Fernando II de Aragón

Para otros usos de este término, véase Fernando II (desambiguación) y Fernando III (desambiguación).
Para otros usos de este término, véase Fernando V (desambiguación).
Fernando II de Aragón, III de Nápoles y V de Castilla
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Rey de Nápoles, Castilla y Aragón
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Rey de Castilla
15 de enero de 1475 - 26 de noviembre de 1504
Predecesor Isabel I de Castilla
Sucesor Juana I de Castilla
Nacimiento 10 de mayo de 1452
Sos del Rey Católico, Corona de Aragón
Fallecimiento 23 de enero de 1516
Madrigalejo, Corona de Castilla
Entierro Capilla Real de Granada
Cónyuge/s Isabel I de Castilla
Casa Real Casa de Trastámara
Padre Juan II de Aragón
Madre Juana Enríquez

Fernando II de Aragón, llamado «el Católico». Fue un monarca español que reino la nación en compañía de su esposa Isabel I de Castilla. Fernando II fue rey de Aragón entre los años 1479 - 1516. Rey consorte de Castilla entre 1475 - 1504 y también regente del reino castellano de 1504 - 1506 y de 1507 - 1516 debido a la locura de su hija Juana, tras la muerte de su esposo Felipe el Hermoso.

Síntesis biográfica

Inicios

Hijo de Juan II y de su segunda esposa Juana Enríquez. Muerto su hermanastro, Carlos de Viana 1461, pasó a ser el heredero de la corona aragonesa. Nombrándose lugarteniente general de Cataluña en 1462 y en 1468 rey de Sicilia. Durante la guerra civil catalana 1462 1472, toma parte activa, se familiarizándose con las dependencias de Estado a petición de su padre.

Al morir Alfonso de Castilla en 1468 y ser reconocida Isabel, hermana de Enrique IV, como heredera de Castilla, Juan II puso toda la habilidad posible para conseguir el matrimonio de Fernando con Isabel, que se produjo en octubre de 1469 casándose en secreto, dando origen a la unión de las coronas de Castilla y Aragón en 1474. A la muerte de Enrique IV de Castilla 1474, Isabel fue proclamada reina por sus seguidores, menospreciando los posibles derechos de Juana la Beltraneja, que era apoyada por el reino de Portugal con la intención de unir Castilla y Portugal y la guerra entre isabelinos y aragoneses por un lado, y partidarios de Juana y portugueses por otro, estalló durando entre los años 1474 - 1479. Si bien el conflicto no fue favorable a Isabel en un primer momento, la intervención de Fernando al frente de su ejército en la batalla de Toro en 1476 marcó el principio del triunfo para Isabel y su marido. Con la firma del Tratado de Alcaçovas en 1479 se inicia una paz duradera con Portugal en la que además se repartían áreas de influencia en el Atlántico y norte de África.

Reinado

Posteriormente, Isabel y Fernando se dedicaron a fortalecer su autoridad sobre sus dominios: de este modo en Castilla se institucionalizó la figura del corregidor 1480, se creó la Inquisición 1481, se castigó a los nobles rebeldes y se reorganizó la hacienda real. Fernando puso fin en sus Estados al problema de los remensas catalanes mediante la abolición de los malos usos y la consolidación de los contratos de enfiteusis (sentencia arbitral de Guadalupe, 1486).

Lograda la paz interior, no pasa demasiado tiempo cuando Fernando e Isabel emprenden la empresa por la que serán más conocidos, a nivel universal, dedicando sus esfuerzos a completar la Reconquista, con la mirada puesta en la unificación política de todos los reinos bajo la dirección de Castilla. Emprendiendo una larga guerra contra el reino nazarí de Granada 1481 1492, en la que nuevamente destaca por sus habilidades militares, tras un largo y costoso asedio, Granada capitula en enero de 1492, y se completa la Reconquista que acabó con la integración del reino de granada a la corona castellana. Logró además la unidad religiosa en el reino con la expulsión de los judíos (1492) y la conversión forzosa de los moriscos 1503. También en ese año, los Reyes Católicos financian la expedición de Cristóbal Colón a las Indias, aunque la participación en la empresa fue exclusivamente castellana abriendo unas sorprendentes puertas con el descubrimiento de América 1492.

Pero las preocupaciones de Fernando, más que en las Indias, estaban en el Mediterráneo, escenario de expansión de la Corona Aragonesa. Las ambiciones de Francia en la década de los 90 del siglo XV motivaron una muy activa diplomacia por parte del rey Católico, que esperaba poder aislar al reino francés. El matrimonio de su hija Juana con el heredero austriaco Felipe, o de su hija Catalina con el príncipe de Gales y más tarde con Enrique VIII, son reflejos de esa política destinada a debilitar y aislar a Francia. La guerra que se desarrolla en Nápoles entre los años 1495 1504, unido a la habilidad política de Fernando, la reforma del ejército y excepcional pericia militar de Gonzalo Fernández de Córdoba, “el Gran Capitán”, lograron arrebatarle el reino napolitano a los franceses y sumarlo a las posesiones aragonesas.

Tras la muerte de Isabel la Católica en 1505, se casó en segundas nupcias con Germana de Foix, con la que hubo un hijo fallecido al nacer. Esta unión le permitió incorporar más tarde el reino de Navarra a la corona.

Todavía tuvo Fernando en el siglo XVI oportunidades de ampliar sus estados a costa de Francia. La guerra civil de Navarra, reino controlado desde París, le sirvió como pretexto para reclamar sus derechos al trono, y en 1512 envió al duque de Alba al mando de sus tropas, conquistando el reino. Desde 1515, el reino de Navarra fue anexionado a Castilla, aunque los descendientes de Fernando todavía tuvieron que luchar contra los franceses para mantenerlo.

A la muerte de su yerno en 1506 y tras encerrar a su hija en Tordesillas por su estado mental, Fernando fue en solitario regente de Castilla y rey de Aragón, hasta su muerte en 1516. Fue catalogado de modelo del gobernante renacentista por Maquiavelo.

Referencias

Fuente