Filo Pentastomida

Filo Pentastomida o Linguatulida
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Concepto:Animales vermiformes marinos

Filo Pentastomida o Linguatulida. Constituyen un pequeño filo de unas 90 especies emparentadas con los artrópodos. Todos los miembros del filo son parásitos y viven en los pulmones o vías nasales de los vertebrados. El 90% de los pentastómidos se alojan en reptiles, como serpientes y cocodrilos, aunque algunas especies parasitan a mamíferos y aves.

Localización

Aunque en su mayor parte son tropicales, se han descubierto pentastómidos en Norteamérica, Europa y Australia, e incluso en las aves del Ártico.

Estructura externa

El cuerpo vermiforme mide de 2 a 13 cm de longitud y en su extremo anterior ostenta cinco protuberancias cortas, de las que se derivó el nombre inapropiado de pentastómidos (cinco bocas). Cuatro de estas prolongaciones tienen aspecto de patas, presentan uñas y están localizadas a cada lado del cuerpo. La quinta prolongación es un proceso anterior, medio parecido a un hocico en el que asienta la boca. No es raro que las patas queden reducidas a simples uñas, que se utilizan para adherirse a los tejidos del huésped.

El cuerpo está cubierto por na cutícula quitinosa que se muda periódicamente durante el desarrollo larvario. Los músculos de la pared del cuerpo son estriados, pero se disponen en capas circulares y longitudinales.

Estructura interna y fisiología

Existe un hemoceloma , como en los artrópodos. El aparato digestivo consiste en un tubo recto relativamente sencillo, con su extremo anterior modificado para bombear la sangre del huésped, a cuyas expensas vive el parásito.

El sistema nervioso es parecido al de los anélidos y artrópodos, con pares de ganglios dispuestos metaméricamente situados a lo largo del cordón nervioso ventral. No existe en estos animales aparatos respiratorios y circulatorios, ni órganos de excreción.

Embriogenia y filogenia

Los sexos están separados, con un sistema genital bien desarrollado. La fecundación es interna y los huevos embrionarios pasan al aparato digestivo del huésped, de donde llegan al exterior con las heces del mismo.

En la mayor parte de los pentastómidos, el ciclo vital necesita huésped intermediario, el cual puede ser un pez (pentastómidos de los cocodrilos), o mamíferos hervívoros u omnívoros, como roedores, conejos (huésped intermedio para Linguatula de los perros) o pequeños ungulados. De hecho, se ha informado de la presencia de larvas de pentastómidos en casi todas las clases de vertebrados.

El desarrollo larvario tiene lugar en el interior del huésped intermediario e implica cierto número de mudas. Las larvas poseen cuatro a seis apéndices en forma de patas. Cuando es ingerido el huésped intermediario, el parásito pasa al estómago del huésped primario y llega, siguiendo el esófago, a los pulmones y vías nasales. Se ha informado de la presencia de larvas pentastómidos en el hombre, las cuales perecen rápidamente por encapsulación calcárea.

Es en verdad incierta la posición taxonómica de los pentastómidos, de modo que su inclusión como filo en este capítulo es indudablemente arbitraria. Existen pocas dudas respecto a las relaciones de este grupo con los artrópodos y quizás debieran considerarse como una clase de este filo. Ahora bien, no se ha logrado llegar a un acuerdo entre los autores que los consideran artrópodos, en cuanto se refiere al lugar en el que deben colocarse dentro del filo. Como en el caso de los tardígrados, algunos zoólogos estiman que los pentastómidos tienen un origen acarino, pero las pruebas al respecto son en realidad superficiales. Se ha sugerido también su posible relación con los miriápodos. Luego se postuló que los pentastómidos se originaron a partir de los crustáceos, en particular de los branquiuros, que son parásitos de peces.

Fuente

  • Barnes, Robert D. Zoología de los Invertebrados II. Editorial Revolucionaria, Cuarta edición. 1985. pp. 934 – 936, il