellos tiempos con una precisión admirable y describe las escenas de la Guerra de los Diez Años con un colorido impresionante. Vivía con sus familiares en la plaza de la Iglesia de Bayamo, muy cerca de la casa de Perucho Figueredo; con esta familia mantenían íntimas relaciones, visitándose constantemente. Felicia expresa que el día en que Céspedes entró a Bayamo, hombres y mujeres gritaron jubilosos, estremecidos de entusiasmo; recuerda que un joven llamado Tamayo realizó la proeza más gloriosa, y cito:

Trepó a bajar la bandera española de su asta, e izó la cubana, pero al terminar cayó atravesado por las balas españolas…

Vida personal

En 1868, Felicia sostenía un intenso noviazgo con el joven Miguel Milanés Céspedes, sobrino del Padre de la Patria y coronel del Ejército Libertador. Testimonio de ello son las apasionadas cartas cruzadas entre ambos enamorados, donde, además del puro sentimiento que los unía, se transparentan sus ideas patrióticas. Felicia y Miguel se casaron en medio de una bella ceremonia, que contó con honores militares, tal y como correspondía a un oficial del ejército revolucionario. Sin embargo, la felicidad conyugal duró poco, ya que los recién casados fueron capturados por fuerzas españolas a fines de [[1870, en la finca “Las Mangas”, muy cerca de Bayamo. Miguel fue salvajemente asesinado de un disparo por la espalda, ante los mismos ojos de Felicia; un episodio del cual ella nunca se recuperó del todo. Luego contrajo matrimonio con Joaquín Blez de esta unión, nace su hijo Joaquín Blez Marcé, destacado artista del Lente Fotográfico. Felicia Marcé Castellanos murió el 5 de julio de 1945, a los 95 años de edad, en la ciudad de La Habana. Sus restos reposan en el panteón familiar de los Blez–Marcé, en el Cementerio de Colón, de La Habana.

Otras Anécdotas

Otra de las anécdotas que cuenta Felicia es que el hijo mayor de Carlos Manuel de Céspedes, conocido por Carlitos, se acercó a ella y le dijo:

Es preciso hacer una buena bandera, porque la que traemos confeccionada por Cambula, se hizo a la carrera, sin tela apropiada y con una estrella coja…

Además, le dijo:

…tienes que hacerla antes de la siete de la mañana para que sirva para la misa

Desde ese momento comenzó a trabajar, buscó un compás en el vecindario con muchas dificultades y el mismo hijo de Céspedes trazó la bandera y la estrella.

La bayamesa trabajó toda la noche, con ayuda de otros muchachos de la ciudad, y por la mañana estuvo lista. Este lábaro presidió la ceremonia religiosa (Tedeum) oficiada por el padre revolucionario Diego José Baptista. Carlos Manuel de Céspedes cruzó bajo él con su Estado Mayor y el resto de las fuerzas insurrectas, y se la llevaron al abandonar Bayamo, en enero de 1869, al ejecutar el glorioso incendió que redujo a cenizas la primera capital de Cuba libre. Tenía la forma de un rectángulo, con dos metros de largo y un metro y medio de ancho. Estaba dividido por su altura media en dos franjas, de 0.75 metros cada una. La franja inferior era completamente azul, la superior estaba a su vez dividida en su longitud media, formando dos rectángulos más pequeños, blanco el de la derecha, y rojo el otro. Este último mostraba una estrella blanca de cinco puntas en su centro. Esta patriótica enseña fue conservada por Perucho Figueredo Cisneros, Mayor General del Ejército Libertador, hasta el mismo día en que fue capturado por los [[españoles, en 1871. Salvada de caer en las manos enemigas por el ayudante de [[Perucho, fue entregada por este al coronel Carlos Manuel de Céspedes (hijo) quien la donó a Tomás Estrada Palma, una vez que concluyó la Guerra Grande.

El gobierno españoldevolvió una bandera en 1928, junto con un gran número de trofeos de guerra, como acto de desagravio de la recién instaurada república hacia sus homólogas de Hispanoamérica. Felicia afirma que no es la que ella confeccionó, porque ella conocía hasta las puntadas de su aguja, la posición de la tela, todo; además, esta tenía orlas amarillas. Hace énfasis en que las cubanas no usaban nada de color amarillo, pues ese era la tonalidad que identificaba a España; nunca le hubieran puesto a una bandera colores dorados. Al contrario, las cubanas amaban el color rojo: en esa época, las mujeres patriotas usaban lazos azules y flores rojas. Además, asegura que la bandera que ella realizó se encontraba en los EE. UU., porque, al tener un encuentro con Tomas Estrada Palma en Santiago de Cuba, antes de ocupar la presidencia, este le comentó:

Felisa, la bandera que tú hiciste en Bayamo la tengo en New York, ahora pronto la traeremos para Cuba

. Se supone que Don Tomás la tuvo guardada por muchos años en su casa de Central Valley, la que devolvió a Cuba, cuando regreso al país para ocupar la presidencia.

Fuentes